Más de 5.000 personas han muerto y miles más han desparecido mientras las ciudades quedan completamente devastadas tras el paso de la tormenta ‘Daniel’

Las inundaciones en Libia ponen de manifiesto la vulnerabilidad y división del país

REUTERS/OMAR JARHMAN - Una carretera dañada debido a la tormenta y a las fuertes lluvias en Shahhat
photo_camera REUTERS/OMAR JARHMAN - Una carretera dañada debido a la tormenta y a las fuertes lluvias en Shahhat

La tormenta ‘Daniel’ ha provocado un panorama desolador en Libia, especialmente en la ciudad de Derna, donde se calcula que cerca de 6.000 personas han muerto a causa de las inundaciones. Además de los fallecidos, hay 10.000 desaparecidos después de que varias presas colapsasen e inundasen barrios enteros de la urbe, al este del país. 

No obstante, es probable que la cifra de muertos y desaparecidos sea mucho mayor, de acuerdo con el enviado a Libia de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Tamer Ramadan, quien además ha señalado que más de 40.000 personas se han visto desplazadas por la catástrofe.

Durante una sesión informativa con las Naciones Unidas, Ramadan aseguró que la situación en Libia es “tan devastadora como la situación en Marruecos”, haciendo referencia al terremoto del pasado viernes por la noche de magnitud 6,8 que ha provocado la muerte de cerca de 3.000 personas. 

Este fuerte temporal ha puesto de manifiesto la debilidad de Libia a la hora de hacer frente a desafíos. Esta situación de vulnerabilidad se debe, en parte, a la actual división nacional entre los dos gobiernos rivales y los conflictos del pasado, que han llevado a un completo abandono de las infraestructuras. Prueba de ello ha sido, por ejemplo, la destrucción de las dos presas a las afueras de Derna. 

Además de la situación de las infraestructuras, se ha puesto de manifiesto la inacción de las autoridades antes y después de la tormenta. El Centro Meteorológico Nacional de Libia emitió una alerta climática “extrema” 72 horas antes de que ocurriera, instando a las autoridades a tomar “medidas preventivas” a través de correos electrónicos y de los medios de comunicación. Sin embargo, de acuerdo con las autoridades “la tragedia está más allá de la capacidad de Derna y del Gobierno”, tal y como admitió a AP el ministro de Salud del Ejecutivo del este del país, Othman Abduljaleel. Por otro lado, un día después de la tragedia en Derna, aún no habían llegado excavadoras adicionales y equipos para las tareas de rescate. 

Tal y como denuncia Jalel Harchaoui, miembro el Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad especializado en Libia, las autoridades locales han descuidado Derna durante años. En este sentido, el analista recuerda a AP que la ciudad estuvo varios años controlada por yihadistas hasta la liberación de la misma en 2019 por el Ejército Nacional Libio, liderado por Jalifa Haftar. Desde entonces, el Gobierno oriental ha sospechado de la ciudad y ha tratado de apartar a sus residentes de cualquier toma de decisiones. “Esta desconfianza podría resultar desastrosa durante el próximo período posterior al desastre”, advierte.

La tragedia acerca a los dos gobiernos 

Además del Gobierno del este, ubicado en Bengasi, se encuentra el Ejecutivo occidental en la capital, Trípoli, liderado por Abdul Hamid Dbeiba. Cada uno cuenta con el apoyo de potencias extranjeras. Por ejemplo, el Gobierno de Bengasi está respaldado por Egipto, Rusia, Jordania y Emiratos Árabes Unidos, mientras que la administración del oeste cuenta con el apoyo de Turquía, Qatar e Italia. 

A pesar de esta fuerte división, la devastadora tormenta ha provocado cierto acercamiento entre ambos ejecutivos. El Gobierno de Trípoli envió un avión con 14 toneladas de asistencia médica y con varios equipos de sanitarios a Bengasi. A la capital del este ya han llegado también ayuda humanitaria y equipos de rescate procedente de Egipto, Turquia y Emiratos. Otras naciones como Alemania, Francia e Italia también anunciaron el envío de personal de rescate y ayuda. Estados Unidos, por su parte, está enviando fondos de emergencia a organizaciones de ayuda y coordinando con las autoridades libias y la ONU el envío de apoyo adicional.

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