El Ejército de Bachar Al-Asad, apoyado por cazas rusos, ha rechazado el ataque, que ha tenido lugar en la localidad de Nairab

Ankara apoya una ofensiva de los rebeldes sirios a las afueras de Idlib

photo_camera AFP/MOHAMMED AL-RIFAI - Esta foto tomada el 20 de febrero de 2020 muestra columnas de humo que se elevan tras un ataque aéreo de las fuerzas progubernamentales en el sector occidental de Idlib

La situación en el noroeste de Siria continúa empeorando. En las últimas horas, se han registrado intensos combates en la localidad de Nairab, a apenas diez kilómetros al este de la ciudad de Idlib. Según ha informado el Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, el opositor Frente de Liberación Nacional ha lanzado un ataque respaldado por la artillería de las Fuerzas Armadas turcas contra las unidades del Ejército de Bachar al-Asad

Combatientes rebeldes apoyados por Turquía disparan un obús hacia las posiciones de las fuerzas del gobierno sirio cerca del pueblo de Neirab en la provincia de Idlib, Siria, el jueves 20 de febrero de 2020

Los atacantes se las arreglaron inicialmente para romper la resistencia siria y tomar la ciudad, pero fue un éxito efímero. El Ejército de Al-Asad contraatacó con ayuda de los cazas rusos Sukhoi-24, según la agencia de noticias oficialista SANA, y recuperó la ciudad a las pocas horas. Las unidades turcas solamente cesaron su bombardeo sobre las posiciones sirias cuando fueron advertidas por las autoridades rusas.

El episodio, calificado de “terrorista” desde Damasco y Moscú, se ha saldado, como ha informado SANA, con dos soldados turcos muertos y decenas de bajas en el bando de las milicias proturcas. Además, la aviación rusa ha infligido un golpe notable al despliegue terrestre de Ankara sobre el terreno, pues un tanque, seis vehículos de combate y cinco camionetas utilizadas por los rebeldes han sido destruidos. 

Fotografía de archivo de un bombardero ruso Sukhoi Su-24

Los combates no se han quedado ahí y las escaramuzas han seguido sucediéndose en los alrededores, sobre todo en la zona de Saraqeb, donde, hace unas semanas, un ataque de artillería sirio sobre un puesto de control turco mató a ocho soldados y un civil de esta nacionalidad. Se considera que fue el detonante de la actual escalada bélica. Los últimos intercambios de disparos se han registrado, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), en las localidades de Afes y Maarrat Alya.

Mercenarios sirios apoyados por Turquía se preparan para disparar proyectiles sobre las posiciones del Ejército de Al-Asad sobre Nairab
Idlib y Alepo, últimos reductos de resistencia

El episodio acaecido este jueves se produce apenas dos días después de que Recep Tayyip Erdogan anunciase públicamente una ofensiva inminente de sus tropas sobre suelo sirio. Turquía está buscando combatir el avance de las tropas de Al-Asad sobre la provincia de Idlib. Es allí donde se encuentran los últimos rescoldos de resistencia a Damasco, reavivados en los últimos meses gracias al apoyo turco.

Soldados turcos se despliegan en una posición cercana a Nairab. Erdogan ha ido incrementando progresivamente la presencia de sus tropas en las últimas semanas

Los dos frentes abiertos se encuentran en Idlib capital y en Alepo. En las cercanías de esta última ciudad, tanto las milicias aliadas de Turquía como el Ejército sirio han continuado su actividad. Según fuentes del SOHR, ha habido combates en los pueblos de Qumaynas, Tal Musaybin y Sarmin. Por su parte, la aviación rusa ha descargado sendos bombardeos sobre Shahranaz y Horta, algo más al sur.

A cuenta del conflicto sirio, las relaciones entre Moscú y Ankara están cada vez más desgastadas. “Este incidente viola los acuerdos ruso-turcos, destinados a separar a la oposición armada de los terroristas y crear la zona desmilitarizada, y puede causar la posterior escalada del conflicto en esta parte del territorio nacional de Siria”, ha advertido en una rueda de prensa Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.

Combatientes sirios apoyados por Turquía dentro de un vehículo en la ciudad de Qumaynas, en la provincia noroccidental de Idlib, el 20 de febrero de 2020

Turquía, a su vez, acusa a Al-Asad de haberse saltado los llamados Acuerdos de Sochi en su campaña para retomar Idlib. La agencia Anadolu, afín al Ejecutivo de Erdogan, cita a fuentes de la oposición moderada de esta ciudad que lamentan que el régimen de Damasco esté “poniendo a los civiles en el punto de mira”.

Combatientes apoyados por Turquía se reúnen en una posición al este de la ciudad de Idlib, en el noroeste de Siria, el 20 de febrero de 2020
Emergencia humanitaria

Mientras crece el temor a que se intensifiquen los enfrentamientos directos sobre el terreno entre Rusia y Turquía, las dos grandes potencias sobre el terreno tras la retirada de Estados Unidos, la situación humanitaria en el noroeste de Siria es, desde luego, de emergencia. Desde el pasado mes de diciembre, Naciones Unidas calcula que más de 900.000 personas se han visto forzadas a dejar sus hogares en Idlib, Alepo y los alrededores. La caravana de refugiados se dirige, mayoritariamente, hacia el norte, a la frontera con Turquía. 

A Erdogan, por tanto, se le viene encima un nutrido flujo de personas desplazadas. Sin embargo, su país ya acoge en su territorio a más de tres millones y medios de refugiados, procedentes en su mayoría de Siria. El Gobierno de Ankara ya ha avisado en más de una ocasión que la región sudeste está prácticamente saturada y se plantea romper los acuerdos con la Unión Europea, por lo que las corrientes de refugiados podrían llegar a suelo comunitario.

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía

Bruselas, por su parte, ha pedido el cese inmediato de las hostilidades en Idlib. En una declaración conjunta, el Consejo Europeo ha instado a ambos bandos a que se respeten las normas de derecho internacional humanitario. La institución urge al diálogo para que se pueda llegar a un alto el fuego permanente y, del mismo modo, a que los crímenes cometidos en el curso de la guerra, que dura ya más de nueve años, sean investigados por la Corte Penal Internacional.

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