El estado de salud de Ali Jamenei genera incertidumbre sobre el futuro de Irán

- Mojtaba Jamenei se perfila como posible sucesor
- ¿Un cambio de régimen?
- El ‘caso de Ekbatan’ sigue poniendo de manifiesto la brutal represión del régimen
En medio de rumores sobre el estado de salud del líder supremo de la República Islámica de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, los medios estatales iraníes han publicado una imagen de Jamenei con el embajador iraní en el Líbano con el fin de desmentir estas especulaciones que comenzaron tras un artículo publicado en The New York Times.
De acuerdo con el periódico estadounidense, el líder supremo iraní se encuentra “gravemente enfermo”, por lo que se ha comenzado a plantear la posibilidad que su hijo, Mojtaba Jamenei, pueda sucederle. También comenzaron a circular rumores que afirmaban que Jamenei, de 85 años, se encontraba en coma.
La salud de Jamenei ha sido objeto de especulación durante dos décadas, con rumores persistentes sobre su estado de salud y posibles sucesiones. Las autoridades iraníes siempre rechazan estas afirmaciones y, con frecuencia, difunden fotografías para desmentirlas, al igual que ocurrió durante la reciente reunión con el embajador en Beirut.
Jamenei ha ejercido como líder supremo de Irán durante casi tres décadas. Aunque su rol es principalmente espiritual, ostenta un poder considerable, con autoridad en asuntos clave como la política exterior y el programa nuclear del país.
Por este motivo, aunque muchos especulan sobre el sucesor de Jamenei, la principal preocupación se centra en la naturaleza de la transición política. “El futuro de la República Islámica de Irán es una incógnita”, explica Daniel Bashandeh, analista político, a Atalayar.

“Una de las claves pasa por ver cómo encararán la sucesión de Jamenei y cómo responderá la población. No hay un consenso acerca de quién puede ser el siguiente líder de la revolución”, apunta Bashandeh, quien recuerda que, a lo largo de estas décadas, Jamenei ha aglutinado mucho poder, por lo que “un nuevo liderazgo que aglutine ese poder puede ser problemático”.
Por otro lado, Bashandeh matiza que el futuro político de Irán estará condicionado por el contexto internacional. “El papel de Estados Unidos y Rusia será determinante. Si Irán sigue con injerencias extranjeras, en especial, sanciones, las probabilidades de un desarrollo democrático en el país son nulas y favorecerán la cohesión del régimen”, afirma.
Para Bashandeh la clave pasa por “equilibrar y garantizar las cuotas de poder existentes, sobre todo, la de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. “También esta por ver si la institución del Líder Supremo tendrá cambios o no”, añade.
En este sentido, el analista político asegura que la República Islámica puede tener continuidad “más allá de la institución del Líder Supremo”. “Hoy en día, la institución del Líder Supremo es el gran problema para la reforma política del país. Si el hijo de Jamenei es el elegido estaríamos hablando del comienzo de un linaje familiar que va en contra de los principios de la República Islámica”, explica. Algunos clérigos han rechazado la idea de la sucesión dinástica por considerarla antiislámica, comparándola con la monarquía.

Mojtaba Jamenei se perfila como posible sucesor
Según informa Iran International, la Asamblea de Expertos, un organismo clerical encargado de nombrar a un nuevo líder supremo tras la muerte o incapacidad del líder en funciones, habría designado en secreto a Mojtaba Jamenei, el segundo hijo del líder supremo, como su sucesor.
Esta sería una elección controvertida ya que Mojtaba no solo no tiene el prestigio de los grandes ayatolás o incluso de muchos ayatolás comunes, sino que la mayoría de los iraníes lo verían como una señal de que la República Islámica se ha convertido en una monarquía en todo menos en el nombre, escribe Michael Rubin en Middle East Forum.

“Las implicaciones de una sucesión de Mojtaba son grandes”, indica Rubin, mencionando su falta de cualificación religiosa. No obstante, esto puede ser precisamente lo que busca el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. “Si bien el CGRI puede no querer una dictadura militar absoluta, puede creer que puede gobernar absolutamente detrás de una fachada clerical que Mojtaba puede proporcionar”, agrega.
El hijo de Jamenei mantiene estrechos vínculos con la Guardia Revolucionaria iraní. En 2019, Estados Unidos lo acusó de colaborar estrechamente con el CGRI y el Basij, una fuerza paramilitar voluntaria bajo el mando del CGRI, con el fin de respaldar las ambiciones regionales desestabilizadoras de su padre.

Igualmente, Mojtaba ha sido acusado de reprimir las protestas dentro de Irán. En 2009 apoyó la violenta represión contra los manifestantes del Movimiento Verde. Lo mismo ocurrió durante las protestas desatadas en 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, asesinada bajo custodia tras ser detenida por la policía moral por no llevar correctamente su hijab.
Además de Mojtaba, otros hombres han sido mencionados como posibles sucesores, como el clérigo y político Mohammad Mehdi Mirbagheri, el clérigo Ali Reza Arafi, el expresidente Hassan Rouhani o el ex jefe del poder judicial, Sadeq Larijani.
¿Un cambio de régimen?
En medio de este panorama se ha llegado a plantear la posibilidad de un cambio en el régimen tras la muerte de Jamenei. En este punto, el periodista y analista iraní Ashkan Safaei Hakimi - citado por The Media Line- baraja dos escenarios principales: uno en el que un nuevo líder intenta reparar las relaciones con Occidente -probablemente creando sólo la percepción de reforma- y otro en el que la inestabilidad política desencadena un levantamiento popular, que podría conducir a un cambio de régimen.
Esto se une con el gran descontento generalizado dentro de la sociedad iraní debido a la falta de libertades y oportunidades, así como a la situación económica. En los últimos días se han producido protestas por los derechos laborales en las que han participado personal sanitario, jubilados y conductores de transporte público para expresar su descontento con las políticas económicas y sociales del Gobierno de Masoud Pezeshkian.

También se han ordenado cortes diarios de electricidad de al menos dos a tres horas en numerosas regiones y provincias de Irán debido a la crisis energética, a pesar de poseer la tercera mayor reserva de petróleo después de Venezuela y Arabia Saudí y la segunda mayor reserva de gas natural del mundo.
En medio del descontento generalizado, el régimen aumenta su represión. Años después del comienzo de las protestas “Mujer, Vida, Libertad”, las autoridades han condenado a muerte a seis jóvenes involucrados en las manifestaciones “en un caso empañado por graves violaciones del debido proceso, confesiones contaminadas por tortura, falta de pruebas y violaciones de las propias leyes de Irán”, tal y como denuncia el Centro de Derechos Humanos en Irán (CHRI).

El ‘caso de Ekbatan’ sigue poniendo de manifiesto la brutal represión del régimen
El pasado 13 de noviembre de 2024, la Sección 13 del Tribunal Penal de Teherán dictó sentencias de muerte para seis manifestantes (Milad Armoun ,de 26 años; Alireza Kafaei, de 34 años; Amir Mohammad Khosheghbal, de 26 años; Navid Najaran, de 32 años; Hossein Nemati, de 27 años; y Alireza Bamerzpournak, de 28 años) por presuntos cargos de “participación en el asesinato y agresión intencional” en relación con el asesinato de un miembro de la milicia Basij durante las protestas en el complejo de viviendas Ekbatan en Teherán en octubre de 2022.
“Los seis manifestantes en el caso de Ekbatan se suman a muchos otros en Irán cuyas vidas penden de un hilo, tras ser despojados de todo derecho al debido proceso, obligados a realizar confesiones falsas y torturados”, señala el director ejecutivo de CHRI, Hadi Ghaemi, quien insta a la comunidad internacional “a imponer consecuencias diplomáticas y económicas más severas a Irán antes de enviar a más hombres y mujeres jóvenes a la horca”.
Please keep talking about the #EkbatanBoys - 6 young Iranian men who have been sentenced to death by hanging following nationwide protests in 2022.
— Elica Le Bon الیکا ل بن (@elicalebon) November 17, 2024
They were charged with “Moharebeh,” (“waging war against God”) and accused of killing a Basij officer that was shooting at… pic.twitter.com/iXUXmolPnM
Esta condena llega pocas semanas después de la ejecución de Jamshid Sharmahd, ciudadano iraní-alemán y residente en Estados Unidos. Es común el secuestro de ciudadanos extranjeros y con doble nacionalidad por parte del régimen iraní, que trata de utilizarlos como moneda de cambio para obtener concesiones de otros países, incluidos Francia, Estados Unidos, Alemania, Suecia y Canadá.
I am sick. My heart is shattered. The Islamic regime in Iran has executed Jamshid Sharmahd, a German citizen, resident of the United States and father of two.
— Emily (@emilyshar1) October 28, 2024
Jimmy Sharmahd was kidnapped in the UAE by the Islamic regime, and held hostage in Iran, and now executed. His brave… pic.twitter.com/t2ix171BZp
Sharmahd, de 69 años, fue secuestrado por agentes de la República Islámica en 2020 en Emiratos Árabes Unidos y llevado a la fuerza a Irán, donde fue sometido a tortura y malos tratos, incluyendo confinamiento solitario prolongado, confesiones forzadas y negación de atención médica crítica a pesar de sufrir Parkinson y otras afecciones de salud graves.
Fue condenado a muerte por el cargo de “corrupción en la tierra”, una acusación política utilizada por la República Islámica para procesar a disidentes y críticos del Estado, y acusado de “planificar y dirigir actos terroristas” tras un juicio que se basó en confesiones obtenidas bajo tortura.