Daesh asume la autoría del ataque en el que murió un policía tunecino

La organización yihadista Daesh asumió este lunes la autoría del ataque que el domingo causó la muerte a un policía tunecino en la ciudad costera de Susa, dejó gravemente herido a otro y acabó con la muerte a tiros de los tres presuntos terroristas.
En un escueto comunicado difundo por su brazo de propaganda Amaq a través de las redes sociales, la organización aseguró que fueron sus combatientes los autores del supuesto atentado, que aún está bajo investigación de la Guardia Nacional y el Ministerio del Interior de Túnez.
En declaraciones a la agencia oficial de noticias local TAP, el portavoz del departamento antiterrorista, Sofiène Sliti, anunció este lunes que efectivos de la Policía arrestaron esta madrugada a siete personas por su supuesta vinculación con el ataque, entre ellas la mujer de uno de los tres hombres abatidos, dos hermanos de otro de ellos, y tres reclutadores.
Las fuerzas de seguridad se incautaron, además, de armas blancas, teléfonos móviles y del vehículo utilizado para embestir a los agentes, agregó.
Los hechos ocurrieron el domingo cuando un vehículo arrolló a un patrulla de agentes que se encontraba en una rotonda de Port Kantauoi, la zona turística aledaña a Susa donde en 2015 un pistolero mató a 38 turistas en un ataque que también se atribuyó Daesh.
Según la versión oficial, tras el atropello los tres sospechosos se bajaron del vehículo y acuchillaron a los policías antes de huir.
Los tres fueron alcanzados, sin embargo, por otros agentes, que los abatieron a tiros, según el relato que ha trascendido a los medios.
Uno de los agentes, identificado como Sami Mrabet, falleció a causa de las heridas de bala recibidas en el tiroteo, mientras que un segundo policía, Rami Limam, se encuentra en coma inducido en el hospital de la región después de recibir varias cuchilladas en distintas partes del cuerpo.
Los ataques armados contra la Guardia Nacional tunecina se han multiplicado en los últimos dos años, en especial en la zona de Kasserine, en la frontera con Argelia, una región montañosa en la que grupos armados de Túnez y de otras zonas del Sahel se han establecido a raíz de las primaveras árabes.
Las acciones terroristas se han incrementado también en la capital del país durante el último año, el más reciente el pasado 6 de marzo, cuando dos presuntos suicidas que iban en una motocicleta detonaron un artefacto a la puerta de la Embajada de Estados Unidos.
Dos meses antes, una joven con un artefacto en el bolso se suicidó frente a una pareja de policías en la avenida Habib Bourguiba, principal arteria de la capital.
En 2015, tres atentados yihadistas en la capital y en Susa segaron la vida de 72 personas, 60 de ellas turistas extranjeros, y doce miembros de la guardia presidencial. Desde entonces el país se encuentra en estado de emergencia, que se renueva de manera periódica.
Los ataques hundieron el turismo, uno de los pilares de la economía tunecina, a la que aportaba el 14% del PIB.