Líderes religiosos reclaman la unión de la diversidad frente a los extremismos

Carmen Chato

Pie de foto: Firmantes de la Declaración de Atenas

El centro de diálogo interreligioso KAICIID ha dado su respaldo a la “Declaración de Atenas: unidos contra la violencia en el nombre de la religión”. Un documento que vio la luz el pasado mes de septiembre tras producirse una reunión de alto nivel en la capital griega. Con la firma de esta declaración, líderes de las comunidades cristiana, musulmana y de otros grupos religiosos quisieron demostrar su apoyo a los derechos de ciudadanía de todos los creyentes, sin distinción, en Oriente Medio.

Este manifiesto afirma que el conflicto en esta zona supone una amenaza a su diversidad religiosa y cultural, que se ha caracterizado por una coexistencia pacífica de credos y etnias. Pero la violencia brutal llevada a cabo por extremistas violentos, continúa la “Declaración de Atenas”, hace que sus habitantes se vean obligados a huir y a abandonar sus hogares.

Para los líderes religiosos promotores de este documento, todo ello es incompatible con la historia y cultura compartida a lo largo de los siglos, y contradice los preceptos y las enseñanzas auténticas de la religión, cuyas ideas centrales abogan por la paz y la coexistencia.

Por ello, han querido utilizar esta vía de comunicación para denunciar las persecuciones religiosas de las comunidades que conforman la identidad de Oriente Medio y que, de continuar así, ésta terminaría por desaparecer. Además condenan que los extremistas manipulen la religión para justificar la violencia no sólo contra las personas sino contra los lugares sagrados, profanando sitios de culto.

Por ello, hacen un llamamiento a la paz, a la solidaridad  y a la justicia para poder construir las condiciones necesarias para poder vivir en libertad en Oriente Medio. También reclaman que los medios de comunicación y los responsables de  diseñar políticas públicas, no caigan en el error de asociar actos terroristas con religión y piden que desde esas tribunas se de credibilidad a otras voces.

Además, se resaltan los efectos positivos de las iniciativas locales dirigidas a eliminar de raíz segregaciones religiosas que terminan alimentando conflictos. Unos esfuerzos que, realizados con la suficiente antelación, pueden ayudar a unir comunidades en lugares que se caracterizan por ser crisol de religiones.

Por último, reclaman la liberación de civiles y líderes religiosos secuestrados así como el retorno seguro de los desplazados internos y los refugiados en el contexto bélico que ahora viven algunas zonas de la región.

Una iniciativa contra la violencia en nombre de la religión

El centro de diálogo religioso KAICIID, proyecto conjunto de Arabia Saudí, Austria y España, puso en marcha la iniciativa “Unidos contra la violencia en nombre la religión” (UNVR, por sus siglas en inglés) en noviembre de 2014. Con ella se busca fomentar la cooperación entre instituciones religiosas y gobiernos para luchar contra el terrorismo, sobre todo en Iraq y Siria. Fue en ese momento cuando se firmó la “Declaración de Viena” que sirvió de fundamento para denunciar la violencia que se justifica por motivos religiosos.