5.600 personas han sido ya retornadas a Marruecos, muchas de ellas de forma voluntaria y otras a través de las llamadas “devoluciones en caliente”

Ceuta, el sueño frustrado

photo_camera REUTERS/JON NAZCA - Un niño marroquí llora mientras nada usando botellas como flotador, cerca de la valla entre la frontera española y marroquí, después de que miles de migrantes cruzaran a nado la frontera, en Ceuta, España, 19 de mayo de 2021

La madrugada del 17 de mayo, miles de marroquíes comenzaron a cruzar la frontera española de manera irregular para llegar a Ceuta, sin encontrar resistencia alguna por parte de las fuerzas de seguridad de Marruecos. Al paso de las horas, las oleadas de inmigrantes se sucedieron hasta abarcar un total de 8.000 personas que habrían conseguido cruzar la frontera, una cifra sin precedentes.

La mayoría de ellos eran hombres jóvenes, pero también había una gran cantidad de adolescentes y niños, incluyendo familias enteras a los que se ha podido ver llegando a nado con flotadores. La imagen de un Guardia Civil español rescatando a un bebé de dos meses del mar ya ha quedado en la memoria de la sociedad como reflejo de una crisis social inédita. En declaraciones realizadas para COPE el agente Juan Francisco Valle declaró que "había padres y madres con hijos amarrados como podían, con telas, ropas, se tiraban al agua como fuese, y cada vez que los veíamos, nos íbamos al agua".

Mientras tanto, el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunciaba que el Gobierno ya estaría poniendo “todos los medios necesarios para proteger las fronteras y proceder a la devolución inmediata de las personas que están entrando ilegalmente en nuestro país", Marlaska continuaba defendiendo que “vamos a ser contundentes en la defensa de nuestras fronteras”.

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En esta línea, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha lanzado un contundente aviso en las últimas horas al país alauí: “Con España no se juega. No vamos a aceptar el más mínimo chantaje”. Junto a esto, Robles ha acusado a Rabat de vulnerar de forma deliberada las normas del derecho internacional al “lanzar” a menores a cruzar la frontera, poniendo en riesgo su salud e integridad.

A lo largo de esta madruga se ha sucedido un intento de entrada en Melilla por parte de un centenar de marroquíes, pero a diferencia de lo ocurrido el pasado lunes, la Policía marroquí han impedido su entrada.

De esta forma, 5.600 personas han sido ya devueltas en “devoluciones en caliente”, ampliamente criticadas por ONG especializadas. Sin embargo, estas devoluciones no se habrían producido únicamente durante esta crisis ya que se llevan practicando durante años. Algunas asociaciones critican estos métodos ya que no cuentan con garantías suficientes y “no están permitidas por ley”. 

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Desde Europa quieren dejar claro su apoyo a España en esta crisis y han querido recordar “que las fronteras españolas son fronteras europeas”, después de solicitar a Marruecos que respete los compromisos con España y combata la inmigración irregular.  Ursula von der Leyen tuiteaba el pasado martes la necesidad de contar con el “pacto de política migratoria europea con acuerdos con países terceros, una robusta protección de nuestras fronteras, solidaridad entre los Estados miembros y una política de migración legal”.

Esta masiva llegada de inmigrantes se ha producido en medio de una crisis diplomática entre España y Marruecos por acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. El líder, considerado un terrorista por Marruecos y acusado de presuntos delitos de genocidio, torturas y violación de los derechos humanos, estaría hospitalizado en Logroño por coronavirus. Desde el Ejecutivo se ha reiterado que su acogida viene derivada por “cuestiones humanitarias”.

Sin embargo, desde Marruecos estas respuestas no fueron suficientes y declaraciones emitidas por la actual embajadora de Marruecos en España diciendo que “hay actos con consecuencias y se tienen que asumir” ya vaticinaban una respuesta por parte del país alauí que afectaría directamente a España. 

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Más de la mitad de los inmigrantes han sido devueltos, pero los menores, como en incontables ocasiones, han sido los más perjudicados. Ahora con la playa del Tarajal más calmada con el cierre de las fronteras por parte de Marruecos, las Comunidades Autónomas ya se han pronunciado de cara a la acogida de los menores no acompañados. En este sentido, Castilla y León acogerá un total de 18 menores, Castilla la Mancha 14, Cataluña 15, Valencia 11, Galicia 20, junto con Madrid y Murcia 7.

A estas cifras les sigue Andalucía con una acogida de 13 menores, Asturias 11 y la Rioja, con un total de 17 acogidas. En esta línea, el Gobierno y las Comunidades Autónomas han acordado el reparto de 200 plazas de menores no acompañados que ya se encontraban en centros de protección de Ceuta para liberar el espacio y “acoger a los que han llegado en los últimos días”. En este sentido, 200 niños ya han sido traslados por el Ejército español a un nuevo recinto para que pasen una cuarentena.

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Mientras tanto, en unas viejas naves cercanas al Tarajal siguen deambulando unos 700 jóvenes a los que todavía no se han clasificado entre dos grupos que diferenciarían los mayores y los menores de 14 años. Se espera que parte de los menores que ya han sido registrados vuelvan a reunirse con sus familias, pero desde España se mantiene la espera con Marruecos, sumido todavía en un silencio absoluto, para garantizar que estos menores vuelvan con sus familias cumpliendo todas las garantías.

Sin embargo, otros niños se resisten a registrarse bajo el control de la Administración española por el miedo a ser devueltos a Marruecos. Desde el Ministerio de Interior tampoco se han pronunciado sobre aquellas devoluciones en caliente que se han producido en menores que acababan de salir del mar.  


 

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