Irene Infante
Pie de foto 1: los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y Turquía ayer en la sede del Consejo Europeo
Enlace a Declaración de los Jefes de Estado o Gobierno de la UE del día 08 de marzo de 2016: http://www.consilium.europa.eu/press-releases-pdf/2016/3/40802209668_es_635930092200000000.pdf
Los 28 ponen fin a las dos maratonianas jornadas en Bruselas para lograr un acuerdo con Turquía que busca contener la crisis migratoria en Europa. Los jefes de Estado y de go. Y, según han señalado los primeros ministros checo y finlandés, el objetivo es que esté en vigor desde el próximo domingo 20 de marzo. Hace diez días se firmó el polémico acuerdo con Turquía que desató la polémica entre las ONG y las agencias de DDHH porque permitía las devoluciones en calientes y reconocía a Turquía como país seguro para los refugiados, pese a la inestabilidad y violación de DDHH en el país.
“Se ha aprobado el acuerdo con Turquía, todos los inmigrantes irregulares que lleguen a Grecia desde Turquía a partir del 20.03", ha anunciado a través de las redes sociales el primer ministro de República Checa, Bohuslav Sobotka.
Estos son los principales puntos del acuerdo
El texto asegura un "trato individual" de cada demanda de asilo presentada en territorio heleno y una referencia "expresa" a que no habrá ni "expulsiones colectivas", una cuestión en la que había insistido España.
Los líderes europeos se comprometen a abrir antes de junio el capítulo 33 del proceso de adhesión de Turquía a la UE, el relativo a las provisiones financieras y presupuestarias, y a identificar en el plazo de una semana una lista de proyectos a los que conceder parte de los 3.000 millones de euros iniciales acordados para apoyar a los 2,7 millones de refugiados en Turquía
También aceptan "movilizar" otros 3.000 millones adicionales una vez se haya agotado esa cantidad inicial a partir de 2018.
El acuerdo incluye el mecanismo conocido como "uno por uno" por el cual la UE se compromete a aceptar a un sirio por cada sirio devuelto a Turquía para acabar con el modelo de negocio de las mafias de traficantes de personas. El reparto de esas personas dentro de la UE se hará sobre la base de los compromisos existentes dentro del programa para el reasentamiento de 22.000 refugiados de países terceros, del que quedan disponibles 18.000 plazas.
Una vez se agote este cupo, los Estados miembros podrán seguir acogiendo a sirios procedentes de Turquía de forma voluntaria y esto se descontará de sus compromisos de reubicación, hasta un máximo de 54.000 plazas.
Antes de llegar a ese total de 72.000 plazas se realizará una evaluación o revisión detallada para decidir si el flujo de inmigrantes irregulares desde Turquía está realmente cayendo, ya que de lo contrario el sistema no estaría funcionando y debería dejar de aplicarse.
La UE acepta, además de asumir el coste de los traslados de Grecia a Turquía y de Turquía a Grecia, costear también el viaje de los inmigrantes irregulares sin derecho a asilo que sean deportados desde Turquía a su país de origen.
En la declaración se afirma que deben respetarse los criterios de vulnerabilidad de la ONU cuando se realicen los traslados de sirios desde Turquía a la UE, es decir, que habrá que dar prioridad a las personas más vulnerables como mujeres y niños.
Los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk; de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país ocupa la presidencia semestral de turno del Consejo de la UE, pactaron la declaración conjunta con el primer ministro primer turco, Ahmet Davutoglu, que es el texto al que ahora han dado su visto bueno los 28 líderes comunitarios.
Una crisis muy grave
La llegada de miles de refugiados a Europa y la incapacidad de esta para adoptar una estrategia común que consiga hacer frente a este drama humanitario, ya trasladado a suelo europeo, está provocando una ola de escepticismo en muchos países del Viejo Continente. Aunque es necesario que la respuesta europea sea rápida y coordinada, los diversos estados están teniendo problemas para cerrar el acuerdo con Turquía, pues este ha sido duramente criticado desde la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, las instituciones religiosas europeas y el propio ACNUR, por lo que la UE ha procurado modificar los puntos del preacuerdo más criticados.
Entre ellos se encontraba la devolución a Turquía de todos los “migrantes irregulares” –incluidos los solicitantes de asilo sirios –, a cambio de reubicar al mismo número de refugiados ya asentados en Turquía. El fin de este punto del preacuerdo estriba en hacer descender el negocio de las mafias, que cobran una elevada suma de dinero a las personas que quieren cruzar el Mediterráneo. De este modo, Europa considera que esto facilitará la contención de estos en suelo turco, y la apertura de rutas legales seguras para los refugiados desde Turquía, con el fin de reubicarlos posteriormente en los estados miembros de la UE.
No obstante, esta respuesta no ha logrado la aprobación de los diversos actores humanitarios. Según ACNUR, este principio es contrario a la Convención de Ginebra de 1951 sobre el estatuto del refugiado, ya que en su artículo 33 se especifica que ningún estado podrá “por expulsión o devolución, poner en modo alguno a un refugiado en las fronteras de los territorios donde su vida o su libertad peligre por causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social, o de sus opiniones políticas”, y según indican algunas organizaciones humanitarias y de Derechos Humanos, Turquía no es considerado un país en el que se respeten las libertades individuales, especialmente la libertad de prensa. De esta forma, en la propia declaración del preacuerdo se especifica que uno de los puntos debatidos giró en torno a “la situación de los medios de comunicación en Turquía”. Asimismo, organizaciones como Human Rights Watch han denunciado que se han producido devoluciones de demandantes de asilo sirios a su país de origen desde Turquía, lo que es una clara vulneración del Derecho Internacional Humanitario.
Los intereses nacionales individuales también están provocando recelo entre los diferentes países, y dificultan el entendimiento entre los estados europeos. Las peticiones de Turquía para facilitar el acuerdo son exigentes, ya que presiona a la UE para la “apertura de nuevos capítulos en el proceso de adhesión” a los Veintiocho estados miembros y para la “ejecución de la hoja de ruta para la liberalización de los visados con todos los Estados miembros con vistas a la eliminación de la exigencia de visado para los ciudadanos turcos a más tardar a finales de junio de 2016”. Así, Chipre no ve con buenos ojos la exigencia de Turquía de apertura de capítulos en la negociación de adhesión a la UE, mientras que la situación de tensión entre ambos países se mantenga congelada y no se atiendan las reivindicaciones territoriales en el extremo norte de la isla chipriota.
Esto, sin duda, supone un problema más en las negociaciones y un nuevo quebradero de cabeza para la Unión Europea, que señala que Turquía es un “apoyo esencial” para hacer frente al tema de los refugiados, y recuerda que este país alberga ya 2.6 millones de refugiados sirios.
Es de esperar que con la llegada de la primavera los flujos migratorios se incrementen, y falta de una respuesta eficaz por parte de la UE puede provocar el colapso de la misma, así como un incremento de las respuestas xenófobas por parte de algunos estados miembros y algunos sectores de la sociedad. En ciudades como la alemana Bautzen se han registrado incendios en los centros acondicionados para albergar refugiados y en Clausnitz, también en Alemania, tuvo lugar en febrero un incidente en el que se impidió la llegada de unos refugiados al centro que les acogería, cuando centenares de personas bloquearon el paso del autobús que les transportaba. Estos son solo algunos ejemplos de la tensión que se está viviendo en algunos países, en los que algunos ruidosos sectores de la sociedad se sitúan en contra de la acogida de refugiados.
Pie de foto: Kurdos sirios entran a Turquía en la provincia de Sanliurfa, el pasado fin de semana. Reuters/Stringer
En el extremo contrario se encuentra un amplio sector de la sociedad civil española, que días atrás ha visto cómo en puntos neurálgicos de sus principales ciudades se han congregado cientos de personas exigiendo un pasaje seguro para los solicitantes de asilo y clamando contra el preacuerdo entre la Unión Europea y Ankara. En las manifestaciones se podían ver pancartas en las que se leía “No al acuerdo UE-Turquía por ilegal e inmoral” y “S.O.S. Europa”. Ante esto, el propio gobierno en funciones ha manifestado que se posicionará en contra de las devoluciones en grupo, y que el único punto que respaldará España es el del pago de 3.000 euros, ampliables a 6.000 a Turquía para el mantenimiento de los refugiados asentados en suelo turco. Estas y otras posturas por parte de los jefes de Estado y Gobierno de los países miembros de la UE hacen difícil que los Veintiocho ratifiquen el acuerdo, con el fin de poder presentar las conclusiones a Turquía para la firma final.
Por todo esto, la última información facilitada por la UE indica que no habrá devoluciones en grupo, sino que cada demanda de asilo recibirá una atención individual, pero que esta será “rápida”. No obstante, el proceso de tramitación de cada demanda de asilo lleva algún tiempo, como muestra la lentitud del proceso de reubicación de refugiados en el seno de la Unión Europea.
De esta forma, aunque el pasado año Alemania prometiese un 54% del total de plazas de reasentamiento ofertadas por la UE, es decir, 39.987 y el resto de países de la UE – excepto Suecia– acordasen facilitar 30.903 plazas de reasentamiento, a finales del pasado año las cifras de reubicación y reasentamiento eran sumamente inferiores a las señaladas anteriormente. En España, la cifra se mantenía en 18 a principios de este año, y la inexistencia de un acuerdo para formar gobierno en nuestro país ha paralizado la cifra por el momento. De este modo, se desconoce cómo se llevará a cabo la aplicación de la atención individual, mientras los desafíos a los que se enfrenta la UE en materia de migración y asilo crecen. bierno de la UE han alcanzado un acuerdo con Turquía para la devolución de los demandantes de asilo que hayan llegado desde sus costas a las islas griegas