El analista y especialista en cooperación hispano-marroquí pasó por los micrófonos de ‘De cara al mundo’ en Onda Madrid para comentar las nuevas relaciones diplomáticas entre España y Marruecos

Nourdine Mouati: “España no podía quedarse rezagada en la cuestión del Sáhara Occidental”

photo_camera PHOTO/GUILLERMO LÓPEZ/ATALAYAR - Nourdine Mouati, analista y experto en cooperación

Marruecos y España retoman las relaciones diplomáticas en uno de los momentos más importantes para la política exterior de ambos países. El apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la soberanía marroquí del Sáhara Occidental abre una nueva etapa en las relaciones con el reino alauí. Se espera que en las próximas fechas se celebre de manera oficial esta conciliación de posturas en una visita a Rabat de Pedro Sánchez y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, por invitación de Mohamed VI. Nourdine Mouati, analista y experto en cooperación, analiza este giro diplomático español en las relaciones con Marruecos.

Desde el punto de vista marroquí, ¿qué supone ahora esta nueva etapa, el viaje de Pedro Sánchez y que España haya reconocido que la propuesta marroquí es una propuesta “seria, creíble y realista” para solucionar el conflicto del Sáhara?

Lo primero, y lo que trasciende a los medios oficiales marroquíes, es que hemos logrado recuperar la confianza. La confianza que se había perdido cuando España ocultó a Marruecos la llegada del jefe del Polisario, una organización armada que se declara enemiga, y de facto es la enemiga de Marruecos.

Marruecos ha mantenido durante los últimos años una colaboración muy estrecha en España, en el ámbito de la seguridad y defensa, la lucha contra el terrorismo, y, de repente, con este hecho ha ensombrecido todo lo acaecido en estos últimos años. Ahora se recupera esa confianza y, con esta base de compromiso mutuo de establecer un diálogo sincero y sereno, se abre una etapa con muchas oportunidades para ambos países. Yo insistiría en que, aunque hubo ese incidente que ha ensombrecido parte de las relaciones que estaban avanzando entre ambos países, por ejemplo, las exportaciones españolas a Marruecos han sido un récord: más de 9.500 millones de euros de exportaciones de empresas españolas a Marruecos. En el ámbito comercial las relaciones siguen, tenemos muchas oportunidades conjuntamente y creemos que este es el pacto. Un pacto crucial para afianzar esa alianza estratégica y global, es decir, juntos, España y Marruecos, pueden suponer una potencia comercial enorme de exportación hacia terceros países.

Yo insistiría sobre la confianza. Han recuperado la confianza basada en este diálogo constante que debe imperar y no tomar, como dice bien el comunicado, decisiones unilaterales, como lo fue, por ejemplo, la acogida del líder del Frente Polisario.

Esas acciones unilaterales se interpretan aquí en Madrid con que hay garantías de que no va a haber acciones unilaterales con Ceuta, Melilla o las aguas territoriales de Canarias. ¿Crees que ese compromiso por parte de Marruecos de respetar el estatus quo actual se va a mantener y es un compromiso firme?

Gran parte del proyecto que tiene Marruecos a nivel internacional es principalmente es el que tiene con naciones avanzadas como son Estados Unidos y Francia: es que Marruecos cumpla siempre lo acordado. Y en el tema de la demarcación de las aguas atlánticas, de los límites entre las fronteras marítimas de Marruecos y Canarias, Marruecos lo dejó claro; el ministro dijo que siempre nosotros acudiríamos al diálogo y a la designación marítima internacional en materia de delimitación de aguas.

En lo que respecta a Ceuta y Melilla, aunque a veces hay declaraciones de políticos que no son de la posición oficial, en el marco del diálogo siempre se pueda llegar a un acuerdo. Yo siempre digo que Hasán II hace muchos años cuando se hablaba de cosoberanía sobre Gibraltar insistió en ese aspecto que podía ser una vía que explorar conjuntamente de cosoberanía sobre las dos ciudades, pero es un tema menor delante de los desafíos más grandes que tenemos actualmente: la guerra en Rusia, el tema comercial en el cual quiero insistir y las relaciones económicas entre ambos países, que son estratégicas. El desarrollo de ambas orillas del Mediterráneo depende en gran parte de esa alianza estratégica hispano-marroquí.

Marruecos es un país que ahora es garante de estabilidad de esta zona tan sensible en el sur del Mediterráneo, y más teniendo los problemas que tenemos en el Sahel, con países con una inestabilidad creciente como pueden ser Argelia o la inestabilidad imperante en Libia. Estados Unidos lo ha comprendido así, por eso apoya el plan de autonomía. España no podía quedarse rezagada ante lo que es Alemania, con un Gobierno socialdemócrata, con una ministra de Asuntos Exteriores de los Verdes insistiendo que el único plan viable y realista es el plan que ha lanzado el Reino de Marruecos en lo que concierne al Sáhara marroquí. Creo que España ha dado un paso valiente teniendo en cuenta que es uno de los valedores del Frente Polisario, que es una entidad vacua que está dominada por Argelia. Aquí el país que interviene directamente en todas las decisiones de la milicia del Frente Polisario es Argelia.

Como lo ha dicho también Estados Unidos, en las negociaciones Argelia debe estar presente, pero el conflicto ya no es con una minoría separatista que busca la independencia en el sur de Marruecos, que es solo una minoría, porque la mayoría de la población apuesta por Marruecos, sino que es un tema de enfrentamiento de Argelia de su visión un poco belicista hacia el Reino de Marruecos. Creo que ahí está la clave, aunque España ha dado este paso, al final hay que situar bien el conflicto y es que Argelia no quiere dar el paso, Argelia mantiene este conflicto por intereses de política interna de desviar la atención de su ciudadanía hacia un conflicto que ya dura muchos años y que no tiene razón de ser porque Marruecos es también un país que está caminando, como hizo España en su momento, hacia el Estado de las autonomías. Creo que ese es el marco adecuado y realista que salvaguarda los intereses también de España y de otros países europeos porque es una zona muy sensible y que hay que evitar de crear entidades vacuas que sirvan para que mensajes radicales, fanáticos o de guerra se instalen y desestabilicen toda la zona del sur de Marruecos, del Sáhara y del Sahel, y eso degenere en migración, en terrorismo y en otros fenómenos que nadie quiere.

La cuestión es que entre todos deberíamos poner nuestro granito de arena para que Argelia y Marruecos, en este caso da igual de quién fuera la iniciativa, recuperaran las relaciones, porque de todos es sabido que la apertura de esa frontera entre Argelia y Marruecos sería muy positiva para muchas personas.

Totalmente de acuerdo. Su Majestad el Rey Mohamed VI ya en su mensaje de la Fiesta del Trono tendió la mano hacia Argelia, pero hubo silencio e incluso declaraciones aún más belicistas desde el régimen que gobierna Argelia. Argelia es un país hermano de Marruecos – compartimos Historia, Marruecos participó activamente en la independencia de Argelia –, pero ya conocemos un poco su política interna: hay una oligarquía militar, que sigue gobernando, que tiene una visión de dos bandos. Ya sabemos que la mayoría se formaron en Rusia a través del KGB, y siguen teniendo esa visión del mundo a dos bandos. Ellos están defendiendo a un bando que ya es historia.

Marruecos ha hecho lo que tenía que hacer. El Rey, el jefe de Estado, ha tendido la mano, pero no ha habido respuesta de Argelia, porque este país también tiene una situación interior por la que busca desviar la atención de su población hacia un conflicto y hacia un enemigo que no lo es porque, como digo, el pueblo argelino es hermano de Marruecos. Se han intentado hacer muchas iniciativas. La más importante ha sido la del Rey tendiendo la mano e invitando a abrir una nueva etapa en las relaciones bilaterales, pero Argelia no quiere por razonamientos, como digo, de otra época que hemos superado.

Además, me consta que las declaraciones de la Administración norteamericana insisten en que Argelia debe bajar un poco el tono, ese tono de ofensa hacia Marruecos y que en su beneficio debería buscar una alianza también con Marruecos, ya que es un productor importante en temas agrícolas y Argelia está importando muchos productos de agricultura, de alimentación, sufre una penuria muy importante en algunos productos básicos como es la leche, y tiene al lado un productor que está dispuesto a trabajar con ellos. En fin, hay cierta complementariedad, pero eso ya depende de los dirigentes de Argelia. Marruecos, ya digo, ha hecho un gesto muy importante con el mensaje del Rey de lanzar un mensaje de paz, de apertura, pero desgraciadamente desde la parte argelina siguen apoyando esa milicia del Frente Polisario e incitándolos a una guerra, una guerra ficticia. Esperemos que también la Unión Europea haga presión sobre Argelia para que avance en este diálogo y hacia la posibilidad de apertura de fronteras.

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Además, en la solución de este conflicto lo que se puede esperar es que Naciones Unidas convoque la mesa de Ginebra, como hizo en dos ocasiones anteriores, para poder negociar y solucionar un conflicto en el que ganarían los miles de saharauis que malviven en los campamentos de Tinduf. Yo he visto cómo Marruecos tiene preparado lo que es la reagrupación familiar, viviendas, empleo, educación y sanidad para que se produzca la reagrupación familiar que es lo que los saharauis quieren, ¿no?

Exacto. Marruecos lleva años insistiendo en ello, desde el discurso de Hasán II. Lo que ha ocurrido en estos últimos años es que la gente desconoce en España que ha habido personas que a duras penas han podido escapar de los campamentos de Tinduf, que están controlados por la guerrilla del Polisario y por la Gendarmería argelina, que no deja que nadie circule libremente o que quiera volver al sur de Marruecos. Es lo que ha ocurrido en los últimos años, hasta importantes dirigentes del Frente Polisario han vuelto a Marruecos, viven bien y disfrutan de la prosperidad de esta región. Marruecos ha invertido mucho dinero en sus provincias del sur, si has tenido la oportunidad de visitar Dajla y de conocer el gran desarrollo e inversión que ha hecho Marruecos en este territorio. Sigue abierta la puerta, lo que pasa es que desgraciadamente Argelia impide que la mayoría de la población pueda volver.

Volviendo un poco a la mesa de las negociaciones, Argelia no quiere sentarse y dice que no es parte. ¿Cómo no va a serlo? Argelia desde el 76 empezó a apoyar al Frente Polisario, que era un grupo de jóvenes con ideas marxistas que empezaron luchando contra la colonización española y después acabaron desgraciadamente en manos de Argelia. Mataron incluso a más de 350 españoles, además acribillaron a pescadores y trabajadores de El Aaiún. Esto es una parte que los políticos españoles buscan blanquear, especialmente desde la extrema izquierda, buscan ocultar los crímenes del Frente Polisario. El Polisario ha estado entrenando en Argelia, este país acogió y dio apoyo a ETA, que entrenaban junto a los milicianos del Frente Polisario.

Marruecos nunca acogió a ninguna organización independentista, ni vasca ni catalana. Marruecos en los últimos años no ha cambiado esa política y es un país serio. La Administración norteamericana que, queramos o no, es la primera potencia mundial, con Biden, no ha cambiado ninguna coma de las declaraciones que hizo el presidente Trump. Además, cada día, me consta que hay inversores norteamericanos que están invirtiendo en Dajla y en El Aaiún, al sur de Marruecos, afianzando la soberanía de Marruecos sobre sus provincias del sur y están diciendo lo mismo, que este conflicto no tiene razón de ser y que Argelia debe sentarse en las negociaciones y acabar con este tema porque son ellos los que controlan de facto al Frente Polisario y que están interesados en este conflicto por razonamientos de política interna argelina.

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