Paco Soto
Pie de foto: El primer ministro de Marruecos y líder del PJD, Abdelilah Benkirane.
La organización juvenil de la principal formación en el Gobierno de Marruecos, el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) del primer ministro Abdelilah Benkirane, se ha rebelado contra la cúpula dirigente. Los jóvenes islamistas se han constituido como corriente dentro del partido. Los críticos denuncian comportamientos autoritarios e indignos en algunos dirigentes del PJD, y apuestan por limitar el mandato de los cargos públicos del partido. Los jóvenes del PJD están cansados de ver siempre las mismas caras en las listas electorales desde el año 1997, y creen que la formación islamista tiene que renovarse profundamente.
El MUR, la corriente más organizada dentro del partido de Benkirane, lleva tiempo defendiendo que los políticos islamistas no puedan permanecer en el cargo más de dos mandatos. Muchos diputados del PJD no están de acuerdo con esta propuesta; tampoco Benkirane, que quiere seguir dirigiendo el PJD y no se plantea abandonar las riendas de la formación. El sector más pragmático y burocratizado del partido teme perder los privilegios adquiridos en la cúpula de la organización y en las instituciones del Estado. La lucha interna está siendo muy dura, y los jóvenes rebeldes tienen el apoyo de una parte de la dirección y de los cargos electos.
Modernización electoral cuestionada
La organización juvenil también critica con dureza al Ministerio del Interior, porque considera que este departamento ha puesto en marcha medidas de modernización electrónica y racionalización de las listas electorales que hacen más difícil que se presenten candidatos ajenos al aparato burocrático del PJD. “Pensamos que el Ministerio del Interior está al servicio de la cúpula del partido y no del conjunto de los ciudadanos marroquíes, sean votantes o no del PJD. El Ministerio del Interior pone trabas de todo tipo para impedir la renovación del partido y para que sigan mandando los de siempre”, comenta para Atalayar Ali, un joven militante de la organización islamista afincado en Casablanca.
Fuentes del PJD en Rabat consultadas por Atalayar niegan la versión de los hechos planteada por Ali, y aseguran que “los cambios impulsados por el Ministerio del Interior no tienen nada que ver con la política interna del PJD. Es falso y absurdo afirmar tal cosa. A partir de ahora, la inscripción en las listas electorales tiene que ser individual; la persona que lo haga tiene que dar una dirección de correo electrónico, donde recibirá la confirmación y validez de su inscripción”. Los críticos del PJD informaron de que han registrado en los diferentes locales del partido unos 200.000 nuevos inscritos, muchos de ellos electores fieles al islamismo moderado que defiende la formación de Benkirane, en la última revisión de las listas electorales.
Pie de foto: Los maestros en prácticas protestan en Marruecos contra el Gobierno de Benkirane.
Cinco años en el Gobierno
El PJD gobierna con varias formaciones políticas. Una de ellas es el Partido del Progreso y el Socialismo (PPS), formación heredera del Partido Comunista, laica y de izquierda. El PJD llegó al poder en 2011 tras ganar las elecciones legislativas y alcanzar un pacto de gobierno con los nacionalistas del Partido del Istiqlal (PI) y otras fuerzas. Los socialistas de la USFP rechazaron la oferta islamista. El experimento duró hasta el verano de 2013, cuando los ministros nacionalistas abandonaron el Gobierno de Benkirane tras varios meses de enfrentamientos con los islamistas. El primer ministro se vio en la obligación de negociar con otras fuerzas parlamentarias. En octubre de 2013, Marruecos tuvo nuevo Ejecutivo. El Gobierno de Benkirane no ha cumplido con muchas de sus promesas electorales en el ámbito social, y una parte de sus votantes de capas populares están desilusionados con el partido. Algunos colectivos, como los licenciados universitarios desempleados y los maestros en prácticas, llevan tiempo protestando en las calles de muchas ciudades del país contra el Ejecutivo de Benkirane.
Daño electoral
La rebelión de los jóvenes islamistas y el descontento de amplios sectores populares debilitan al PJD de cara a las elecciones generales del próximo 7 de octubre. El PJD quiere volver a ganar las elecciones. La oposición no se lo pondrá fácil, sobre todo el Partido de la Autenticidad y Modernidad (PAM), formación liberal creada por Fouad Ali el Himma, exsecretario de Estado de Interior y amigo personal del rey Mohamed VI, los nacionalistas del PI y en menor medida los socialistas de la USFP. Los segundos comicios tras la aprobación de la Constitución de 2011 serán determinantes para el PJD, que, además de encabezar la actual coalición gobernante y tener 107 diputados de un total de 395 en la Cámara de Representantes (Parlamento), comprobará si su popularidad se desgastó después de su primera experiencia en el Gobierno.