Los satélites son clave para hacer frente a plagas y desastres naturales

La Unidad Militar de Emergencias (UME) “necesita los satélites y por eso los utilizamos”. Así de rotundo lo asegura el general de División del Ejército Aire Manuel Gimeno Aránguez, 2º Jefe de la UME, una de las grandes organizaciones de las Fuerzas Armadas españolas que cuentan con capacidades propias de comunicaciones vía satélite, observación de la Tierra, navegación e información meteorológica, que es una referencia tanto a escala nacional como internacional, y que desde el pasado 23 de octubre está al mando del teniente general del Ejército de Tierra Luis Manuel Martinez Meijide.
Un grave terremoto, inundación, incendio o desastre de cualquier tipo provoca que las redes de telefonía no funcionen, las carreteras hayan quedado cortadas, las líneas de ferrocarriles estén destruidas y las conducciones de agua, gas y electricidad hayan quedado devastadas. Es entonces cuando los servicios de ayuda inmediata, salvamento y rescate recurren a los ojos y oídos electrónicos, que no son otros que los satélites, que están emplazados en órbitas lejanas a centenares y miles de kilómetros de la superficie de la Tierra.
Lo habitual cuando se solicita la presencia de la UME es que su actividad se tenga que llevar a cabo en un entorno hostil, donde muchos de los servicios se han venido abajo o han desaparecido y es preciso reemplazarlos. Se trata de situaciones de la máxima urgencia en las que la vida y hacienda de centenares o millares de personas están en riesgo y hay que actuar con la máxima urgencia.
“En esos difíciles momentos es cuando los satélites nos brindan capacidades de comunicación, de posicionamiento para todos nuestros elementos sobre el terreno y también y muy importante, la capacidad de visión a escala global”. “De este modo sabemos ‒afirma el general Gimeno‒ dónde debemos priorizar y cómo tenemos que utilizar nuestros medios para hacer frente a cada una de las distintas situaciones críticas a las que nos enfrentamos”.
Para saber lo que está pasando
Los medios satelitales de que dispone la UME aportan a la autoridad que dirige la operación un preciso conocimiento de qué es exactamente lo que está pasando, con qué medios puede contar sobre el terreno y dónde emplazarlos. Eso significa que gracias a las plataformas espaciales puestas bajo su control, dispone de una gran capacidad para ejercer el mando y tener el pleno control de la situación.
Gracias a estar inmerso en el Sistema Nacional de Protección Civil, las fuerzas de la UME están en disposición de hacer frente a movimientos sísmicos, atajar incendios y paliar inundaciones. “Somos capaces de llegar al escenario de una emergencia, integrarnos con diferentes sistemas de comunicaciones y de observación abiertos o cerrados y obtener una imagen fidedigna de lo que está pasando”.
Dotada con instrumentos terrestres, navales y aéreos para uso tanto militar como civil, la elevada flexibilidad de adaptación de la estructura orgánica de la UME le permite atender muy diferentes ámbitos de actuación. “Cualquier vehículo todo terreno o autobomba para apagar incendios de la UME lleva a su lado otro vehículo de mando y control que le aporta imágenes e información”, subraya el general Gimeno.
Se trata de los llamados nodos, que están interconectados con el Sistema Integrado Militar de Gestión de Emergencias (SIMGE) y que permite sumar las redes pertenecientes a las diferentes Comunidades Autónomas mediante la Red Nacional de Emergencias o RENEM.
Una característica de la UME es que su personal y todos sus vehículos disponen de medios de posicionamiento y navegación global vía satélite, lo que posibilita conocer en todo momento el lugar exacto en el que se encuentran, especialmente cuando se trata de un despliegue fuera del territorio nacional.
Los dispositivos de posicionamiento se pusieron a prueba de forma extensiva con ocasión del terremoto de 7,1 grados en la escala Richter ocurrido en México en septiembre de 2017. La UME desplegó al día siguiente por vía aérea un equipo de Búsqueda y Rescate Urbano compuesto por 54 militares, que permanecieron en México DF hasta el 5 de octubre, colaborando con las autoridades federales aztecas en las operaciones de rescate de personas. Gracias a los satélites, todo el personal estuvo en todo momento localizado vía satélite desde España hasta su regreso a Madrid.

Inteligencia de emergencias
Otra capacidad que la UME ha trasladado desde el plano militar al de emergencias civiles es el concepto de inteligencia en emergencias. Gracias a las imágenes provenientes de los satélites Sentinel de la constelación Copernicus de la Unión Europea y de otros de uso comercial “somos capaces de hacer una prospección de cómo evolucionan las situaciones de emergencias”.
Los diferentes satélites Sentinel “nos permiten hacer valoraciones de cómo progresan y pueden evolucionar, por ejemplo los incendios forestales”. En cambio, en el caso de inundaciones, las imágenes “nos aportan información para poder predecir qué zonas se van a inundar y donde tenemos que desplegar nuestros medios”.
Un reciente ejemplo del uso de satélites de observación de la Tierra en la lucha contra las plagas es la aportación de las imágenes radar del satélite español Paz. A lo largo de 2018, uno de los Batallones de la UME estuvo cinco meses llevando a cabo trabajos en el cauce del rio Guadiana para atajar la proliferación de una planta invasora, el Jacinto de agua dulce.
En su tarea de descubrir los lugares en los que estaba asentada la planta y discriminarla de otras, la UME contó con la colaboración de los analistas del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) y del Centro de Sistemas Aeroespaciales de Observación (CESAEROB). Una vez identificadas las zonas donde prolifera la planta, la UME logró extraer 65.000 toneladas y demostrar su eficacia de la utilización de satélites de observación en la lucha contra este tipo de plagas.

En el plano de las comunicaciones vía satélite, el primer y principal aliado de la UME es el satélite español de comunicaciones encriptadas Spainsat, que proporciona voz, datos y capacidad de videoconferencia.
La UME tiene asignada a bordo del citado satélite una banda para emergencias de 7 megahercios, que utiliza y gestiona de forma permanente. También establece enlaces a través de las coberturas de la constelación internacional de satélites Inmarsat, con las que puede ampliar la cobertura que le ofrece la plataforma Spainsat.
Otra importante capacidad que posee la UME y que, según el general Gimeno, “es única”, es la posibilidad de integrar diferentes sistemas de comunicaciones. Si tenemos en cuenta que las diversas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado funcionan con unas determinadas bandas de frecuencias, los guardias forestales con otras, una enorme ventaja consiste en disponer de los medios tecnológicos adecuados para integrar todas ellas en una sola y tener acceso directo a las diferentes informaciones que se vuelcan para paliar cualquier tipo de desastre.