La artillería española, clave en la misión OTAN en Letonia

A 259 kilómetros de Madrid, en la provincia de Burgos, se encuentra la Base Militar Cid Campeador, donde el regimiento de artillería de Campaña Número 11 trabaja sin descanso para “reforzar la artillería de las Grandes Unidades”, así como para “participar en misiones de carácter exterior”. 

Precisamente es esta unidad de artillería la que recientemente ha participado en el marco de la misión OTAN Presencia Avanzada Reforzada-Letonia, operación en la que han estado desplegados durante casi seis meses con el objetivo de contribuir a la defensa y a la disuasión, en un escenario de crecientes amenazas tras la invasión rusa sobre Ucrania.

Recién llegado de Letonia, hablamos con el capitán jefe de la batería de Artillería de Campaña en la misión eFP X (enhanced Forward Presence) en Letonia, Luis Ventas, quien nos ha relatado cual es el papel del Ejército español allí y ha destacado la gran contribución de España en la misión, subrayando la buena imagen que tienen el resto de los ejércitos sobre el hispano después de que ellos mismos afirmasen que la artillería española “es la mejor batería que había pasado en todas las rotaciones".

¿Cuál es tu valoración con el trabajo que se está desarrollando en Letonia? ¿Supone un punto de referencia para la artillería española?

Es la primera vez que una Batería de Artillería dotada de obús de calibre 155mm ATP y con radar contrabatería ARTHUR ha desplegado en una misión OTAN habiendo ejecutado acciones de fuego en una zona de operaciones.

Esto lógicamente ha supuesto un paso adelante porque a partir de ahora para la Artillería de Campaña hay una misión específica en el exterior que constituye una gran oportunidad. La Artillería de Campaña se une al resto de unidades españolas que están desplegadas fuera.

La misión tiene como objetivo mantener la disuasión frente a cualquier agresión a nuestros aliados bálticos, a través de un despliegue de naturaleza defensiva y responde al compromiso existente en el seno de la Alianza de ayudar a los países aliados. Hay cuatro Battle Groups en los países bálticos y en Polonia. El de Letonia en concreto es el más multinacional porque lo forman hasta 11 nacionalidades, con la reciente incorporación de Macedonia del norte. España es en número, la segunda fuerza que hay allí después de  Canadá. 

España tiene tres unidades desplegadas y tanto la unidad de ingenieros, como de infantería, como nosotros, la de artillería, han demostrado un elevado nivel de instrucción. Por lo tanto, la misión de Letonia para España significa dar un paso adelante en calidad desde 2017 para acá y para la Artillería de Campaña desde el 3 de marzo que desplegamos.

¿Cuándo hablas de despliegue, exactamente qué habéis desplegado?

La misión anterior a nuestro despliegue la conformaba un subgrupo táctico mecanizado, que es una unidad de infantería formada por una compañía con vehículos Pizarro, morteros, misiles contracarro, y una sección de carros Leopardo. Ese subgrupo táctico mecanizado, que lo manda un capitán, es muy potente y seguramente es la unidad que más capacidades aporta en la región.

Hay otro subgrupo italiano, hay otra compañía canadiense etc, pero sin duda el español es el subgrupo más potente. Por otro lado, la unidad de ingenieros, que solo la aporta España, consta de una sección de zapadores, más luego una sección de checos que están bajo órdenes de un capitán español. Además, ahora la misión se reforzó desde marzo con la incorporación de la artillería.

¿De qué se compone nuestra batería?

Hemos desplegado seis piezas, seis obuses ATP M109 sobre cadenas de 155 mm con alrededor de 20 km de alcance, aunque con municiones de alcance extendido se alcanzarían los 30 km. La orgánica de la batería son dos Secciones de Armas, con tres piezas cada una. Además, una Sección de Plana con elementos de topografía y reconocimiento, y una Sección de Enlace donde se encuadraban los observadores avanzados, el radar Arthur y un puesto de mando que servía de destacamento de enlace con la unidad a la que apoyamos.

Es una unidad muy potente que aporta unas capacidades Battle Group extraordinarias. Hay que destacar que hemos desplegado un radar Arthur de localizaciones de orígenes de fuego y trayectorias balísticas que orgánicamente pertenece al Grupo de Artillería de Información y Localización II/63, también del Mando de Artillería de Campaña, que tiene su base en León y que aporta una capacidad de alerta temprana a las tropas extraordinaria. Tácticamente ese radar despliega y cuando sale un proyectil enemigo el radar localiza desde dónde ha salido, con lo cual se detecta la ubicación de una batería de artillería o una sección de morteros. 

La batería española sin duda aporta un valor añadido a la misión de disuasión y defensa, en caso necesario. 

Dentro de esta misión, ¿qué cambios ha supuesto la invasión rusa de Ucrania? ¿en qué lo habéis notado vosotros?

Para nosotros, la misión no cambió nada. La misión desde que se inició hace cinco años era disuasión y defensa, y ha seguido siendo la misma. Lógicamente había más preocupación de las familias por la relativa proximidad. España dio un paso adelante reforzando las capacidades que teníamos desplegadas fruto del compromiso con los países de la Alianza, pero la misión como tal no ha cambiado en nada. 

¿No hubo ningún movimiento ruso que amenazara la misión?

Nada. La misión no cambió. La amenaza que existía desde que se inició la misión seguía siendo la misma durante la crisis de Ucrania. Nosotros seguimos haciendo nuestro trabajo antes de que empezara la crisis, durante y cuando finalizamos.

¿Cuál era vuestro trabajo día a día?

Nuestro trabajo diario fue el mantenimiento de la instrucción y el adiestramiento operativo alcanzado, que es entrenamiento en lenguaje militar, así como el mantenimiento de las capacidades que se desplazaron. Realizamos también instrucción junto con otros países para formar una unidad de combate que contribuya al objetivo de disuasión que tiene la OTAN en todo el flanco este.

Además, realizamos ejercicios y maniobras junto con todos los países que componen el batallón multinacional en el que estábamos encuadrados para afinar los procedimientos de actuación y de esta manera estar listos para el combate en cualquier momento. Cuando llegué allí durante la primera conversación que tuve con mi jefe, que era canadiense, él me dijo “quiero la batería lista para el combate ya”. Esas fueron las instrucciones que yo recibí. Una vez recepcionamos el material y preparamos todo logísticamente, en menos de diez días estábamos en el campo preparados para integrarnos con el resto de las unidades, algo que se hace a través de ejercicios.

Hemos hecho multitud de ejercicios con muchos países, hemos desplegado en el campo de maniobras y hemos realizado múltiples ejercicios de tiro. No ha supuesto un cambio en absoluto, porque en España utilizamos procedimientos OTAN. Lo único que ha cambiado es el idioma: en vez de hablar en español, hablábamos en inglés permanentemente. Los observadores y los puestos de mando tuvimos que adaptarnos a eso, y lo hicimos muy rápido. 

Ha sido una misión con un carácter más artículo 5 de la OTAN que tiene una consideración más relevante...

La misión de Letonia lleva desde 2017, con el nombre de “Enhanced Forward Presence”, que significa “Presencia Avanzada Reforzada”, creada después de los Tratados de Varsovia de 2016, con el objetivo indicado anteriormente de disuasión, por lo que no se puede englobar en una misión dentro del artículo 5 de la OTAN. 

El 28 de febrero de 2022 nos ordenaron desplegar y así lo hicimos el 3 de marzo los primeros quince militares. 
Nosotros allí estábamos más cerca de entrar en combate que aquí, pero es cuestión de estar preparados para ello. Nuestro trabajo sigue siendo el mismo aquí que allí. La motivación era superior porque lógicamente cuando te avisan con poco tiempo y despliegas vas muy motivado, pero la misión no cambia. Nuestro objetivo es estar preparados permanentemente para el combate.

En comparación con otras unidades de otros países que desplegaron al mismo tiempo, ellos tardaron más del doble en estar listos que nosotros. Lo conseguimos en un tiempo récord porque tenemos muy buena instrucción y la gente está muy preparada, eso es cuestión del día a día.

Con la guerra de Ucrania de fondo, ¿qué papel está jugando la artillería como tal?

Personalmente no es mi misión hacer seguimiento del conflicto, por lo tanto, desconozco qué papel juega la artillería allí. De todas formas, en el combate convencional la Artillería de Campaña es el arma más potente y decisiva que tienen los Ejércitos. Con la artillería bates objetivos y decides hacia dónde puede ir el conflicto, por lo que seguramente en Ucrania está teniendo un papel fundamental.

¿Los objetivos y las coordenadas del tiro van digitalizados? ¿Cómo seleccionáis el tiro y la longitud?

Nosotros en España, dentro de la Artillería de Campaña, tenemos un sistema de mando y control de apoyos de fuego llamado TALOS, de fabricación nacional, que resuelve no sólo el problema de cálculo balístico, sino que además gestiona todos los procedimientos establecidos en la doctrina. Pero no sólo es un sistema calculador, sino se emplea todo el proceso de planeamiento. En esta misión, de las once nacionalidades que hay allí el nuestro podría considerarse como el mejor sistema de mando y control de apoyos de fuego.

¿Cómo se trabaja con este sistema?

Uno planea unos objetivos sobre un plano, se van batiendo en diferentes fases y con apenas un botón se manda o se refrescan en los puestos de mando que quieras. Entonces, todos los puestos de mando tenemos esa información en tiempo real, por lo que, si aparece un objetivo y me mandan una petición de fuego, yo puedo batirla de forma instantánea, porque el cálculo de datos es muy preciso. 

Además, este sistema está integrado a través del protocolo ASCA con otros sistemas de mando y control de apoyos de fuego de países aliados, como es el caso de los Estados Unidos o Canadá desplegados también en la misión. De esta manera el intercambio de información de manera automática es ya una realidad. España validó esta integración en el ejercicio Dynamic Front del año 2021, realizado en Alemania y donde una Batería del GALCA I/63 también del MACA consiguió satisfacer los hitos necesarios para esta validación.
También se calculan datos a mano al mismo tiempo, para hacer siempre doble comprobación.

Las nuevas tecnologías entiendo que es un reto para vosotros porque la innovación y con las nuevas generaciones de sistemas, necesitáis estar a la última formación...

En el Ejército de Tierra existe la constante preocupación de mejora en procedimientos y evolución tecnológica para ser más eficientes con los recursos de los que disponemos. Nosotros, tecnológicamente, nos centramos en el uso constante del sistema de mando y control de apoyos de fuego. En concreto, el Mando de Artillería de Campaña lidera la evolución de este sistema de mando y control de apoyos de fuegos TALOS, siendo el Regimiento de Artillería de Campaña 11 en muy estrecha coordinación con el Cuartel General del MACA, quien se encarga de centralizar todos los procesos para desarrollo y mejora del TALOS, por lo que tenemos la fortuna de disponer de militares con una dedicación especial para mantener la evolución del Sistema en beneficio de la comunidad artillera. Esto a la vez es bonito y demandante, porque no te puedes estancar. De un mes al siguiente cambian cosas, y esos cambios son los que te permiten mantener instruida a tu gente y estar al día.

¿Cómo funciona exactamente la artillería?

La Artillería es el arma de apoyo al combate gracias a sus fuegos indirectos, para lo cual necesita saber exactamente las coordenadas de la ubicación de dónde están sus obuses o piezas de artillería y las coordenadas del objetivo que se pretende batir. Para lo primero necesita de la actuación de un equipo topográfico que levanta los asentamientos con la precisión requerida. Una vez que se tienen estos datos, y sabiendo dónde está el objetivo porque se ha adquirido con los distintos medios de adquisición de objetivos que se tengan, se resuelve el “problema balístico” y se puede batir el objetivo. Los mismos medios de adquisición de objetivos servirán para corregir las acciones de fuego realizadas, evaluar la eficacia de las mismas y análisis de efectos conseguidos. 

Dentro de esta misión OTAN, ¿qué reconocimiento tiene España?

Afortunadamente para nosotros España tenía muy buen nombre antes de nuestra llegada. Todas las rotaciones anteriores en Letonia habían hecho un trabajo excelente. Cuando me entrevistaba con mis jefes y compañeros, los canadienses me decían que les había asombrado la profesionalidad de los soldados españoles, mientras que los eslovacos dijeron que la mejor batería que había pasado en todas las rotaciones era la española. Yo se lo transmití a mi gente porque es un orgullo. El Ejército español ha desplegado allí unas altas capacidades y el nombre que tiene España es altísimo.

Además de la instrucción, allí se hacen competiciones tácticas y los récords de participación son siempre de España, y normalmente siempre las ganamos. Por poner un ejemplo, salió una oportunidad de participación en Polonia, a quince días de venirnos a España, de observadores avanzados. Mandé un equipo de dos observadores y quedaron segundos de toda la competición en la que participaban veinte equipos. Mi gente no se había preparado apenas la competición, mientras que los americanos y otros países llevaban varios meses preparándola.

Con ello quiero decir que nuestro nivel de instrucción es muy alto ya en España y cuando llegamos a Letonia, se sorprenden de lo bien que lo hace el soldado español.

En cuanto a los recursos sí que tengo que decir que bajo mi punto de vista, España pone las capacidades más potentes con el carro Leopardo, con el Pizarro, con los misiles contra carro, con morteros, con batería de artillería… Al final España ha contribuido en Letonia con medios que están al mismo nivel o incluso superior a los otros países.

La realidad que supone la situación actual tras la invasión rusa de Ucrania permite valorar mucho mejor lo que es tener unas Fuerzas Armadas competentes, operativas y eficaces. ¿Os sentís ahora mismo más valorados?

A nadie le gusta la guerra, pero la realidad es que ahora mismo la situación es la que es y existe esa amenaza. Ya en 2016 se decide la creación de los Battle Groups. Está claro que hay que estar allí, y no puede hacerlo alguien por nosotros. Si España quiere asegurar la convivencia pacífica o tener seguridad día a día está claro que la forma de hacerlo es cumplir con los compromisos adquiridos con nuestros aliados y desplegar con ellos. La disuasión es clave en esta situación.

El coronel jefe de la brigada letona cada vez que daba un discurso nos decía “hermanos de armas, os agradezco que mi familia viva en libertad gracias a vosotros”. No sólo contribuimos a la paz en Letonia, de esta forma estamos asegurando también la paz en España porque vivimos en un mundo global.
Afortunadamente los militares nos sentimos valorados por nuestra sociedad.

En otras misiones como Líbano, había en paralelo la congregación cívico-militar que aporta a la misión española el respaldo y el cariño de la población local que se ve ayudada por los soldados españoles. ¿Habéis tenido en Letonia ese tipo de experiencias?

La brigada letona tiene un departamento que, más de cooperación cívico-militar, es de comunicación, y nosotros dentro del Battle Group teníamos un departamento de comunicación bastante importante, porque para los letones lo relevante era que la gente conociera lo que se estaba haciendo, que supieran que Letonia es ahora mismo un país seguro gracias a la OTAN y que los países miembros han contribuido a esa seguridad mandando tropas y haciendo ejercicios.

De hecho, cada poco tiempo, se hacía una suerte de jornadas de puertas abiertas en varias poblaciones de Letonia a la que iban soldados españoles. Por ejemplo, yo he mandado tres vehículos para que visitaran estas poblaciones, donde se colocaban carteles y se hacían actividades con los niños para que la gente conozca la misión que hace la OTAN. 
Cuando se cumplió el V aniversario de la misión, que fue en junio, en Riga hubo durante varios días una exposición fotográfica de todo lo que ha hecho la misión durante estos cinco años. Allí en cualquier sitio que hemos ido nosotros, tanto con uniforme como luego de calle, la gente nos acogía estupendamente.

Esa cooperación cívico-militar para llevar alimentos a un colegio en África, como hicieron hace poco por ejemplo los compañeros del Ejército del Aire, no se da allí en Letonia. Lo que se hace es divulgar y comunicar lo que se hace en la misión. 

¿Cómo ha sido la relación con las familias en esta misión?

Para nosotros, más que difícil, ha sido demandante. Para las familias yo creo que más, porque a nosotros nos dieron la orden el 28 de febrero y tres días más tarde estábamos allí. A todo el mundo nos cogió de imprevisto, pero sabíamos que teníamos que reaccionar rápidamente para cumplimiento de las órdenes recibidas.

El día que mi General me dio la orden a las diez de la mañana, yo llegué a mi base a las dos de la tarde y todo el mundo era voluntario para ir a Letonia. Además, no sabíamos nada más, sólo sabíamos que nos íbamos a hacer aquello para lo que estamos preparados.

Las familias dijeron que no había problema porque comprenden que es nuestro trabajo y es para lo que nos estamos preparando, por lo que todo el mundo respondió de forma espectacular. Yo creo que gran parte del éxito de la misión es gracias al apoyo recibido de las familias.

Yo, personalmente, he tenido la gran suerte de que mi mujer es militar y entiende perfectamente la situación.

La parte de estar allí es dura, porque echas de menos a tu familia, pero es bonita porque disfrutas y estás centrado en el cumplimiento de la misión. Estar aquí es difícil porque tienes tu trabajo diario, te encargas de la familia, echas de menos a quien se ha ido y tienes tiempo para pensar. En Letonia, llamaba a mi mujer y a mi hija cuando acababa la jornada, que era muy tarde. Cenaba rápido y las llamaba, por lo que desconectaba de la misión tres minutos antes de la llamada y después me acostaba. No tenía tiempo para pensar. En cambio, aquí tienes más tiempo para eso. Pero gracias al esfuerzo de las familias hemos podido cumplir con la misión.

A nosotros, los periodistas, cuando estás en zona de conflicto, ves los riesgos y el peligro que hay, pero las familias no. En este sentido, es importante el papel de los medios de comunicación para aportar una información veraz y rigurosa...

Sí, el papel de los medios de comunicación en los conflictos actuales es cada vez más importante. Al principio es verdad que no quieres pensar en ello, en esa parte de peligro. En febrero, las noticias en España siguieron principalmente el conflicto en Ucrania y todo el mundo lo relacionó, a pesar de la gran distancia que separa Ucrania de Letonia.
Nosotros íbamos a un país que es seguro. Lo que pasa es que fuimos en un momento en el que no sabías cómo podía derivar la situación. 
La realidad en Letonia era bien distinta, puesto que lo que estaba sucediendo en Ucrania no era extrapolable en absoluto. Es cierto que tiene frontera con Rusia y ahí estamos por algo, pero el conflicto ucraniano nos quedaba un poco lejos. 

La visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, os sirvió para dar visibilidad y seguridad...

Entiendo que entre otros objetivos, pero también sirvió para remarcar el compromiso de España con la paz junto con sus aliados y sobre todo hacer sentir el agradecimiento y el apoyo cercano a todos los componentes de la misión eFP en Letonia.

Además tuvimos la fortuna de que la Sra. Ministra pudiera presenciar nuestro primer ejercicio de fuego real dentro de la programación establecida y de esta manera comprobar sobre el terreno la capacidad de contribuir a esa disuasión dentro de los países bálticos. Su cercanía llegó hasta el último de los artilleros que allí estuvimos.
Anteriormente, a los pocos días de estar todos en Letonia, nuestro Presidente de Gobierno también visitó al contingente español en Letonia. A nivel internacional recibimos la visita del jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el presidente de Canadá, Justin Trudeau.

Nosotros cumplimos nuestra misión independientemente de cualquier situación, pero lógicamente, cualquier apoyo es bienvenido, no obstante el militar trabaja siempre buscando la íntima satisfacción del deber cumplido.

¿Cómo son los encuentros después con la familia?

En nuestro caso, a pesar de cómo se desarrolló el cumplimiento de la misión en lo relativo a la rapidez de respuesta, gracias también a las comunicaciones actuales y al relativo corto periodo de tiempo que estuvimos en la misión OTAN en Letonia, el encuentro posterior con las familias ha sido ideal, puesto que no ha dado tiempo a notar esa separación física a la que hemos estado expuestos.

El reencuentro fue emotivo en todos los sentidos como no puede ser de otra manera y además eso unido a la coincidencia con el periodo de descanso en verano, hará que estos meses de separación se desvanezcan pronto.

A nivel profesional, ¿cuál es tu próximo desafío?

Nosotros ahora tenemos un periodo de descanso y enseguida retomaremos las actividades. Además, tenemos que reintegrarnos en la programación de actividades y ejercicios en las que está involucrado nuestro Grupo de Artillería y tenemos muchas actividades de adiestramiento hasta la finalización del año.

Lo primero, una vez que regresemos, reharemos toda la unidad cuando nos incorporemos todos. Tenemos material que se ha ido a Letonia, por lo que tendremos que recibir material de otras unidades para equiparar, por lo que será un trabajo logístico importante, para posteriormente continuar con nuestros objetivos de instrucción y adiestramiento.

Personalmente, espero seguir en mi puesto de jefe de batería de armas todo este año que me queda en el Regimiento y el verano que viene, por exigencias del perfil de carrera, tendré que cambiar obligatoriamente de destino.