La organización terrorista ha secuestrado y ejecutado a tres militares en la provincia de Homs

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos alerta de la presencia de células de Daesh en el desierto de Siria

photo_camera AFP/BARK ALKASEM - Mercenarios sirios apoyados por Turquía se reúnen en la parte trasera de un vehículo blindado en la ciudad de Afis, en las afueras de la ciudad de Saraqeb

Los asuntos relacionados con la seguridad suelen ocupar los primeros puestos en las agendas de los distintos gobiernos nacionales. Sin embargo, la crisis provocada por la pandemia del coronavirus ha obligado a estas naciones a poner el foco de atención en otras materias que, hasta entonces, habían estado relegadas a un segundo plano. Este vacío institucional ha sido ocupado tanto por el grupo terrorista Daesh como por Al Qaeda, que a pesar de ver el coronavirus como una amenaza para sus combatientes, también lo ven como una oportunidad para ganar partidarios y recuperar su protagonismo perdido.  

En este contexto, Daesh ha secuestrado y ejecutado a tres militares, un coronel de las fuerzas del régimen y dos soldados, cerca de la aldea de Al-Rashwaniya en el desierto sirio de Homs, según ha informado el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), que a su vez ha alertado de que las células de dicho grupo yihadista están cada vez más activas en las zonas desérticas de Siria. 

Combatientes sirios apoyados por Turquía se suben a un tanque con la bandera islámica utilizada por Hayat Tahrir al-Sham en Saraqeb, el 27 de febrero de 2020

Asimismo, el SOHR ha subrayado que el número de bajas desde el 24 de marzo hasta la fecha ha aumentado. Este organismo, con sede en Londres, ha confirmado la muerte de cuatro civiles y de dos pastores como resultado de los ataques de este grupo. En este período, el Observatorio también ha documentado la muerte de al menos 119 miembros de Daesh en ataques y bombardeos.

International Crisis Group ya advirtió que la pandemia amenaza la solidaridad mundial; una solidaridad que es clave para luchar contra los extremistas. “Es casi seguro que COVID-19 obstaculizará los esfuerzos de seguridad nacional y la cooperación internacional contra Daesh, permitiendo a los yihadistas preparar mejor los espectaculares ataques terroristas”, han asegurado, según ha recogido el diario The New York Times. De hecho, desde que comenzó la pandemia del coronavirus, Egipto ha informado de un repunte de los ataques de Daesh en la parte septentrional de la península del Sinaí. 

Edificios destruidos en una calle desierta en Homs

Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) anunciaron el 23 de marzo de 2019 la caída del denominado califato territorial de Daesh, tras hacerse con el control de Baghuz. Aun así, este grupo terrorista ha seguido estando presente en distintos lugares de Siria y en otros puntos de la región. Durante las últimas semanas, tanto Daesh como Al Qaeda han estado publicando mensajes extremistas, afirmando que el coronavirus es un castigo para aquellos que no son fieles a la religión musulmana, y ha instado a sus seguidores a arrepentirse y a cuidarse, según ha recogido el diario estadounidense The New York Times. 

El secuestro y la posterior ejecución de estos tres militares ha tenido lugar apenas dos días después de que los prisioneros de este grupo yihadista se amotinasen en la prisión de Geweran, en la ciudad de Hasaka. Los prisioneros destruyeron las puertas de las celdas y cavaron túneles bajo las mismas. El portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), Kino Gabriel, explicó en un comunicado de prensa que ningún prisionero escapó. 

Miembros de la fuerza de seguridad interna distribuyen alimentos a los prisioneros dentro de la prisión central de Derick

“Los terroristas de Daesh lograron destruir las puertas internas de las celdas, crear agujeros en las paredes de los dormitorios y controlar la planta baja de la prisión. Sobre esta base, las fuerzas antiterroristas de las Fuerzas Armadas de Defensa interfirieron directamente, terminaron con la desobediencia en curso, y aseguraron el centro y a todos los detenidos dentro de él. Confirmamos que ningún prisionero ha escapado y que la situación en el centro de detención está completamente bajo control”, ha asegurado el portavoz.

El secretario general adjunto de la Oficina de Naciones Unidas Contra el Terrorismo (UNOCT), Vladimir Voronkov, insistió a principios del mes de febrero de que Daesh seguía siendo una amenaza terrorista, a pesar de la pérdida de sus territorios en Siria e Irak y la muerte en octubre de su líder, Abú Bakr al Baghdadi.  “Las filiales regionales de Daesh siguen persiguiendo una estrategia de afianzamiento en las zonas en conflicto explotando las disputas locales”, aseguró en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU. En esta misma intervención, advirtió de que el grupo busca resurgir y recuperar relevancia global perdida durante los últimos meses, tanto virtual como real, aspirando a restablecer su capacidad y reanudar sus operaciones internacionales de gran complejidad.

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