EFE
Pie de foto: El viceprimer ministro de Etiopía, Demeke Mekonnen (C), asiste al funeral del presidente de Amhara, Ambachew Mekonnen, y de otros dos funcionarios que murieron en un ataque en la ciudad de Bahir Dar, región de Amhara, Etiopía, el 26 de junio de 2019. Foto tomada el 26 de junio de 2019. REUTERS/BAZ RATNER
Al menos 212 personas han sido detenidas desde el sábado en la capital regional del estado de Amhara, Bahir Dar, y otras 43 en Adís Abeba en relación con el fallido golpe de Estado regional en Etiopía, según una comisión gubernamental
Esta comisión, formada por miembros de la Fuerza de Defensa Nacional, la oficina del fiscal general, la Policía Federal y el Servicio Nacional de Inteligencia y Seguridad (NISS), declaró a última hora de ayer a la televisión estatal que los 255 sospechosos están siendo investigados, y precisó que 212 son agentes de seguridad. Además, indicó que la misma célula que acabó el sábado con la vida de cinco altos rangos del Gobierno tenía planeado atentar contra otras figuras gubernamentales de alto nivel e instituciones militares en Adís Abeba.
El pasado día 27, al menos 56 miembros del partido opositor etíope Movimiento Nacional de Amhara (NaMa) fueron arrestados en conexión con el golpe, según el portavoz de esta nueva formación etno-nacionalista, Christian Tadele.La comisión de investigación informó también de la incautación de 27 fusiles AK-47, dos ametralladoras y un número indeterminado de pistolas, según el mismo comunicado.
Durante la asonada del pasado 22 de junio, murieron por heridas de bala en Bahir Dar el presidente de Amhara, Ambachew Mekonnen, junto a uno de sus asesores, y un día más tarde, el fiscal general regional, Migbaru Kebede, tras no sobrevivir a una operación. Mientras que en diferentes ataques en la capital del país, aparentemente relacionados con el golpe, perdieron la vida también el jefe del Estado Mayor del Ejército, Seare Mekonnen, y un segundo teniente retirado, asesinados ambos por un guardaespaldas.
La Policía etíope abatió el 24 de junio al general de brigada Asaminew Tsige, presunto cerebro detrás de este intento de golpe y que se había dado a la fuga la noche de la asonada. Asaminew Tsige ejercía como jefe de seguridad de la región de Amhara tras haber salido de la cárcel en una amnistía en febrero de 2018, cuando cumplía sentencia por supuestamente coordinar otro golpe de Estado para derrocar al entonces primer ministro, Meles Zenawi, en 2009.