El Ejército de Sudán toma Jartum

El Ejército de Sudán dirigido por Abdel Fattah Al-Burhan anunció la toma de la capital Jartum en el marco de la guerra civil que enfrenta a las Fuerzas Armadas contra los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) dirigidas por Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti.
Las Fuerzas Armadas de Sudán anunciaron tener el “control completo” de la capital Jartum, después de que días antes cercasen el palacio presidencial, que estaba controlado por las Fuerzas de Apoyo Rápido junto a otros puntos importantes radicados en la capital como el Aeropuerto de Jartum, el Banco Central de Sudán, la Torre de Telecomunicaciones Zain, la Torre Al-Fateh, las dependencias del primer ministro, la sede del Servicio de Seguridad e Inteligencia, el Ministerio del Interior y el de Asuntos Exteriores o instalaciones del Departamento de Defensa Aérea.

Según comunicado oficial del Ejército, los enfrentamientos permitieron consolidar la presencia militar en puntos estratégicos de la capital tras una ofensiva que dejó atrás cadáveres y equipo militar abandonado por la facción enemiga, considerada terrorista por las fuerzas militares oficialistas.
“Nuestras fuerzas han logrado limpiar por la fuerza y con habilidad el último reducto de la milicia terrorista en Jartum”, indicó el Ejército a través de un comunicado publicado en su cuenta oficial en Facebook.

El jefe del Ejército sudanés y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdel Fattah Al-Burhan, había llegado el miércoles al Aeropuerto Internacional de Jartum por primera vez desde el inicio de la guerra y se trasladó hasta el palacio presidencial, donde proclamó que la capital “había sido liberada”.

Por su parte, las FAR anunciaron una reorganización para resituarse en el marco de la guerra civil sudanesa que se lleva desarrollando durante los dos últimos años con la intención de “no rendirse” ante el avance del Ejército de Sudán. “No habrá ni retirada, ni rendición”, según anunciaron oficialmente las FAR.

“Nuestros destacamentos no han perdido ninguna batalla, pero se han reposicionado y abierto los frentes de batalla para asegurar el logro de sus objetivos militares, lo que finalmente conducirá a una victoria decisiva en esta batalla en beneficio del pueblo sudanés”, según la comunicación oficial de las Fuerzas de Apoyo Rápido.
El Ejército controla las regiones norte y este, mientras que las Fuerzas de Apoyo Rápido controlan partes del sur y toda la vasta región de Darfur, fronteriza con Chad al oeste, una zona que padece una tragedia de importantes dimensiones ya que más de nueve millones de personas necesitan ayuda humanitaria en la región ante la crisis que se padece por el conflicto sudanés.

La crisis política, militar y humanitaria de Sudán constituye una auténtica tragedia, como denuncia la propia Organización de Naciones Unidas (ONU).

La nación sudanesa está sumida en una crisis política y humanitaria trágica agravada por la guerra civil que se desarrolla entre el Ejército comandado por el general Abdel Fattah Al-Burhan y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido dirigidos por Mohamed Hamdan Dagalo, la cual se lleva desarrollando desde abril de 2023 y ha dejado ya más de 20.000 muertos y en torno a 14 millones de refugiados y desplazados.

Sudán vive una gran inestabilidad desde la caída del férreo régimen de Omar Al-Bashir, quien dirigió el país con mano de hierro durante 30 años. Las Fuerzas Armadas provocaron su caída en 2019 después de denuncias de abusos políticos, persecución y corrupción y se abrió un proceso de transición que no llegó a fructificar.

El propio Ejército dio un golpe de Estado en 2021 que acabó con el Gobierno civil del primer ministro Abdalla Hamdok y se instauró un régimen militar con Abdel Fattah Al-Burhan al frente, que tenía la intención también de desarrollar una transición democrática, que no prosperó, desembocando la situación en la actual guerra civil abierta entre facciones enfrentadas dentro del propio Ejército, divididas entre los partidarios de Al-Burhan, jefe del Consejo Soberano de Transición, y los de Hamdan Dagalo.