La escasez de electricidad socava los negocios en Irán mientras el país enfrenta una crisis energética

El Gobierno iraní aplica severas restricciones para combatir el racionamiento eléctrico, mientras la economía local y el mercado de hidrocarburos sufren fuertes presiones.
Instalaciones nucleares de agua pesada de Arak, cerca de la ciudad central de Arak, a 250 kilómetros (150 millas) al suroeste de la capital, Teherán, Irán - AP/ISNA/HAMID FORUTAN
Instalaciones nucleares de agua pesada de Arak, cerca de la ciudad central de Arak, a 250 kilómetros (150 millas) al suroeste de la capital, Teherán, Irán - AP/ISNA/HAMID FORUTAN
  1. Presión sobre la población y la industria
  2. Un futuro poco favorable

La actividad empresarial en Irán ha venido viviendo bajo la sombra de una larga lista de problemas relacionados con las restricciones del embargo occidental. A esto se le suma el surgimiento del problema de racionamiento eléctrico, la inflación y el recurrente deterioro de la moneda, los cuales siguen afectando la vida de los ciudadanos.

El país está enfrentando una crisis de electricidad severa y notable que ha resultado en nuevas decisiones del Gobierno para combatir la escasez del servicio, mientras el país se enfrenta a una ola de frío. Por su parte, los centros comerciales de la capital iraní, Teherán, implementaron cierres para ahorrar energía.

En esta instancia, la postura del Gobierno se ha visto firme sobre los comerciantes, al no dejarles más opción que seguir las órdenes establecidas. Según el funcionario de la Cámara de Comercio, Hamid Reza Rastegar, incluso se podría recurrir a sanciones, ya que “si los centros comerciales no respetan esta decisión, serán cerrados y se cortará el suministro de gas y electricidad”.

Bandera de Irán en uno de los campos de petróleo del norte del país - PHOTO/ARCHIVO
Bandera de Irán en uno de los campos de petróleo del norte del país - PHOTO/ARCHIVO

Hasta el momento, estas restricciones solo están siendo aplicadas en Teherán, donde se decretaron cierres de los establecimientos a las ocho de la noche, en vez de las habituales diez de la noche, subrayó la Agencia de Noticias de Estudiantes Iraníes.

Mientras tanto, la economía local continúa su caída en picado, alcanzando niveles excesivamente bajos frente al dólar. Según el portal de seguimiento de tipos de cambio Bonbast, el tipo de cambio del dólar en el mercado local ha subido considerablemente en los últimos días, pasando de 741.500 a 756.000 riales, por otro lado, la venta del dólar está dada por unos 755.000 riales. 

A su vez, otros factores, como el regreso de la Administración Trump y las tensiones con Occidente por el programa nuclear de Teherán han agravado la situación actual.

La causa del fallo de la red eléctrica de Irán no deriva de una escasez de recursos, ya que el país contiene las segundas reservas de gas natural más grandes del mundo y enormes reservas de petróleo, sino que radica en un vacío en el financiamiento y la modernización de la infraestructura, causadas por las sanciones occidentales.

Algunos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevén la perspectiva de un superávit mundial que podría conducir a otra desaceleración en los costos del próximo año, especialmente luego de presenciar una caída del 15% en los precios del crudo desde finales de junio.

Presión sobre la población y la industria

Los altos mandos siguen ejerciendo presión a la población para que minimicen el consumo de luz; por su parte, el presidente iraní, Massoud Pezeshkian, le reclamó a sus compatriotas diciendo: “Consumimos dos o tres veces la electricidad que consumen los países europeos”.

Debido a la carencia de gas y combustible en el país, no se ha podido abastecer a las centrales eléctricas y las restricciones han aumentado. El gas, por su lado, sigue siendo vital para la industria pesada y las instalaciones químicas en Irán.

La principal causa de la disminución de los niveles de producción es la incapacidad tecnológica del país para fabricar estaciones compresoras de gas en los campos y, si no se encuentran soluciones a tiempo, el campo de South Pars podría ser víctima de una reducción significativa ya que solo este gigantesco campo necesita 20 estaciones de compresión, cuya construcción requiere inversiones de, al menos, 20.000 millones de dólares. 

Este intento por frenar la crisis de electricidad ha puesto en evidencia hasta donde pueden llegar las presiones económicas sobre el país, y también ha resaltado la incapacidad del Gobierno para brindar soluciones factibles a un servicio básico y de necesidad pública.

El ministro de Petróleo, Mohsen Pakinejad, confirmó que Irán estaba concretando “negociaciones preliminares sobre la importación de gas de Turkmenistán” este invierno, de acuerdo con la cita de la agencia de noticias iraní SHANA.

El nuevo presidente, Masoud Pezeshkian, todavía no ha hecho declaración de intenciones sobre el sector espacial nacional. En imagen, recibiendo el nombramiento de presidente de manos del ayatolá Jamenei - PHOTO/ Gobierno de la República Islámica Irán
El nuevo presidente, Masoud Pezeshkian, todavía no ha hecho declaración de intenciones sobre el sector espacial nacional. En imagen, recibiendo el nombramiento de presidente de manos del ayatolá Jamenei - PHOTO/ Gobierno de la República Islámica Irán

Un futuro poco favorable

Las autoridades estiman una escasez de gas de al menos 260 millones de metros cúbicos por día durante este invierno. En relación con eso, el Ministerio de Energía de Irán reportó una disminución cercana al 30 % en el suministro de gas a las plantas industriales este año, en comparación con 2023. De la misma manera, las reservas de diésel han caído por debajo de 1.260 millones de litros. 

Este desplome en la reserva de los hidrocarburos líquidos no es una novedad, ya que anteriormente había sufrido una caída del 36 % con respecto a los niveles de 2022.

Este descenso abrupto de la temperatura ha azotado las vidas de los 85 millones de habitantes al obstaculizar la distribución energética.

El martes se marcó el tercer día consecutivo del cierre de las escuelas y los edificios públicos de la capital Teherán y en más de 15 de las 31 provincias del país.

Informes de la agencia oficial de noticias iraní IRNA, demostraron el cierre de las escuelas y las entidades gubernamentales en las provincias norteñas de Gilan, Golestan y Ardabil. Lo mismo ocurrió en la provincia de Alborz, al oeste de la capital, Teherán y en muchas otras localidades.

A su vez, el secretario de la Federación de Organizaciones de la Alimentación y la Agricultura, Mohsen Naqashi, confirmó que los cierres, obligan a las fábricas de las regiones industriales a parar sus actividades. Aseguró que esta medida podría resultar en pérdidas de empleos, ya que muchas empresas se encuentran luchando, del mismo modo, con la escasez de recursos y la carga burocrática gubernamental.

Sin duda, la escasez energética y la falta de una respuesta efectiva por parte del Gobierno han causado un impacto significativo al país que se sigue viviendo hoy en día. Mientras las autoridades siguen intentando solventar el problema a través de restricciones que paralizan la propia actividad económica del país.