Turquía ya ha demostrado sus pretensiones por acercarse a los países árabes con el fin de llevar a cabo políticas de cooperación y reconciliación, dejando atrás las disputas. La larga trayectoria de Turquía de desavenencias con una amplia lista de países enemigos no facilita el posicionamiento fuerte y estratégico de Turquía en materia de política exterior. Por ello, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decidió comenzar un acercamiento con uno de los países más influyentes del Golfo pérsico, Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, Emiratos no es el único país de la península arábiga con el que ha trazado los primeros pasos para iniciar una etapa de reconciliación.
Con este pretexto, Turquía ha mostrado su deseo de querer acercarse a Arabia Saudí, el exportador e importador líder del mundo árabe. A la última llamada protagonizada por el príncipe heredero de Abu Dabi, el jeque Mohamed bin Zayed al-Nahyan y el mandatario turco, ahora le sucede una misiva enviada por el presidente del parlamento turco, Mustafá Sentop, dirigida al jefe del Consejo de la Shura saudí, Abdullah bin Mohammed Al-Sheikh, para transmitirle su felicitación por el Día Nacional del Reino, según ha destacado el sitio web turco “Watan”.

Sentop ha expresado su “deseo sincero” de mejorar las relaciones parlamentarias con el Reino de Arabia Saudí con el que indica que posee “lazos históricos y culturales comunes”. Esta positiva declaración deja entrever las aspiraciones turcas por mantener una estrecha relación diplomática con ciertos países árabes, a pesar de los desacuerdos que se han ido librando durante los últimos años.
En este contexto de apaciguamiento, cabe mencionar los recientes acercamientos que se estarían efectuando entre Egipto y Turquía. A pesar de los importantes desencuentros debido al derrocamiento en el año 2013 del líder de los Hermanos Musulmanes y gran aliado, además, de Erdogan, Mohamed Mursi, ambos países han querido dejar atrás todas causas que les separan para subrayar aquellas materias de las que ambos pueden sacar beneficio.
Anteriormente, el ministro turco Mevlut Cavusoglu expresó que “el proceso de normalización con Egipto continúa y hemos desarrollado una hoja de ruta para ello”. A esto, Cavusoglu ha expresado sus esperanzas puestas sobre las relaciones entre Ankara y Riad, afirmando su deseo porque “sigan mejorando”, indicando, de esta forma, la necesidad de seguir marcando pasos en este camino.
De acuerdo con diferentes fuentes, una de las principales bases que habrían motivado a que Turquía promulgue su acercamiento con diferentes países árabes como Arabia Saudí sería el respeto religioso. Si a ello le sumamos la influencia ejercida de los países Golfos en la región más su posición geoestratégica no es difícil entrever porque Turquía decidió virar el rumbo de su política exterior hacia el Golfo.
En el caso de Turquía, este beneficio respondería a una política de no aislamiento en la región. La falta de Estados aliados, primordial para llevar a cabo políticas comunes de cooperación en ámbitos económicos y militares, la crisis económica duramente golpeada por las sanciones, la continua lucha por los hidrocarburos y la drástica devaluación de la lira han conducido a que Erdogan vire su política exterior agresiva para dar paso a la diplomacia con sus países vecinos, iniciando una nueva etapa diplomática inédita en la región.