Mohamed VI defiende “la evolución democrática” de Marruecos y mayor justicia social con motivo de la Fiesta del Trono

Por Paco Soto y Rachid Elalamy
Foto: El rey Mohamed VI durante la lectura del discurso institucional con motivo de la Fiesta del Trono.
El rey de Marruecos, Mohamed VI, defendió este miércoles la necesidad de hacer un balance político, social y económica de la última década y media en su país, y se posicionó a favor de que las instituciones y el conjunto de la sociedad hagan “una pausa” y procedan “a un examen de conciencia y se interroguen con toda franqueza, con sinceridad y objetividad”, sobre lo que ha ocurrido en el país desde 1999, cuando el actual soberano fue coronado. Mohamed VI hizo este llamamiento en el discurso institucional dirigido a la nación que pronunció con motivo de la Fiesta del Trono. La festividad de este año fue especialmente simbólica por tratarse del 15º aniversario de la entronización de Mohamed VI. “Lo que me importa no es tanto el balance y las cifras, sino el impacto directo y cualitativo que han podido tener las realizaciones sobre la mejora de las condiciones de vida de todos los ciudadanos”, dijo el monarca. Mohamed VI advirtió de que “creer que siempre tenemos razón, que jamás nos equivocamos, es abrir la vía a las derivas y a la vanidad”. “Hoy, 15 años después mi llegada al trono, me parece necesario renovar una pausa nacional”, señaló el monarca. Después de esta introducción con tono crítico y autocrítico, el jefe del Estado marroquí aseguró que “nadie puede negar la evolución democrática de nuestro país, la Constitución de 2011, el sistema de derechos del hombre y las libertades”. También destacó la evolución económica y social de Marruecos, que se materializa en “las grandes infraestructuras”, y dio el ejemplo de la moderna autopista que cruza todo el país de norte a sur (Tánger-Agadir) y de oeste a este (El Jadida-Uchda). Sobre este apartado, recalcó también que “el nivel de crecimiento ha conocido un progreso sensible gracias a la adopción de planes sectoriales ambiciosos” en el ámbito industrial y agrícola, y se felicitó de los programas sociales puestos en marcha en “la lucha contra la pobreza, la exclusión y la marginalidad en nuestro país”. Dicho esto, Mohamed VI se preguntó si estos avances han significado “una mejora del nivel de vida de nuestros compatriotas”. En este sentido, el rey, que citó informes del Banco Mundial, se mostró convencido de que “el desarrollo marroquí ha logrado un nivel de madurez” que le va a permitir al país dar un salto cualitativo en materia de bienestar económico y social.
Potencial económico
Mohamed VI puso de manifiesto que, según dos estudios del Banco Mundial, Marruecos se sitúa entre los países más avanzados del continente africano, aunque reconoció que muchos marroquíes todavía no pueden disfrutar de la evolución económica del país. “La realidad confirma que esta riqueza no beneficia a todos los marroquíes”, y “soy consciente de la importancia de las desigualdades sociales entre los marroquíes”, subrayó el monarca. Por todo ello, Mohamed VI hizo un llamamiento a los agentes económicos y sociales para que capitalicen con eficacia y justicia el potencial del país y de sus habitantes, y para que “todos los marroquíes puedan beneficiarse de la riqueza de su país”. En el ámbito religioso, Mohamed VI abogó por seguir defendiendo el modelo marroquí, que se basa en el rito malekita de inspiración suní y en la moderación y donde el rey es jefe de los creyentes. “Es un modelo original” que protege la vida religiosa y las mezquitas de “los viejos demonios del extremismo”, dijo el monarca alauí. En la misma línea, afirmó que “este modelo descansa sobre la voluntad de dispensar una formación científica y religiosa ilustrada” a los ulemas y otros responsables religiosos. Por otra parte, el rey dejó claro que seguirá defendiendo “nuestro modelo de democracia y desarrollo para consolidar la imagen y el lugar de Marruecos en el escenario internacional” y dentro del “respeto a la legalidad y con un espíritu de apertura, moderación y defensa de los valores universales”.
Unión del Magreb
Sobre política regional, el soberano marroquí se posicionó a favor de un acercamiento entre Marruecos y Argelia y apoyó la construcción política y económica del Magreb sobre bases “sólidas y proyectos económicos inclusivos”. También defendió el incremento de la cooperación entre Marruecos y Túnez y pidió soluciones políticas justas para acabar con los conflictos de Irak y Siria, que son “dos pueblos hermanos”. Mohamed VI no olvidó a los palestinos que tanto están sufriendo en Gaza, y defendió la necesidad de un Estado palestino. Asimismo, destacó los lazos de “fraternidad” entre Marruecos y los ricos países del Consejo de Cooperación del Golfo. En su discurso institucional, Mohamed Vi tuvo palabras de apoyo para África. En este sentido, recordó que había dicho en Abiyán que “África tiene que confiar en África”. Frente a la amenaza terrorista en el Sáhara y en el Sahel, el rey marroquí planteó “una respuesta colectiva” de la comunidad internacional. También apuntó la importancia del papel que cumple Marruecos en su relación con la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, porque es un país estratégico en África del Norte. En cuanto al conflicto del Sáhara occidental, que opone a Marruecos con el Frente Polisario apoyado por Argelia, Mohamed VI pidió a los marroquíes que se anticipen a “las maniobras de los adversarios”, y planteó de nuevo la fórmula de la autonomía del territorio bajo soberanía de Rabat. “No hipotecaremos el porvenir” del Sáhara occidental y “seguiremos con nuestros planes de desarrollo y modernización”, advirtió el rey.
Numerosas actividades
La Fiesta del Trono se celebra cada 30 de julio. Es un evento nacional en el que se festja la llegada al poder del rey Mohamed VI. Durante este día se suceden todo tipo de actividades festivas, desde celebraciones institucionales a desfiles, ceremonias, bailes, cantos y fuegos artificiales. El acto más importante es la ‘Beya’ o ceremonia de sumisión al monarca. Con motivo de esta festividad, como ocurre cada año, el soberano indultó a más de 13.000 personas, entre presos y condenados. Entre los indultados se encuentran 119 personas liberadas por razones humanitarias. Importantes delegaciones extranjeras de Europa, África y del mundo árabe, entre otros lugares, participaron en las actividades festivas con motivo del 15º aniversario de la entronización de Mohamed VI. Francia envió a cuatro ministros y los marroquíes en el extranjero también tuvieron a sus representantes en la Fiesta del Trono. El rey ofreció, en el Palacio Real de Rabat, una recepción a las autoridades marroquíes y extranjeras. En este acto, estuvo acompañado por su hijo, el príncipe heredero Mulay Hasan, y su hermano, Mulay Rachid. Por la noche, el soberano y el conjunto de la familia real presidieron una cena oficial en honor de sus invitados en el Palacio Real de Rabat. Este jueves, Mohamed VI también presidirá otras actividades de tipo militar y religioso. Decenas de países aliados de Marruecos, entre ellos España, enviaron felicitaciones al jefe del Estado con motivo de la jornada festiva. En nombre de Estados Unidos, el secretario de Estado, John Kerry, destacó en un comunicado la amistad “duradera” entre Washington y Rabat, y se mostró satisfecho por la cooperación “histórica” entre ambos países.
Un invitado de honor
El expresidente del Gobierno español Felipe González fue uno de los invitados de honor a las celebraciones de la Fiesta del Trono en Marruecos, La televisión marroquí mostró a Felipe González saludando al monarca y conversando con él en el Palacio Real de Rabat, al inicio de la larga ceremonia en la que el Mohamed VI condecoró a personalidades marroquíes y extranjeras que se han distinguido en el año transcurrido desde la última Fiesta del Trono. González fue uno de los primeros en pasar a saludar al soberano, aunque en su caso no fue condecorado con el wisam o cordón de honor, y fue presentado por el protocolo real sencillamente como “expresidente del Gobierno español” entre 1982 y 1996. Algunos de los invitados se limitaron a saludar con un apretón de manos o un beso en el hombro al monarca, pero González fue de los pocos que habló un rato con Mohamed VI bajo la jaima donde tenía lugar la ceremonia. González tiene una larga vinculación con Marruecos, país que visita con cierta frecuencia, especialmente el norte, donde, según algunos medios españoles, posee una casa en Asilah, una bonita ciudad de la costa atlántica.