Algunos medios incluso están apuntando a que el Gobierno está planeando una reorganización del gabinete

El presidente de Argelia inicia una ronda de contactos con la oposición para unas posibles elecciones anticipadas

PHOTO/AFP - El presidente argelino Abdelmadjid Tebboune

El mandatario argelino, Abdelmadjid Tebboune, que se encontraba en Alemania por problemas de salud, ha regresado al país y reanudado su agenda este fin de semana con una ronda de consultas a los partidos políticos, incluidos los de la oposición, con vistas a la celebración de elecciones legislativas anticipadas, según han dejado caer representantes de algunos partidos. 

Según el presidente del nacionalista Frente El Moustakbel, Abdelaziz Belaïd, el jefe de Estado “planea disolver el Parlamento y organizar elecciones legislativas anticipadas (…) La disolución del Parlamento podría tener lugar en los próximos días, quizás el jueves”, dijo al canal de televisión privado Echorouk el pasado domingo. 

Sofiane Djilali, líder del opositor Jil Jadid, en una entrevista para el canal 24hdz, aseguró que las elecciones programadas para 2022 se llevarán a cabo “a más tardar en junio de 2021”. 

Dos de las principales fuerzas políticas opositoras recibidas por Tebboune fueron el Movimiento de la Sociedad por la Paz (MSP), principal partido de la oposición y de corte islamista, y el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), uno de los partidos opositores más antiguos. 

Manifestantes portan pancartas y banderas durante una protesta en la que se exige la destitución de la élite gobernante y el enjuiciamiento de antiguos funcionarios vinculados al expresidente Abdelaziz Bouteflika, en Argel (Argelia), el 14 de junio de 2019

En un comunicado, la FFS instó al presidente del país a “tomar medidas enérgicas que devuelvan la confianza a los argelinos y reflejen una voluntad política real para lograr el cambio deseado”. La formación socialista además exige la liberación de los presos de conciencia, la apertura del campo político y mediático, y el levantamiento de las restricciones al ejercicio de libertades fundamentales, individuales y colectivas”. Otra de las exigencias es el fin del acoso a activistas políticos, asociaciones y sindicalistas. 

Tebboune, de 75 años, regresó a Argel el viernes después de ser hospitalizado durante un mes en Alemania, donde se sometió a una cirugía en el pie derecho debido a complicaciones generadas por la COVID-19. A su llegada fue recibido en el aeropuerto de Bufarik, al oeste de la capital, por el presidente en funciones del Consejo de la Nación, Salá Gudjil. 

Las reuniones se llevaron a cabo entre el sábado y el domingo en un contexto de tensión social a medida que se acerca el segundo aniversario de Hirak, el movimiento popular de protesta que tomó las calles el 22 de febrero de 2019 para exigir reformas democráticas y que terminó con la renuncia de Abdelaziz Bouteflika, que estuvo al frente de Argelia durante 20 años. 

Durante sus últimos años al frente del país, el anciano expresidente tenía un estado de salud muy deteriorado, después de sufrir un derrame cerebral en 2013 que le dejó incapacitado para ejercer la presidencia. Aun con eso, intentó presentarse a un quinto mandato, pero el clamor de las calles le obligó a desistir. 

Ocho meses después fue elegido Tebboune, que además del diálogo que ahora ofrece a los distintos partidos políticos, se mostró favorable, tras su elección, a una reforma de la Constitución, que, sin embargo, fue rechazada por la mayoría de los manifestantes, que ven en Tebboune una continuación del régimen de Bouteflika y los principales males que aquejan al país del Magreb, como la corrupción.

Abdelaziz Bouteflika

A finales de enero, dos ex primeros ministros, Ahmed Ouyahia y Abdelmalek Sellal, por un caso de corrupción relacionado con una compañía de automóviles y la financiación ilegal de la última campaña electoral de Bouteflika, fueron condenados a 15 y 12 años respectivamente. 

Un cuantioso número de empresarios y personas del entorno de Bouteflika han sido detenidos desde su salida del poder. El poder judicial asegura que trabaja de forma independiente y sin recibir órdenes, sin embargo, los manifestantes no se muestran satisfechos con su actuación. 

A pesar de las promesas de democratización del país, todavía existe represión contra activistas políticos por su participación en protestas y sus comentarios en redes sociales. Es el caso de Ualid Kechida, que fue detenido por publicar caricaturas críticas con el presidente del país y fue condenado a tres años de cárcel. Aunque finalmente, el fundador del grupo de Facebook “Hirak Memes” vio rebajada su condena a un año de prisión, con seis meses suspendidos, por lo que abandonó la cárcel al descontarse el tiempo que pasó en prisión preventiva. 

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