La República Islámica ha comenzado a fabricar este producto hace más de cinco años, según un informe elaborado por Reuters

Irán podría estar produciendo polvo de aluminio para su programa de misiles

PHOTO/ AFP/ HO / OFICINA DEL EJÉRCITO IRANÍ - Un misil Sayad disparado desde el sistema de misiles Talash durante un simulacro de defensa aérea en un lugar no revelado de Irán

“La historia de los conflictos humanos es la lucha entre la espada y el escudo, la lanza y la coraza. Esto es, entre las tecnologías relacionadas con el ataque y las que lo están con la defensa”. Con estas palabras, el militar Pedro Baños explica en su libro “El dominio mundial. Elementos del poder y las claves geopolíticas” la importancia del desarrollo y de la tecnología en el actual orden establecido mundialmente. Irán ha demostrado durante los últimos meses el poder de su capacidad militar, a pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos. Una investigación elaborada por la agencia de noticias Reuters ha desvelado que, en  mitad del desierto en la provincia de Khorasan, en el noreste de Irán , la República Islámica está produciendo polvo de aluminio para su programa de misiles. 

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei

Según el informe, basado en el testimonio de un ex funcionario del gobierno iraní y en documentos a los que ha tenido acceso la agencia Reuters, los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica – una rama de las Fuerzas Armadas iraníes – han sido los encargados de liderar ese procedimiento en una instalación secreta situada cerca de la localidad de Jajarm, en donde hay una instalación secreta que durante los últimos años ha estado produciendo polvo de aluminio para su uso en un programa de misiles. El polvo de aluminio, derivado de la bauxita,  es imprescindible para crear propulsores de combustible sólido utilizado para lanzar misiles. 

Irán comenzó a fabricar este producto hace más de cinco años, según el ex funcionario entrevistado por Reuters, Amir Moghadam, quien desde 2013 hasta 2018 fue jefe de relaciones públicas y responsable del departamento de asuntos parlamentarios en la oficina del vicepresidente de asuntos ejecutivos, que en ese momento supervisaba algunas políticas económicas. Moghadam ha admitido que visitó estas instalaciones en dos ocasiones y que la producción continuaba una vez que dejó de vivir en la República Islámica. 

Amir Moghadam en el aeropuerto de Arak en Irán, mientras acompaña al presidente iraní Hassan Rouhani (al fondo) en un viaje por la provincia, en esta foto sin fecha

El distanciamiento entre Washington y Teherán ha aumentado en los últimos años, principalmente tras el abandono del pacto nuclear por parte de EEUU, una decisión adoptada por Trump por considerar que este país no estaba cumpliendo con sus compromisos. Al mismo tiempo que la nación norteamericana ha intensificado las sanciones contra Irán, este país ha fomentado el desarrollo de polvo de aluminio para la producción de misiles. 

Reuters ha consultado decenas de documentos relacionados con este proyecto que datan de 2011 a 2018. Entre ellos, destaca una carta dirigida al líder supremo del país, el Ayatolá Alí Jamenei, de un comandante de la Guardia Revolucionaria cuyo hermano es conocido en el país por ser “el padre del programa de misiles de Irán”. En esta misiva, Mohammad Tehrani Moghadam ha descrito la instalación de Jajarm como un “proyecto para producir combustible para misiles a partir de polvo metálico” y ha afirmado que desempeñaba un papel importante en “la mejora de la autosuficiencia del país en la producción de combustible sólido para misiles”. Por su parte, el portavoz iraní en Naciones Unidas, Alireza Miryousefi ha asegurado “no tener información sobre estas afirmaciones y sobre la autenticidad de estos documentos”, antes de hacer hincapié en que el programa de misiles de Irán es “únicamente defensivo”. 

Un camión militar iraní que transportaba misiles tierra-aire pasando por un retrato del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, durante un desfile con motivo del día anual del ejército del país, el 18 de abril de 2018

Estados Unidos ha activado a lo largo de los últimos meses y en medio de la pandemia del coronavirus, sanciones adicionales a Irán. El descubrimiento de esta instalación de fabricación de polvo de aluminio podría provocar un mayor distanciamiento entre ambas potencias. El sector energético y el sector metalúrgico iraní están muy debilitados por las sanciones impuestas en 2018 por Estados Unidos que prohíben la exportación de crudo de Irán y cualquier tipo de transacción relacionado con el sector del aluminio. Además estas medidas coercitivas también van enfocadas a los guardianes de la revolución o aquellos que les prestan apoyo. Ejemplo de ello son las sanciones impuestas este mes de junio contra dos empresas por su supuesto vínculo con el programa nuclear de Teherán. Las compañías afectadas son Islamic Republic of Iran Shipping Lines (IRISL) y E-Sail Shipping Company, su filial en la ciudad china de Shanghái. 

“El Tesoro se toma en serio cualquier informe sobre conductas potencialmente sancionables y, aunque no hacemos comentarios sobre posibles investigaciones, nos comprometemos a atacar a las personas que apoyan al régimen iraní y sus actividades malignas en todo el mundo dentro de nuestras autoridades”, ha señalado un portavoz del Tesoro de EEUU a la agencia de noticias Reuters tras ser informado sobre la fábrica de polvo de aluminio. Por su parte, José Luis Díaz, portavoz del Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, ha subrayado que “"el Consejo de Seguridad no ha aclarado si la capacidad de Irán de producir polvo de aluminio para su uso como propulsor de misiles es incompatible con las medidas restrictivas”. 

Reactor nuclear en Arak, Irán, el 23 de diciembre de 2019

De ser cierto, la producción de su propio polvo de aluminio daría un mayor control de la cadena de suministro y de la calidad de los propulsores de misiles iraníes, ha manifestado Michael Elleman, director del programa de no proliferación y política nuclear del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un grupo de expertos en seguridad, con sede en Washington a la agencia encargada de hacer esta investigación. La instalación de Jajarm está dirigida por la Compañía de Alúmina de Irán, una filial de la empresa estatal de minería y metalurgia Iranian Mines and Mining Industries Development and Renovation Organisation. Sin embargo, en su portal web, no se explicita directamente que esta compañía se dedique a la producción de polvo de aluminio. En contra, dicen operar una mina de bauxita en un complejo situado a unos 10 kilómetros al noreste de Jajarm.

“Tenemos preocupaciones significativas y de larga data sobre el programa de misiles balísticos de Irán, que es desestabilizador para la región y representa una amenaza para la seguridad regional”, ha advertido el Gobierno británico a través de un comunicado oficial. La acusación de producir polvo de aluminio llega en un momento crítico para la República Islámica, uno de los países más afectados por el coronavirus que, en estos momentos, afronta un nuevo rebrote tras relajar las restricciones. Aun así, el presunto programa nuclear del país es motivo de preocupación a lo largo y ancho del planeta, incluso en la ONU, en donde el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 1929 en junio de 2010, hace ya diez años, para restringir la producción de misiles balísticos capaces de transportar armas nucleares y prohibió a otros estados que suministran a Irán tecnología o asistencia técnica relacionada.

En esta foto de archivo de la hoja informativa proporcionada por la Organización de Energía Atómica de Irán el 4 de noviembre de 2019, se muestran centrífugas IR-8 en la planta de energía nuclear de Natanz, a unos 300 kilómetros al sur de la capital, Teherán

Apenas tres meses después, autoridades de Singapur interceptaron un envío de 302 tambores de polvo de aluminio a Irán procedentes de China, según un panel de la ONU que supervisa el cumplimiento de la resolución. Por aquel entonces, de acuerdo con Reuters, la instalación de Jajarm ya estaba en proceso. Moghadam indicó  a Reuters que visitó las instalaciones de Jajarm dos veces en 2015 y asistió a varias reuniones en Teherán entre funcionarios del gobierno y administradores de la compañía. “Los gerentes estaban pidiendo acceso a divisas extranjeras, diciendo que su proyecto militar necesitaba el apoyo del gobierno para sobrevivir a las sanciones”, ha concluido.