Un incendio provoca el caos en un hospital de Irak
El Hospital Ibn al-Khatib de Bagdad ha sufrido este domingo un grave incendio que ha provocado la muerte de al menos 80 personas. Se espera que en las próximas horas la cifra de fallecidos aumente debido al alto número de heridos con quemaduras graves. El accidente ha ocurrido en la planta de cuidados intensivos por COVID-19. Según fuentes médicas, el incendio comenzó por una explosión de un tanque de oxígeno.
El primer ministro iraquí, Mustafa al-Kadhimi, ha ordenado abrir una investigación para esclarecer las causas del incidente. Además, ha prometido responsabilizar a cualquier persona negligente que pueda haber provocado la tragedia. Sin embargo, en las redes sociales, los ciudadanos iraquíes han culpado al Gobierno mostrando su indignación, enfado y pidiendo el cese del ministro de Salud, Hassan al-Tamimi.
Las décadas de conflicto en Irak han afectado duramente al sector sanitario. Los medicamentos y camas para pacientes escasean en todos los hospitales del país. Según funcionarios de Defensa Civil, que informaron del rescate de 90 personas, “el hospital no tenía un sistema de protección contra incendios”. Además, las llamas se propagaron rápidamente debido a “los falsos techos que permitían que el fuego alcanzase productos altamente inflamables”.
“La mayoría de las víctimas murieron porque hubo que trasladarlas y quitarle los ventiladores, mientras que las demás fueron asfixiadas por el humo”, informó la Defensa Civil. Muchas personas, ante la desesperación, huyeron del fuego saltando por las ventanas. Otras, lucharon contra las llamas para intentar salvar a sus seres queridos.
La situación sanitaria en Irak es grave debido a la falta de material y a la pésima situación de los hospitales. Asimismo, debe hacer frente a la segunda ola de la pandemia del coronavirus. A principios de abril, el país registró 8.332 nuevos casos de COVID-19 en un solo día, alcanzando su cifra más alta desde que comenzaron los registros. Recientemente, el Ministerio de Salud ha emitido un comunicado advirtiendo sobre el aumento de casos. El Gobierno culpa a los ciudadanos de no cumplir con las medidas, celebrando bodas y otras reuniones familiares. “Quienes continúan incumpliendo las medidas de prevención y las instrucciones son responsables del aumento en el número de infecciones”, señaló el Ejecutivo en el comunicado.
El presidente se ha reunido con líderes tribales, activistas y personas influyentes para que informen a los ciudadanos sobre la gravedad de la enfermedad y el empeoramiento que supone para la débil sanidad iraquí. Por otra parte, el proceso de vacunación está resultando muy lento. Hasta ahora, Irak ha recibido 386.000 dosis, una cifra insuficiente para un país de casi 40 millones de personas. Las sospechas y rumores sobre los efectos secundarios de la vacuna han creado incertidumbre entre la población, por lo que son muy pocos los ciudadanos que han reservado cita para recibir la dosis.
