El Gobierno yemení y los rebeldes hutíes continúan acusándose mutuamente sobre la violación de la tregua establecida el pasado 2 de abril, la más larga hasta ahora desde que comenzó la guerra. Esta tregua establecida por la ONU no ha sido respetada por ninguna de las partes contendientes, que siguen realizando ataques continuos con aviones no tripulados y fuego de artillería.
El Ejército de Yemen ha afirmado que los hutíes han violado esta tregua más de 4.276 veces al movilizar combatientes y lanzar ataques con drones y misiles, incluso cuando la milicia indicó que aceptaba su renovación. Estos ataques, afirma la Defensa yemení, se han llevado a cabo contra las fuerzas gubernamentales en Marib, Taiz, Saada y Hajjaj. “Los hutíes están desafiando la tregua y las resoluciones internacionales. Nos han adherido a la tregua”, aseguraba Abdu Abdullah Majili, general y portavoz del Ejército yemení, al portal de noticias Arab News.
No obstante, según los hutíes, el Ejército yemení tampoco ha dejado de realizar ataques durante esta tregua. Tanto es así que esta madrugada la milicia ha denunciado el derribo de un dron perteneciente a las fuerzas gubernamentales que ha dejado al menos tres muertos en la capital yemení, Sanaa.

Estas acusaciones se producen cuando el enviado especial de la ONU en Yemen, Hans Grundberg, ha presionado tanto al Gobierno como a las milicias para que extiendan la tregua y pongan en marcha sus componentes incumplidos, incluida la apertura de carreteras en Taiz.
Frente a estas presiones de Grundberg, ambas partes, a pesar del incumplimiento de la tregua, han mostrado su aprobación a la petición del enviado especial de la ONU. “Afirmamos que no estamos en contra de extender la tregua, pero lo que no es posible es la aceptación de cualquier tregua en la que continúe el sufrimiento de nuestro pueblo”, afirmó el jefe del Consejo Político Supremo de los hutíes, Mahdi al-Mshat. Por su parte, el jefe del Consejo de Liderazgo Presidencial de Yemen Rashad al-Alimi expresó su apoyo a los esfuerzos actuales de los mediadores internacionales para extender la guerra.

Sin embargo, desde el Gobierno no están perdiendo el tiempo. El ministro de Defensa de Yemen, Mohammed al-Maqdashi, se reunía el pasado jueves con el coronel Mark Rittman, agregado militar y de seguridad estadounidense en la Embajada de Estados Unidos en el país. Ambos representantes discutieron la mejor forma de “hacer frente al terrorismo”, además de una cooperación militar y de seguridad entre las dos naciones junto con Reino Unido.
Frente a esta difícil situación de conseguir un periodo de paz y estabilidad, varios activistas y organizaciones por los derechos humanos han intensificado sus campañas sobre el terreno y en las redes sociales, mostrando las graves consecuencias las violaciones de la tregua, especialmente tras el asedio de los hutíes en Taiz.