La tensión entre Corea del Sur e Irán a raíz de la incautación de un petrolero de bandera surcoreana durante la pasada jornada, vive un nuevo episodio. Las autoridades iraníes acusan al petrolero con bandera de Corea del Sur de estar contaminando sus aguas, ya que, según ha trascendido, el buque transportaba productos químicos derivados del petróleo. Bajo esa premisa, la Guardia Revolucionaria iraní procedió a su incautación y traslado al puerto iraní de Bandar Abbas.
La reacción de Seúl ha sido inmediata. En primer lugar, se convocó al embajador iraní en la capital surcoreana, Said Badamchi Shabestari, para solicitar la inmediata liberación del buque Hankuk Chemi. En la reunión que mantuvo el embajador iraní con el director del departamento para África y Oriente Medio del Ministerio de Asuntos Exteriores coreano, Ko Kyung-sook, no se alcanzó ningún acuerdo para la puesta en libertad del buque y su tripulación, aunque el embajador iraní indicó que se encuentran en perfecto estado.

En segundo lugar, según un comunicado del Ministerio de Defensa surcoreano, se ha enviado a la zona la unidad naval Cheonghae, en la cual está integrada el destructor Choi Yung, para realizar labores de disuasión a la piratería de la zona, pero, también, para lanzar una señal a Teherán. La unidad naval se encargará de dar cobertura a los buques surcoreanos que transiten por el estrecho de Ormuz y las aguas del Golfo.
Irán ha estado aprovechándose de su acceso a estas aguas para hostigar esta importante ruta comercial y forzar a los países que la utilizan a hacer ciertas concesiones diplomáticas que alivien la situación que atraviesa el país debido a las sanciones que pesan sobre él.
Corea del Sur no es el primer país que sufre una situación como esta, ya Reino Unido tuvo que gestionar un problema similar en 2019. También se han producido varios ataques a este tipo de barcos en aguas del Golfo, algo que se ha visto con preocupación por el enorme tráfico que hay en esta ruta.

Estados Unidos también ha solicitado la liberación del petrolero de Corea del Sur, tildando la actuación iraní de chantaje. La relación entre Seúl y Teherán se encuentra en un momento delicado, debido al bloqueo de 7.000 millones de dólares en un banco surcoreano debido a la reactivación de las sanciones estadounidenses que han llevado a su congelación.
El desbloqueo de estos fondos iba a ser tratado en la reunión que mantendrán el viceministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur con las autoridades iraníes. Sin embargo, esta situación socava la buena voluntad que existía para llegar a un acuerdo por parte de Seúl.