España y Senegal continúan su alianza contra la migración irregular

Javier García Gómez

Pie de foto: España y Senegal continúan su alianza contra la migración irregular. AP PHOTO/JAVIER FERGO

En pleno debate mundial por los procesos de migraciones irregulares transnacionales, España continúa apostando por la colaboración in situ con los países de origen en la ruta hacia las islas Canarias. El Gobierno mantiene de forma permanente frente a la costa de Senegal dos barcos de la Guardia Civil y un helicóptero de la Policía Nacional con el objetivo de patrullar y disuadir la salida de migrantes irregulares desde el país africano. 

Este dispositivo lleva en activo desde 2006, en plena ‘crisis de los cayucos’, cuando la migración ilegal hacia las islas Canarias mediante esta embarcación tradicional de pesca llegó a su pico más alto con la recepción de 31.678 inmigrantes ilegales. Hechos que hicieron que el Gobierno pusiera en marcha estos dispositivos de seguridad principalmente en Marruecos, Mauritania y Senegal; y que a día de hoy sigue funcionando en este último país.   

Desde que se hizo efectivo el dispositivo en Senegal, ha sido catalogado de éxito por las autoridades españolas y europeas, como un factor importante para frenar los flujos migratorios. "Empezamos con más de 30.000 inmigrantes llegados en el 2006 y en el año 2009, en tres años, se consiguió bajar a cero. Desde 2009 hasta 2017, ningún cayuco llegó a las islas Canarias desde Senegal. Y a partir de 2017 y 2018 han sido contados con los dedos de la mano", indica a la agencia de noticias EFE Rafael Carballo, agregado de la Consejería de Interior en Senegal. 

Los dispositivos están formados por agentes españoles y senegaleses ya que las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles no tienen legitimidad para actuar en el país, por eso la Guardia Civil está acompañada por un gendarme, un policía y un miembro de la Marina senegalesa y en el helicóptero hay un integrante de las Fuerzas Aéreas de Senegal. 

La labor de los agentes es importante. “El hecho de que lo vean (el barco), de que se acerque a los pescadores, de que les pregunten qué hacen, es evidentemente disuasorio y a la vez preventivo", como indica el agregado; aunque esto no quiere decir que la migración irregular por Senegal haya cesado. Pese a que la vía marítima de siete días en cayucos haya sido abandonada, el país africano está encuadrado en la ruta desde los países subsaharianos hacia Libia, Marruecos o Argelia. Otros migrantes senegaleses incluso prueban ir por el mar en una ruta más al sur y más peligrosa desde países como Guinea-Bisáu o Gambia. Según la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) desde enero a mayo de 2019 los senegaleses han sido la quinta nacionalidad de llegadas irregulares a España.

La preocupación sobre la reapertura de la ruta atlántica hacia las islas Canarias ha aumentado en los últimos meses, especialmente desde las políticas creadas contra la inmigración por el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, para dificultar el paso en el Mediterráneo. Este hecho puede hacer que cambien los flujos migratorios de rutas ya peligrosas como las de Libia hacia la costa atlántica. Es por esto por lo que esta política de cooperación entre Senegal y España cobra relevancia. Sin embargo, el agregado afirma que "gracias al dispositivo se ha conseguido controlar y, en la parte que concierne a Senegal, las salidas se han reducido a prácticamente nada". En esta línea se ha mostrado atento el Gobierno con la donación de 22 vehículos de España a Senegal que se utilizará para vigilancia o visitas del Gobierno en países de origen y tránsito de migrantes como Guinea-Conakry o Gambia. 

Modelo español de lucha contra la inmigración ilegal 

España sirvió como modelo para el resto de Europa sobre cómo hacer frente a la migración irregular ya que consiguió reducirla por esta vía atlántica prácticamente a cero. Además, tomó un camino diferente en su política migratoria, fue desde 2006 cuando se comenzó a intensificar el envío de fondos en materia de cooperación al desarrollo y especialmente en la ayuda en el control de fronteras. Concretamente España gastó 168 millones de euros de 2006 hasta 2016 en la región, según datos de Frontex recogidos por el diario El País que coinciden con la caída del número de migrantes irregulares a las islas Canarias. Las perspectivas de envío de fondos en materia de cooperación en los próximos años va en aumento con la creación de planes nacionales como el Plan África III. En la misma línea, España forma a gendarmes senegaleses en varios programas en el campo de trata de seres humanos y fraudes documentales asociados a ese fenómeno de la migración, la última jornada fue el pasado mes de abril en la Oficina Técnica de Cooperación de España en Senegal. 

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