Irán y Rusia se quedan sin buques que transporten su petróleo, tras las sanciones de Estados Unidos

Las sanciones impuestas por Estados Unidos a las entidades que comercian con el petróleo iraní y ruso, y a los buques que lo transportan, están cumpliendo su objetivo. El crudo procedente de los dos países sancionados cada vez encuentra más dificultades para ser transportado hacia sus principales clientes, China y la India.
Todo ello, en medio de un recrudecimiento de la campaña estadounidense contra Irán: la semana pasada, el presidente estadounidense Donald Trump reanudó su estrategia de “máxima presión” contra Irán, con el objetivo de reducir a cero sus exportaciones de petróleo y evitar, en última instancia, que desarrolle un arsenal nuclear.
Esta presión ha provocado que la cantidad de petróleo iraní que permanece cargado en los buques petroleros y que no puede ser entregado a su destino haya alcanzado su nivel más alto en varios meses. Según la consultora Kpler, la cantidad de petróleo iraní en almacenamiento flotante ronda los 25 millones de barriles, el 80 % en buques que se encuentran frente a las costas de Malasia y Singapur.
Por su parte, Emma Lee, analista de la firma de seguimiento de petroleros Forteza Analytics, estima que la cantidad de crudo y condensado iraní en almacenamiento flotante alcanzó los 73,1 millones de barriles a finales de enero.
La disminución de compradores por las sanciones estadounidenses, el menor número de petroleros disponibles para la entrega de carga y el aumento del coste del crudo son las principales causas de este estancamiento.
Según Braemar ACM, el 57 % de los 126 grandes buques que transportan el petróleo iraní hacia China ya han sido sancionados por el Gobierno estadounidense. Y el desembarco de los que llegan a China también se ha complicado, desde que el Grupo Portuario de Shandong (la provincia china donde se encuentran la mayor parte de las refinerías que compran petróleo iraní) haya prohibido que los petroleros sancionados atraquen en sus puertos.

Sanciones estadounidenses
El pasado 6 de febrero, la Administración Trump impuso nuevas sanciones al sector petrolero iraní. Esta decisión se debe, según se expone en un comunicado del Departamento del Tesoro, a que trabajan con una “red internacional que facilita la entrega de millones de barriles de petróleo crudo iraní, por un valor de cientos de millones de dólares, hacia China”.
Estas restricciones incluyen también a varios buques petroleros, las compañías que los contrataron e individuos de distintas jurisdicciones, incluidos China, la India y los Emiratos Árabes Unidos. Una de las empresas sancionadas ha sido Sepehr Energy, a quien Estados Unidos describe como “una empresa fachada del Ejército iraní”.
Desde Irán, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Esmail Baqai, respondió a las sanciones señalando que “evitar el comercio legal de Irán con sus socios económicos es una medida ilegítima, ilegal e injustificada, que viola las leyes y normas internacionales”, y amenazó: “el Gobierno iraní responsabiliza a Estados Unidos de las consecuencias de estos actos unilaterales y de intimidación”.
Esta iniciativa de imponer sanciones también implica la congelación de activos mantenidos directa o indirectamente por las compañías afectadas, así como la restricción de las que tengan sedes en Estados Unidos o a los ciudadanos estadounidenses de comerciar con los individuos o entidades que han sido sancionadas, de manera de ser sancionados también. Además, dificultan los intercambios comerciales de las empresas castigadas, ya que limitan la capacidad de estas para utilizar el dólar en sus transacciones.

Exportaciones de Irán y Rusia
Pese a ello, las exportaciones de crudo de Irán aumentaron por segundo mes consecutivo a 1,78 millones de barriles por día en enero, tras alcanzar un mínimo de dos años de 1,45 millones de barriles diarios en noviembre de 2024. Además, los precios del crudo subieron, a medida que disminuía el número de embarcaciones no sancionadas que transportaban petróleo a China.
De esta manera, los operadores mencionaron que los descuentos en el crudo ligero iraní disminuyeron a 50 centavos por barril para ICE Brent, el mejor nivel en varios años, comparado con los descuentos de 2,50 dólares por barril de hace unos meses en el barco cuyo puerto de destino estaba en la provincia de Shandong.
Por otro lado, el endurecimiento de las sanciones al petróleo por parte de la saliente Administración Biden ha provocado que se eleven los costes de las refinerías en China e India. Aun así, el crudo mezclado semanal de marzo se cotiza entre 2 y 3 dólares por encima del Brent en la Bolsa Intercontinental para entrega en diciembre a China. Esto supone, según fuentes comerciales, la cifra más alta en aproximadamente dos años.

También, los costes del transporte han aumentado y hay menos embarcaciones disponibles. De hecho, se estima que el costo de exportar petróleo desde el oriente de Rusia al norte de China fue de aproximadamente 4,5 millones de dólares, lo que es tres veces más alto que antes de las sanciones estadounidenses, pero 7 millones de dólares menos poco después de que éstas se anunciaran.
Según Kpler, el crudo ruso en almacenamiento flotante alcanzó un máximo de dos meses de 88 millones de barriles el 27 de enero, un 24 % por ciento más que el 10 de enero, cuando se anunciaron las sanciones, mostraron los datos de Kepler.
El volumen ha disminuido desde finales de enero debido a que las exportaciones rusas de crudo se redujeron, aunque algunas cargas se descargaron. Muchos buques que, en el pasado, se dedicaban a la exportación de petróleo iraní, actualmente han cambiado al comercio con Rusia.