Un misil hutí deja cinco heridos en la ciudad saudí de Jizán
El portavoz de la Defensa Civil de Jizán, una ciudad localizada en el extremo suroeste de Arabia Saudí, ha denunciado este martes la caída de un proyectil militar en la región lanzado por los hutíes que habría dejado al menos cinco heridos, según recoge la agencia de noticias estatal SPA.
Mohamed bin Yahya al-Ghamdi añadió que el proyectil habría sido lanzado por la “organización respaldada por Irán” hacia la ciudad de Jizán, una localidad fronteriza situada a 60 kilómetros de Yemen, desde donde habría sido lanzado el misil.
Este cayó en la vía pública y habría afectado a cinco civiles, entre los que se incluyen tres ciudadanos saudíes y dos yemeníes. “Los procedimientos adoptados en tales casos se han implementado de inmediato”, aseguró Al-Ghamdi. Estos fueron trasladados al hospital para recibir atención médica. La metralla también dañó dos residencias, un bazar de alimentación y tres vehículos de civiles.
“A pesar del continuo apoyo del Reino a Yemen, la milicia hutí respaldada por los iraníes no solo se desentiende de dicha ayuda, sino que continúa con su descarada agresión a los territorios saudíes”, afirmó el embajador saudí ante la Unión Europea, Saad Mohammed Alarify. “La comunidad internacional debe poner fin a estas absurdas acciones”, sentenció.
El secretario general de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), Yousef bin Ahmed al-Othaimeen, ha condenado enérgicamente el último ataque de “la milicia terrorista hutí”. La OCI, organismo compuesto por numerosos Estados musulmanes y con sede en Yeda, envió el apoyo a Arabia Saudí “en todas las medidas que tome para preservar su seguridad, estabilidad y la seguridad de sus ciudadanos y residentes” a través de un comunicado recogido por la agencia SPA.
La Embajada de Estados Unidos en el Reino, por su parte, también ha condenado el ataque. En un comunicado remitido a través de Twitter, el consulado ha hecho un llamamiento a los hutíes “para que dejen de atacar a civiles inocentes y se comprometan en el proceso diplomático para poner fin a este conflicto”.
La última ofensiva hutí se produjo el pasado sábado, cuando las autoridades saudíes interceptaron un ataque con misiles sobre Riad y drones cargados de bombas que tenían como objetivo la provincia de Jizán. A principios de febrero, además, los hutíes atacaron un avión de pasajeros vacío en el aeropuerto saudí de Abha con un dron cargado de bombas.
El portavoz de las Fuerzas Armadas hutíes, Yahya Sarea, informó entonces que “en represalia a la continua escalada y bloqueo de la agresión a Yemen y a su querido pueblo, la Fuerza Aérea y las Fuerzas de Misiles llevaron a cabo una amplia y conjunta operación ofensiva hacia la profundidad saudí, que denominaron Quinto Equilibrio de Disuasión”.
La operación se llevó a cabo con un misil balístico Zulfiqar y quince drones, incluidos nueve Sammad tres dirigidos “a lugares sensibles” de la capital saudí. Así como seis aviones no tripulados Qasef 2k, que atacaron sitios militares en Abha y Khamis Mushait, indicó el propio Sarea. “Las Fuerzas Armadas hutíes confirman que sus operaciones continúan y se expandirán aún más mientras dure la agresión y el asedio a Yemen”, sentenció.
No hubo víctimas, aunque la televisión estatal Al-Ekhbariya dijo que algunos fragmentos del misil se esparcieron por varios vecindarios de Riad, y dañaron al menos una vivienda. El general de brigada Turki al-Malki, portavoz de la coalición liderada por Arabia Saudí, manifestó que la intención de la milicia chií es atacar a los civiles de una forma “sistemática y deliberada”.
La organización respaldada por Irán en Yemen lleva meses intensificando sus ataques contra Arabia Saudí. Los últimos ataques en suelo saudí han comprendido lanzamientos de misiles balísticos y drones cargados de explosivos. El objetivo es, según fuentes de la propia organización, dañar los aeropuertos del Reino e inutilizar los hangares militares.
Los hutíes han intensificado en las últimas semanas sus ataques contra la ciudad de Marib y su gobernación. Los analistas indican que la milicia chií espera reforzar su posición en las hipotéticas negociaciones de paz si conquista el territorio. Aunque la gobernación norteña es una zona estratégica rica en petróleo y gas, así como el último bastión del Gobierno reconocido internacionalmente en el norte de Yemen.
Las encarnizadas batallas de las que está siendo testigo Marib explican las ofensivas hutíes en suelo saudí. El Ejército del Reino defiende y combate la gobernación ante la milicia chií apoyada desde Teherán, mientras que los hutíes tratan de debilitar la posición de Arabia Saudí tras fomentar la inseguridad en el interior de sus fronteras.
El ataque a Marib coincide, además, con un esfuerzo por parte de Estados Unidos y la comunidad internacional por resolver el conflicto yemení por medios diplomáticos. La llegada de la Administración Biden trajo consigo la retirada de la designación de los hutíes como organización terrorista, y EEUU ha declarado el fin de su apoyo a la coalición liderada por Arabia Saudí.
