Raúl Redondo
Pie de foto: El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-un. Corea del Norte confirmó el martes que Kim visitará pronto Rusia para reunirse con Putin. AP PHOTO/DIMITRI LOVETSKY/EVAN VUCCI
Corea del Norte ha confirmado que su líder Kim Jong-un visitará la ciudad rusa de Vladivostok el 25 de abril para tener un encuentro al más alto nivel con el presidente ruso, Vladimir Putin, algo que también fue confirmado por Moscú.
La agencia estatal de noticias norcoreana KCNA indicó que el mandatario de Corea del Norte “realizará pronto una visita a la Federación Rusa bajo invitación de Vladimir Vladimirovich Putin, presidente de la Federación Rusa”. “Ambos mantendrán conversaciones durante la visita”, agregó la KCNA. Por su parte, el Kremlin también anunció el encuentro entre Kim Jong-un y Vladimir Putin a lo largo de los próximos días, en lo que supondrá la primera cumbre bilateral entre ambos.
No se han dado detalles sobre la reunión, pero se especula con la posibilidad de que la cita se lleve a cabo en la ciudad rusa de Vladivostok, en el extremo oriente del país ruso, a unos 300 kilómetros de la frontera entre ambas naciones. Un compromiso al que Kim Jong-un podría llegar en su tren blindado. Desde medios japoneses, rusos y surcoreanos se estima que la visita durará en torno a tres días, siendo el día 25 el elegido para el encuentro personal con el presidente ruso, todo ello sin confirmación oficial de los detalles por ninguna de las dos partes.
Esta cumbre llega en un momento importante dentro de la diplomacia internacional por la presión exterior que soporta el régimen norcoreano, sometido a sanciones internacionales por el programa nuclear desarrollado; unas sanciones que debilitan su ya maltrecha economía (con una población que ha venido sufriendo durante estos años problemas de alimentación, según organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas, mientras se denuncia el ingente gasto, por otro lado, en materia militar por parte de la dictadura).
En ese sentido, continúan las exigencias por parte de EEUU para el diálogo de desnuclearización de Corea del Norte. Precisamente, Donald Trump, presidente estadounidense, ha llegado a afirmar recientemente que el régimen norcoreano no está preparado, de momento, para renunciar a su programa nuclear, tras la última cumbre bilateral que hubo entre el mandatario norteamericano y Kim Jong-un en Hanoi. Aunque no se descarta que en un futuro sí se puedan dar las condiciones para avanzar en la buena dirección.
Trump explicó tras esa cumbre que Corea del Norte pretendía una desnuclearización, pero parcial en lugar de total. “Ellos querían desnuclearizar ciertas zonas y yo todo”, afirmó el presidente republicano, quien indicó que no quería levantar las sanciones si no había un “programa real”.
Según el presidente Trump, Kim le ofreció desmantelar el centro de investigación nuclear de Yongbyon, donde produce su combustible para bombas atómicas, pero a cambio pidió un levantamiento de sanciones que Washington consideró inaceptable. Ante este argumento, Corea del Norte esgrimió que sí ofrecieron cerrar el citado centro de investigación, pero sólo a cambio de retirar una parte de las sanciones, las referidas al ámbito económico, y no todas.
Seguramente, el asunto del programa nuclear de Corea del Norte será tratado en la próxima Cumbre del G-20, que se celebrará este mes de junio en la ciudad japonesa de Osaka, antesala de la que se celebrará en 2020 en Arabia Saudí. Previa a esta cita, el presidente de Japón, Shinzo Abe, visitará oficialmente EEUU para reunirse con el presidente Donald Trump los días 26 y 27 de abril y ahí, además de temas de comercio bilateral, se abordará también la problemática de la desnuclearización de Corea del Norte, la cual no ve factible a corto plazo el propio Trump.