La Marcha Verde de Marruecos sobre el Sáhara Occidental: 49 años de historia y desarrollo

- Fachada Atlántica
- Transformación económica
- Energías renovables
- Turismo y agricultura
- Un futuro prometedor
Un día como hoy de 1975 más de 350.000 personas iniciaron, en respuesta al llamamiento del difunto rey de Marruecos, Hassan II, una marcha pacífica para reivindicar su soberanía sobre el Sáhara Occidental. Desde entonces, y tras 49 años de progreso, la Casa Real y los sucesivos gobiernos marroquíes han sentado las bases de lo que es la región en la actualidad: un foco de inversión y desarrollo.

El Sáhara Occidental marroquí es hoy día una región pujante, en pleno desarrollo. La Marcha Verde no solo marcó el sentir reivindicativo y sereno del pueblo alauí, sino que inició el camino de la inversión y la integración de la región en el territorio nacional. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce: la desigualdad y la llegada de inmigrantes subsaharianos siguen causando graves problemas de tensión e inseguridad.
Fachada Atlántica
Desde la aprobación del "Plan de Desarrollo de las Provincias del Sur en 2015”, la transformación económica del Sáhara ha mantenido una tendencia ascendente, y ha alcanzado su máximo esplendor con el programa de la Fachada Atlántica, el plan que además revolucionará las economías de los países de la costa atlántica africana y del Sahel.
Seguridad e inversión son los dos pilares del programa que el rey de Marruecos, Mohamed VI, anunció y que tiene como centro el alzamiento del Sáhara Occidental como la puerta de entrada de los países africanos a Europa y basar las relaciones en una cooperación Sur-Sur con Occidente a través del diálogo y la inversión.

La Fachada Atlántica es una oportunidad para que los 23 países de la costa atlántica africana impulsen la economía, fomenten la inversión extranjera y utilicen los puertos del Sáhara para comercializar productos del Sahel, a quienes se les proporcionaría la salida al Atlántico.
Dado que las economías de esta veintena de países suponen el 57 % del libre comercio del continente y atraen el 60 % de las inversiones extranjeras, la cooperación directa propuesta por el país alauí significará uno de los pasos más importantes en la historia económica del continente.
Transformación económica
Infraestructuras, equipamientos básicos y oportunidades han forjado los pilares de una región que cada vez goza de más poder e influencia dentro del país. Más de 77.000 millones de dírhams tienen la culpa de que, hoy en día, la región del Sáhara sea el principal motor energético del país.

El Gobierno marroquí priorizó la promoción de la región mediante la implantación de modernas infraestructuras como carreteras, puertos y aeropuertos. Para crear una región próspera y autosuficiente, la Administración alauí ha fomentado la inversión privada para diversificar la economía.
Los últimos 49 años han dado para mucho. Líderes en producción de energías verdes, la región del Sáhara ha marcado el paso de los avances logrados por Marruecos desde las primeras inversiones. Como resultado, la población se ha quintuplicado transformando a El Aaiún, capital de la región, y Dajla, la antigua Villa Cisneros, en grandes centros urbanos, industriales y turísticos.

Marruecos y los países del Mediterráneo están siendo los mayores beneficiados de los graves acontecimientos que están paralizando el Estrecho de Ormuz. Junto con el puerto de Tánger Med y Nador West Med, el nuevo puerto de Dajla ocupará la gran mayoría del tráfico marítimo de la región. El nuevo puerto de Dajla jugará un rol estratégico para la región occidental del continente africano contando con las infraestructuras más modernas tanto de accesos como de infraestructura portuaria.
Energías renovables
La posición geográfica del Sáhara Occidental es excepcional. Con de más de 5.000 horas de luz anuales el potencial solar de la zona es de los mayores del mundo. Unas características que hacen de la región no solo un foco de producción eléctrica para el país, sino que lo convierten en un hub energético para todo el continente africano. Prueba de ello es que más del 50 % de los proyectos energéticos de Marruecos se desarrollan en la región del Sáhara Occidental.

Algunos de los principales proyectos son el parque eólico de Tarfaya, grandes parques solares, y centros de hidrógeno verde que, antes del 2030, se espera que abastezcan el 52 % de las necesidades energéticas del país. Todo ello propiciado por una inversión de 23.000 millones de dólares para el período 2023-2027 que aprobó el Ministerio de Transición Energética y Desarrollo Sostenible junto al Gobierno central. Con una infraestructura solar y eólica sólida, el Ministerio pretende que las proyecciones del hidrógeno verde alcancen la misma relevancia.
Turismo y agricultura
Tras 9 años de implantación del Plan de Desarrollo, el avance es notable, no solo en materia energética. El turismo ha sido el gran beneficiado de las inversiones. Con Sus más de 300 kilómetros de costa y grandes ciudades costeras como Dajla han situado en el mapa a la región del Sáhara, principalmente para los amantes de los deportes, especialmente el surf.
Solo en 2023, se inauguraron 135 nuevas unidades hoteleras, unidas a las más de 150 cadenas que trabajan en el país. Un crecimiento paulatino durante la última década, que se ha consolidado con una mejora anual de las cifras.

Solo por detrás de la energía y el turismo, la agricultura ha logrado adaptarse a unas condiciones climáticas totalmente adversas. Suelos áridos y escasez de agua son los principales escollos a los que se ha tenido que enfrentar el sector. Sin embargo, la adecuación del Gobierno mediante el trasvase de agua, la construcción de plantas desaladoras y las inversiones en las técnicas de riego, han logrado que la agricultura prospere, en especial, el cultivo de hortalizas.
El avance de las técnicas agrícolas y la firma de contratos de libre comercio han propiciado también un gran avance en la agricultura marroquí, y en especial al Sáhara. Apoyadas por los programas gubernamentales Plan Green Morocco y Green Generation, las exportaciones agrícolas en el Sáhara son la tercera fuerza económica de la zona. Además de los proyectos energéticos, agricultura y turismo, la región ha vivido un avance en materia de educación, sanidad y derechos humanos.

Un futuro prometedor
La sociedad civil se está volviendo más activa en el Sáhara marroquí, gracias a las inversiones en educación y formación profesional que están garantizando un futuro para los jóvenes de la región. La creación de universidades y escuelas técnicas que se ajustan a las necesidades de la economía local ha ayudado a satisfacer las metas de una población joven y activa. Los esfuerzos han logrado incrementar la asistencia escolar en áreas alejadas, disminuyendo la deserción escolar, un problema significativo en la región.
El objetivo de la política educativa es promover la igualdad de oportunidades, con programas especiales para mujeres jóvenes y personas en zonas rurales, contribuyendo a una verdadera inclusión social. Uno de los principales objetivos del Estado marroquí ha sido integrar la dimensión social y los derechos humanos.

Pero el desarrollo del Sáhara Occidental no solo está marcado por los datos económicos. La importancia de las resoluciones a favor de que el Plan de Autonomía marroquí para el Sáhara Occidental y el apoyo de grandes potencias como Estados Unidos, España, Alemania, Francia, Israel y numerosos países nórdicos, árabes, africanos y latinoamericanos, son el reflejo de que la diplomacia es el único camino hacia el entendimiento. Además de la reiteración del apoyo al Plan marroquí, más de una decena de países han abierto consulados en las ciudades de Dajla y El Aaiún, como Guinea en 2019, Senegal en 2018, Gambia en 2017 y Nigeria en 2016.