“Esperanza”, el campeón de la revolución tunecina

Por Adrián Álvarez

Tres años han pasado desde el inicio la Primavera Árabe. Tres años desde que el expresidente tunecino Zine el Abidine Ben Ali fue derrocado. Hoy, Túnez se enfrenta al reto de la transición democrática con optimismo y esperanza. En estos términos  transcurrió en la sede de Casa Árabe en Madrid, el pasado 26 de mayo, una conferencia sobre “La experiencia de la transición democrática en Túnez”. La ponencia corrió a cargo del presidente del movimiento islamista Ennahda, Rached Ghannouchi, quien habló del nuevo periodo que ha comenzado en el mundo árabe y, más concretamente, en Túnez. Rached Ghannouchi es musulmán, islamista, y se considera un  librepensador. Se vio obligado al exilio tras el fraude electoral, en las legislativas de 1989, llevado a cabo por el expresidente Ben Ali. Tras 22 años de exilio en  Londres, regresó a Túnez el 30 de enero de 2011, y lo hizo con alegría, optimismo y esperanza. Durante su intervención, en la que se mostró seguro y abierto a las preguntas, hizo hincapié en la importancia capital que tuvieron las redes sociales en el desarrollo y coordinación de la revolución tunecina en 2011; y llamó a la colaboración de España en los nuevos procesos de transición democrática abiertos en los países del norte de África: “España ha sido siempre un puente entre Occidente y el mundo árabe”.

Hubo también tiempo para el repaso de las claves del futuro éxito de la transición democrática en Túnez, las cuales pasan por los acuerdos de convivencia y tolerancia entre las diferentes religiones, pero sobre todo entre laicos e islamistas; el rechazo del fundamentalismo y del terrorismo; la protección de los derechos de los ciudadanos; y la fundamentación de la nueva Constitución de Túnez en el respeto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En definitiva, Ghannouchi se mostró optimista y conciliador en su discurso, asegurando que más países seguirán la hoja de ruta y el ejemplo de Túnez de cara a una transición democrática, y manifestó su tranquilidad ante la postura de Occidente: “Creemos que tenemos el apoyo tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos”.