Marruecos, la puerta de entrada al inmenso mercado africano, ha endurecido su política comercial con la puesta en marcha de un nuevo certificado para los productos importados. Esta medida, que entró en vigor el pasado 1 de febrero y en periodo transitorio hasta el próximo 19 de abril, supone una nueva preocupación para los exportadores españoles, con un gran interés comercial en el país norteafricano. Con el objetivo de orientar a los empresarios, el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) ha organizado este miércoles una jornada en la que han participado las tres empresas que se encargarán de la certificación en España: Bureau Veritas, Applusfomento y TÜV Rheinland.
La nueva norma afectará a una amplia gama de productos como electrodomésticos, electrónica, sustancias químicas, plásticos, materiales de construcción, juguetes, aparatos de gas y petróleo y componentes de automoción, que necesitarán un certificado de conformidad para entrar en el mercado marroquí que asegure que son auténticos.
“El proceso de verificación de la conformidad no es nuevo. Muchos países del Norte de África y Asia lo han puesto en marcha para garantizar la calidad de las importaciones y proteger a los consumidores de los productos que no cumplen la normativa”, ha asegurado Diana Villarraga, directora ejecutiva de Applus + Fomento Contrôle, una de las empresas encargadas de las certificaciones.

Villaraga ha explicado que la compañía verificadora se encargará de realizar una revisión documental, una inspección física, los ensayos de laboratorio y la emisión del certificado o la validación de certificado en destino. “El 80% de los productos se verificarán en origen y el resto en Marruecos. Las tres compañías certificadoras hemos homogeneizado las listas para las familias de productos”, ha afirmado Villaraga que ha aclarado que será necesario que el etiquetado se haga en francés o árabe para casi todos los productos, pero que es mejor que los exportadores consulten caso por caso.
Paz Casanova, de la certificadora Bureau Veritas, ha explicado que su empresa lleva trabajando con programas de verificación desde 1984, principalmente en Oriente Medio y África. Casanova ha explicado de manera sucinta los diferentes caminos que pondrán a disposición de los exportadores para que se puedan adaptar a la nueva legislación.
Se trata de tres rutas. La primera, o A, está pensada para cualquier tipo de empresa y producto. “Tras pasar la inspección física, se emite un certificado electrónico”, ha explicado Casanova. La segunda modalidad, conocida como ruta B, estará a disposición de aquellos productos que ya están registrados por la certificadora dentro de una misma categoría. “Cada vez que haya un nuevo envío, se facilitará el documento necesario sin necesidad de hacer una revisión documental previa, ha asegurado”. La tercera opción está destinada a aquellos fabricantes que ya han obtenido la licencia por parte de Bureau Veritas y orientada a exportadores habituales.

El responsable de la certificadora Tüv Rhenland ha explicado que las tarifas que se cobrarán se realizarán sobre el valor total del envío. A preguntas del público presente en el acto, ha aclarado que no les han dicho que se vaya a poner un valor mínimo para poder exportar.
Durante el acto, se ha conectado con las Oficinas Económicas y Comerciales de España en Marruecos. Los responsables de estas instituciones han animado a los empresarios a contactar con ellos en caso de duda y han tranquilizado a los exportadores sobre esta nueva legislación aprobada por las autoridades del vecino del sur.
Este nuevo requerimiento es una externalización de los controles de importación que hasta ahora realizaban las aduanas marroquíes. El reino alauí es el sexto mercado en importancia para el azulejo español. Gran parte de esta industria se localiza en Castellón. El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha realizado un viaje este fin de semana a Marruecos con el objetivo de ampliar mercado y asegurar que el azulejo de Castellón continúe exportándose con normalidad a pesar de la nueva legislación. Los fabricantes están nerviosos con este cambio normativo exigido por Marruecos, ya que la normativa Quality Mark que ha puesto en marcha Arabia Saudí ha cerrado las puertas al azulejo español desde el pasado septiembre, según han reconocido los responsables de la propia industria en unas declaraciones al diario El Mundo.