Marruecos emprende el camino hacia un futuro eléctrico en el sector de la automoción

El Policy Brief de Tobias Wuttke publicado por la Escuela de Negocios de Copenhague destaca que Sudáfrica y Marruecos son los únicos países africanos que han conseguido un éxito significativo en la integración en la cadena de valor automotriz mundial. Esto se debe a una serie de factores como el acceso a una red de proveedores globales, una infraestructura adecuada, una buena educación y una fuerza de trabajo altamente cualificada. Estos dos países también han desarrollado una base de conocimientos local, lo que les ha permitido obtener una ventaja competitiva en la producción de automóviles.
Por otra parte, el Policy Brief subraya que la llegada de los vehículos eléctricos presenta una nueva oportunidad para los países africanos con el objetivo de integrarse en la cadena de valor del automóvil global, dado que requieren una infraestructura especial que está aún en desarrollo en África, lo que significa que los países africanos pueden tener una ventaja al desarrollar esta infraestructura antes que otros. Esto podría permitir que los países africanos se conviertan en importantes proveedores de componentes para los vehículos eléctricos en el futuro. Además, se destaca la producción de automóviles de Marruecos y Sudáfrica, dos de los países más destacados en África. Estas dos naciones son los únicos países en el continente africano que producen automóviles y los ensamblan localmente. La producción total de vehículos de Marruecos en 2022 fue de 465.000, mientras que la de Sudáfrica fue de 556.000. Además, ambos países exportan la gran mayoría de sus coches, principalmente a Europa.

Marruecos y Sudáfrica han adoptado diferentes enfoques con el fin de atraer IED en el sector automotriz. Mientras que Sudáfrica ofrece generosos incentivos para la inversión y la importación de componentes, Marruecos se ha centrado en facilitar los negocios en áreas de IED e invirtiendo en infraestructura de calidad. Renault se ha distinguido como “inversionista ancla” en Marruecos, mientras que en Sudáfrica no hay ninguna I+D de automoción. Los modelos relevantes en Marruecos son el Peugeot 208 y el Dacia Sandero de Renault, mientras que en Sudáfrica son el VW Polo, el Ford Ranger, el Toyota Hilux, el Mercedes C-Clase y el BMW X3.
Para aprovechar la oportunidad de la industria automotriz, los países africanos deben encontrar la forma de generar una demanda significativa de vehículos eléctricos en sus mercados o aprovechar la exportación a los principales mercados. Para lograr esto, los Gobiernos africanos deben tener una política clara a fin de impulsar la producción local de aquellos vehículos. Esto incluiría la reducción de los costos de producción de baterías y motores, así como la reducción de los costos de transporte para los coches producidos localmente. Los Gobiernos deben también promover la infraestructura de recarga eléctrica con el objetivo de impulsar el sector.

Por último, desarrollar una política fiscal promoviendo así la producción de los coches en el país. El Ministerio de Comercio e Industria ha tomado medidas activas atrayendo así inversiones extranjeras directas (IED) y para la producción de vehículos eléctricos en el país. La reducción de aranceles de importación de celdas de iones de litio para promover el ensamblaje local de baterías, así como la construcción de una megafábrica de baterías, han permitido que Marruecos produzca anualmente 50.000 vehículos eléctricos. Estas acciones impulsan el desarrollo de tecnologías sostenibles en el país, lo que le ha permitido convertirse en una potencia en la región.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno marroquí para impulsar la producción de vehículos eléctricos, todavía no hay una producción significativa. Los modelos actualmente disponibles son modelos de cuadriciclos como el Citroën Ami y el Opel Rocks-e. Pero aún queda por ver si Marruecos logrará atraer una producción local significativa de vehículos eléctricos y baterías cumpliendo así sus objetivos de energía limpia.