Silken Hoteles ha vivido la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en Madrid con una nueva visión para fomentar el mercado turístico impulsando la digitalización, la sostenibilidad, el compromiso con el cliente y las buenas relaciones de vecindad con Marruecos y Portugal. Así lo ha contado su director general, Javier Villanueva.
¿Qué es lo que está ofreciendo Silken Hoteles en este FITUR?
Nosotros hemos venido a mostrar lo que somos, lo que tenemos y cómo tratamos a nuestra gente en nuestros establecimientos. Hemos tenido un año fantástico, no creíamos que la recuperación de ventas viniera tan pronto. Estamos en cifras de 2019, lo cual es una satisfacción especialmente después de haber oído hablar a los expertos sobre pequeños crecimientos en v o en w. Cierto es que el nivel de coste y la subida del IPC es una barrera porque en toda la industria hacemos un uso intensivo de energía. A pesar de ello, estamos muy ilusionados con el año que hemos tenido y con el año que afrontamos con nuevas aperturas.
Los costes han subido y han subido bastante. ¿Hay que repercutirlos luego en el precio o Silken hace un esfuerzo para que se mantenga la misma oferta?
Nosotros hacemos un esfuerzo de contención porque somos conscientes de que el IPC ha subido, y los alimentos están en un 15%. En dos años el IPC directo supera el 12%, algo causado también por la guerra de Ucrania más allá del drama de vidas humanas. Sin embargo, nosotros tenemos que cuidar a nuestro cliente, y de alguna manera absorbemos los costes e intentamos ahorrar donde el cliente no lo nota. No podemos ahorrar en servicios ni en calidad, en ese aspecto el cliente puede estar perfectamente tranquilo.
Los trabajadores de Silken siguen ofreciendo un buen servicio y están involucrados en lo que son los objetivos de la empresa.
Eso es lo mejor que tenemos. Nosotros, que hemos hecho hoteles con Norman Foster, con Zaha Hadid, con Javier Mariscal y con los mejores arquitectos del mundo – tenemos tres premios Pritzker –, podemos decir que lo mejor de Silken es nuestra gente. Silken no es nada sin el capital humano. Ellos son los que sonríen, los que dan facilidades a nuestros clientes y los que les ayudan. Somos una gran compañía porque tenemos un gran capital humano.
¿Qué es el concepto Silken y lo que le diferencia de otros establecimientos hoteleros?
La experiencia en el hotel Silken es diferencial porque las ubicaciones son premium. Antes hablaba de los arquitectos que han hecho los diseños de nuestros hoteles. Es una arquitectura diferente, un confort singular, unas ubicaciones premium. El señor Hilton decía que para que un hotel funcionara tenía que tener tres características: ubicación, ubicación y ubicación. Nosotros cumplimos con estas tres características.
Estamos en un proceso de digitalización, de transformación y de sostenibilidad. Invertimos en casi 5 millones de euros en hacer más sostenibles nuestros hoteles y estamos más convencidos de que tenemos que mejorar nuestras emisiones de CO2 hasta ser neutros. Damos buen servicio, un precio estupendo, y además estamos concienciados con el entorno, que yo creo que es fundamental. Devolver parte de lo que la sociedad nos da.
Entre los planes que tiene Silken, hay una expansión a países vecinos tan relevantes como Portugal y Marruecos.
Sí, son países vecinos y amigos. Estamos muy cercanos, aunque sean culturas muy diferentes. El año que viene abriremos un hotel en Oporto, Portugal. Luego tenemos un proyecto de desarrollo y crecimiento en Marruecos apasionante para nosotros, en Tánger, en Dajla y en Marrakech. Tres proyectos que se construyen siguiendo el ADN de Silken con unas ubicaciones magníficas. Tenemos mucha fe en ese crecimiento porque Marruecos es un país con unas posibilidades enormes.
A pesar de que España se encuentre cerca geográficamente, creo que para el cliente nacional es un país desconocido a nivel turístico. Nosotros podemos darle un gran impulso a esa relación entre ambos países.
En Dajla, la antigua Villa Cisneros, nos están esperando a los españoles con los brazos abiertos. La apuesta de Silken está incluso por encima de cuestiones políticas, porque allí el potencial es extraordinario.
Por supuesto, Dajla es un lugar mágico. Para todos aquellos que no conozcan esta ciudad les invito a visitarla. Yo conocí Dajla hace dos años, he ido dos o tres veces y la verdad es que tiene unas posibilidades a nivel turístico impresionantes. Creo que, olvidándonos de temas políticos y de conflictos, se puede disfrutar más del entorno, de sus gentes y de sus playas. Creo que tiene unas posibilidades tremendas y estoy convencido de que el desarrollo hotelero y turístico en una plaza como Dajla va a ser exponencial.
El deporte y la gastronomía es algo que también ofrece este país.
Sí, Marruecos ofrece muchas posibilidades, para gente más junior, para más sénior, para gente que quiera disfrutar de la gastronomía, de la playa, de la naturaleza y del deporte. En la cabeza tenemos a Marrakech, Casablanca o Tánger, una ciudad que está en una explosión brutal de desarrollo. Hay un boom en Marruecos que yo creo que tenemos que aprovecharlo y disfrutarlo. Nosotros desde Silken Hoteles vamos a poner nuestro granito de arena para llevar más movimiento a Marruecos, para generar puestos de trabajo, para generar riqueza y para que el turista, tanto español como internacional, disfrute de Marruecos.
Hay un montón de posibilidades en Marruecos. En los últimos años se han hecho las cosas muy bien, se ha internacionalizado mucho el país y son semifinalistas de la Copa del Mundo. Han avanzado en todos los terrenos. La Casa Real ha sido el gran impulsor y se nota mucho cuando una monarquía como la alauí hace que desde arriba hacia abajo se transmita esas ganas de que el país crezca, de modernizarlo y de que sus gentes estén mejor.

Hay mucha gente que habla de Marruecos sin haber viajado allí. Desde del respeto y la igualdad que ellos están reclamando y la experiencia que tenemos los españoles podemos hacer buenos negocios con una joint inventor en ese país.
Así es, hemos sido de toda la vida vecinos, clientes y proveedores mutuos. Tenemos un montón de intereses comunes y yo creo que tenemos que unir nuestras fuerzas en todos los aspectos. Yo invito a todo el que nos vea a visitar este país porque, al igual que invito a vivir la experiencia Silken, no es lo mismo que yo lo cuente a vivirlo. La experiencia marroquí es lo mismo: hay que ir, hay que conocerlos, hay que tratarlos, disfrutarlos, vivir de los parajes que tienen, de la gastronomía y seguro que el que va, repite.
Dentro de lo que es el concepto Silken, la modernidad, unido a la ubicación y la tradición, ¿exagero si digo que ahora mismo es más importante el wifi que la cama en un hotel? Estoy pensando en ese turismo de negocio
Es tan importante como la cama y como la ducha, sin lugar a dudas. Y puede ser tan importante como en su día otros elementos como la televisión. Es un servicio indispensable.
Un servicio que completa la experiencia también con la propia gastronomía del hotel.
Nosotros quisimos cambiar la mentalidad de que en los hoteles se comía mal y caro. Hemos tenido acuerdos con Martín Barasategui y con diferentes cocineros de mucho prestigio. La compañera de Valladolid ha ganado el premio a mejor sumiller de Castilla y León. Nosotros hemos querido evolucionar del “sándwich club” y dar una restauración de calidad. Estamos consiguiendo incluso que la gente de nuestras ciudades venga incluso a disfrutar de nuestro producto, más allá de nuestros propios clientes.

Estamos hablando de una cadena con 32 hoteles en España.
Vamos a seguir aumentando la familia Silken. Este año, en mayo, vamos a abrir un hotel en el Puerto de la Cruz, en Tenerife, y otro hotel en Playa de Aro, con los que vamos a diversificar un poco nuestra oferta porque eminentemente éramos hoteles urbanos. Ahora vamos a fomentar más el mercado vacacional con un hotel en Ochagavía, al lado de la Selva de Irati, para fomentar el deporte y la gastronomía de la zona, y vamos a operar un hotel en Llanes, Asturias, para el turismo nacional. Yo digo que tenemos dos tipos de clientes, el que entra por la puerta como el que quiere que le cuidemos un activo.
La gente quiere recuperar esos dos años que le ha quitado la pandemia, está yendo a los sitios, está viajando. ¿Espera que se mantenga esa corriente?
Hay muchos agoreros que apuestan por la recesión y la crisis, algo que parece que no se vaya a producir porque los datos son magníficos. Hemos estado dos años prácticamente sin poder salir y el temor de que eso se pueda producir otra vez está provocando que las personas salgan, viajen y disfruten. Y la fuerza que ofrece Silken para hacer todo esto es magnífica.
¿Qué clientes se busca potenciar más?
Por nuestra tipología de empresa hemos tenido clientes de empresa nacional. Llevamos tres o cuatro años en los que hemos abierto mucho el mercado y tenemos ahora un 30% de cliente internacional. Dentro de la topología business ahora mismo tenemos el 65% de nuestros clientes que son ocio.
El concepto nuevo que ha variado de la mezcla entre el ocio y el negocio, yo creo que somos líderes y expertos en esa mezcla entre el trabajo y el disfrute.
¿Cómo captaría usted un cliente?
Yo les dirías que vengan a vivir la experiencia Silken para ver cómo la gente trata las instalaciones que tenemos, cómo impulsamos la digitalización y cómo estamos concienciados en el medio ambiente. Con la experiencia es como se repite después.