Libia transita en estos momentos por el noveno año del conflicto que se desencadenó tras la caída de Muammar Gadafi. Las conversaciones para encontrar una salida a esta guerra no han dejado de sucederse en los últimos meses. Este domingo ha comenzado el diálogo libio en Bouznika entre las delegaciones del Alto Consejo de Estado libio y el Parlamento de Tobruk.
El objetivo de este encuentro es “mantener el alto el fuego y abrir negociaciones para poner fin a los conflictos entre las partes libias”, según ha informado la agencia de noticias marroquí, MAP, este domingo. El encuentro entre los dos organismos ha tenido lugar después de que el presidente del Alto Consejo de Estado libio, Khaled Al Mechri, y del presidente del Parlamento libio, Aguila Saleh visitaran Marruecos tras ser invitados por el presidente de la Cámara de Representantes del reino alauita.
Además de la visita de Saleh, la representante especial y jefa de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) interina, representante especial adjunta del secretario general, Stephanie Williams, también visitó la nación norteafricana como parte de sus consultas con las partes libias, así como con los socios regionales e internacionales, para encontrar una solución a la crisis libia, de acuerdo con la agencia anteriormente mencionada.
Libia es víctima de una guerra de legitimación que enfrenta al Ejército Nacional Libio (LNA), liderado por el general Jalifa Haftar, quien desde abril de 2019 intenta extender su poder en las regiones que están aún en manos del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA). Haftar cuenta con el respaldo de Jordania, Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Sudán, Rusia y Francia; mientras que el Gobierno de Trípoli, respaldado por los Hermanos Musulmanes y reconocido internacionalmente por Naciones Unidas o Italia, recibe ayuda militar de Turquía y Qatar.