Inocencio F. Arias/lainformacion.com
Las Naciones Unidas han de cambiar de secretario general a lo largo de este año. Va a haber algunas modificaciones a la hora de seleccionarlo pero siempre dentro de un orden. Esto quiere decir que el candidato ha de contar con la aprobación de los cinco aristócratas de la Organización, a saber, Rusia, Estados Unidos, China, Gran Bretaña y Francia.
La novedad es que el proceso de selección no se hará entre bastidores. Los aspirantes, de los que hay ya un montón, van a exponer sus puntos de vista, y someterse a un interrogatorio, en dos anfiteatros en Londres y Nueva York. Los "exámenes" serán patrocinados y organizados por diversas Fundaciones, el de Londres está copatrocinado por el periódico " The Guardian".
Hasta ahora, la elección de secretario general se realizaba siguiendo un turno geográfico entre los cinco grupos que, a estos y similares efectos, integran la Onu, Europa Occidental y otros estados, Europa Oriental, Latinoamérica, Asia y África. El acuerdo tácito no siempre se respetaba. Así han habido tres de Europa Occidental, Lié, Hammarsjold, Waldhein, y ninguno de la Oriental. También han ocupado el cargo dos asiáticos, U Thant y Ban ki-Moon, dos africanos, Boutros Ghali y Kofi Annan y un iberoamericano, Perez de Cuéllar).
Parecería, en consecuencia, que el llamado en esta ocasión seria alguien de la Europa del Este. No es seguro que así sea aunque no faltan candidatos, cuatro antiguos ministros de Exteriores de Macedonia, Bulgaria ( la señora Bokova que es la Directora General de la UNESCO), Moldova y Montenegro. Los flanquean Danilo Turk, antiguo presidente de Eslovenia y persona competente al que conocí, era mi colega, como Embajador en la Onu y el portugués de buena reputación Antonio Guterres del que se guarda un buen recuerdo como Director de Acnur. Hay otros emboscados, por ejemplo, la actual Presidenta de Chile Michelle Bachelet que también trabajó en la Onu en temas de la mujer.
Para un político de altura, que se vea coyunturalmente desplazado en su país, el puesto es una perita en dulce. Buenos emolumentos, codearse con las personalidades políticas de mayor relieve del mundo y capacidad de llamar la atención del Consejo de Seguridad de la Onu sobre cualquier tema que revista gravedad. Digo "llamar la atención ", no dar órdenes ni decidir. El Secretario General es eso, un Secretario muy distinguido a las órdenes de los gobiernos. No puede decidir sancionar a un estado, ni intervenir para parar un conflicto, ni montar una operación de paz para separar a unos contendientes. Es preciso que el Consejo se pronuncie sobre el asunto. Entonces, una vez que el Consejo ha decidido que es preciso enviar cascos azules a un determinado punto caliente y fijado el número de efectivos necesarios, en lo que a veces mete la pata por cicateria, el Secretario lo gestiona.
El procedimiento de elección tendrá ahora mayor transparencia, pero no nos engañemos. Basta que uno de los cinco grandes ejerza el veto contra un candidato para que, aunque los otros 192 miembros de la Onu lo encontraran adecuado, la candidatura no prosperase. Hay varios ejemplos en el pasado.