El Egipto jamás contado


Por Alexandra Dumitrascu
 
En la mayoría de las ocasiones nos movemos dentro de los estereotipos y muy pocas veces nos damos cuenta que más allá hay un mundo sin descubrir. Pino Creanza (Altamura, Italia, 1958), de profesión ingeniero, consciente de esto, ha querido enseñar el Egipto menos conocido. Con un lenguaje un tanto peculiar, Cairo Blues (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo) viaja a través de espacios emblemáticos del Cairo que pasan desapercibidos a los ojos del turista que, tal como el propio autor afirma, solamente se limita a seguir la ruta prediseñada de las agencias de viajes. Por tanto, Cairo Blues, se sirve del cómic para dibujar, nunca mejor dicho, una realidad compleja de la capital egipcia, huyendo de las simplificaciones a  las que estamos acostumbrados. Un reportaje gráfico en el que se conjugan la originalidad y la pasión por el cómic, que, además, tiene como eje vertebrador la Primavera Árabe que culminó con la caída de Hosni Mubarak.  
 
Pino Creanza visitó por primera vez  El Cairo en 1998 cuando viajó por motivos laborales, un periodo que se prolongó hasta el año 2000. Durante este tiempo, Creanza ha podido intimar con todos los rincones de esta ciudad de la que se ha quedado “profundamente fascinado”. De este modo nació Al Qahira, su primer libro sobre El Cairo, “un retrato personal” que recoge reflexiones, notas y fotografías.   
 
Pregunta: De ingeniero a autor de cómics y libros diversos, explíqueme un poco este cambio… 
 
Respuesta: Más que un cambio, es una coexistencia. Yo continúo con mi trabajo de ingeniero, pero a media jornada, lo que me permite tener tiempo para desarrollar esta actividad y también otra. Esta pasión mía por contar es bastante antigua. A lo mejor, cuando elegí estudiar ingeniería no era bastante consciente, digamos que esta consciencia ha ido aumentando con el tiempo. No soy un profesionista ni del cómic ni de la escritura, lo hago porque necesito hacerlo y me gusta hacerlo. En realidad, yo me gano la vida como ingeniero. 
 
P: Cairo Blues es el segundo libro relacionado con Egipto, después de Al Qahira, ¿qué es lo que le ha llevado a publicar este segundo libro? 
 
R: Al Qahira solamente fue la colección de algunos apuntes, notas, y de algunas imágenes y fotografías. Era una especie de libro de viaje, sin grandes pretensiones. Fue publicado por una pequeña editorial de unos amigos que me quisieron hacer un regalo. No es un libro que ha tenido una vida; no ha sido nunca distribuido en las librerías. Ha tenido una vida muy limitada. Pero la experiencia que he contado en aquel libro, en parte, ha alimentado este trabajo sobre Cairo Blues, aunque, solamente recoge vestigios de aquella experiencia datada entre los años 1998 y 2000. Sin embargo, en este trabajo he utilizado la memoria, y la he combinado con la investigación hecha sobre la actualidad. Me he documentado sobre todo en internet, he utilizado material aportado por los periodistas, por los fotoperiodistas, por los blogueros. He vuelto a viajar, aunque ha sido un viaje más bien virtual. 
 
P: ¿Sobre qué trata Cairo Blues? 
 
R: Este libro es la colección de episodios breves que tratan de contar un aspecto particular de la ciudad entendida en sentido amplio. Aquella ciudad entendida también como sociedad, como humanidad, donde también se encuentra la arquitectura y la geografía de El Cairo. Son diversos pequeños retratos que juntos me ayudaron a describir un poco la realidad que ni siquiera el turista medio conoce porque se limita a visitar muy pocos sitios de la ciudad. Se trata de los clichés preconfeccionados por la industria de los viajes organizados, como las Pirámides, el Museo Egipcio y poco más, e, incluso, los clichés relacionados con la historia de Egipto como nación: el periodo de los faraones, es decir el Egipto Antiguo, o el Islam que no conseguimos comprender, el caos de un país del tercer mundo, etc. He intentado ir más allá de estos estereotipos y contar una realidad compleja pero rica. 
 
P: ¿Por qué ha elegido este título? 
 
R: Yo soy pugliese (de Puglia, Italia), vivo cerca de Bari, y en esta ciudad hay un grupo musical llamado Radiodervish. El cantante es palestino y los demás componentes puglieses, y tienen una canción que se llama Cairo Blues que me gustaba mucho y la escuchaba a menudo, por tanto se me ha quedado impregnado el título de esta canción. Es un motivo verdaderamente casual. 
 
P: ¿Qué mensaje quiere transmitir con este libro? 
 
R: Volviendo al título, el blues es un estilo melancólico. No es una música triste porque también hay vitalidad; es una música que proviene de los afroamericanos, está también África dentro. Por tanto, Cairo Blues pretende reflejar una ciudad que seguramente contiene signos de decadencia; hasta el color que he utilizado también es un color que recuerda un poco al polvo, a la arena.  También trata de reflejar esa modernidad que no se ha asentado del todo. Así, que quería representar lo que a mi más me ha impactado de El Cairo, que es una ciudad enorme, con muchísima gente, con fuertes disparidades sociales, pero en la que hasta la gente más humilde, más pobre es muy industrial. Por tanto, he encontrado mucha vitalidad y humanidad. No sé si lo he conseguido porque la dimensión del libro es limitada, pero a mi me ha fascinado la ciudad. Así que quise contar un poco mi emoción hacia este lugar. 
 
P: ¿Por qué ha elegido el lenguaje del cómic como modo de expresión y no otro? 
 
R: A mi me gustan los cómics. Es un lenguaje que siento que me pertenece. Quería hacer un experimento. Me gustan las imágenes y también me gusta escribir. Hay muchas imágenes mías de El Cairo que me inspiraban y me gustaban. Así que he pensado en transformarlas en dibujos y contar historias con estas imágenes. Por tanto, nace digamos de mi competencia sobre el lenguaje del cómic y de mi convicción que la unión de texto e imagen tiene una fuerza comunicativa más potente que un artículo o un texto ilustrado por algunas fotos. 
 
P: La Primavera Árabe es el eje vertebrador de este libro. ¿Difieren mucho los acontecimientos que se vivieron en Egipto de cómo se contaron en Occidente? 
 
R: Obviamente se suelen hacer simplificaciones para hacernos comprender los eventos. También nosotros estamos acostumbrados a diferenciar los buenos de los malos. Así que, nos han dicho que Mubarak era el malo y que las personas que se rebelaban eran los buenos. Después llegó Morsi al poder y no entendíamos muy bien quiénes eran los buenos y quiénes los malos. Ahora lo entendemos mucho menos. Por tanto, las simplificaciones nunca son útiles. Seguramente ha sido un proceso muy complicado que no ha nacido de un día para otro. Ha sido un proceso largo, donde muchos eventos y muchas situaciones se han acumulado a lo largo del tiempo, de un descontento alimentado por la corrupción del Gobierno de Mubarak. Nos han contado que todo ha sido muy espontáneo que, desde mi punto de vista no es verdad. Ha sido un proceso largo y previsible que se podía comprender un poco mejor. 
 
P: Después de Mubarak, ¿ha cambiado algo? 
 
R: Esto, a lo mejor, se lo debemos preguntar a cualquier egipcio. Nuestro punto de vista es siempre muy limitado. Yo en el libro he intentado presentar algunos testimonios, como por ejemplo el de un chico que dice: “Por lo menos ahora podemos caminar por la calle con la cabeza en alto”. Posiblemente, una cosa que ha cambiado puede ser la conciencia de las personas, capaces de cambiar las cosas si actúan unidas. Pienso que la sociedad civil se ha reforzado respecto a la época de Mubarak. 
 
P: ¿Tiene algún otro proyecto relacionado con Egipto? 
 
R: No, no tengo un proyecto preciso. De cualquier modo, la forma del libro es cerrada; el libro ya está publicado. Aunque, no lo sé, a lo mejor alguna otra historia en esta línea podría hacerla, publicarla en internet o en el blog. Me gustaría seguir documentándome sobre la situación de Egipto. Por tanto, estoy abierto en este sentido, pero no tengo un proyecto específico.