Por Francesco Saverio Angiò/ Saabalshams http://baabalshams.com/?p=4563
Pie de foto: Policias tunecinos en el Mueso del Bardo
Una vez más, en menos de dos semanas, los radicales yihadistas llevan a cabo atentados terroristas en territorio africano, en esta bisagra de inestabilidad en la que se ha convertido el Magreb/Sahel, provocando víctimas tanto locales como extranjeras.
El 7 de marzo, un ataque con armas ligeras acabó con la vida de dos malienses y tres europeos en un restaurante de la capital de Malí, Bamako.
El 18 de marzo, el guión se repitió en Túnez cuando, tras fracasar en su intento de asaltar el parlamento, un comando de 4 terroristas se escondía dentro del Museo del Bardo.
La acción de los terroristas ha sido ensalzada y reivindicada por DAESH (acrónimo de ad-Dawlah al-Islāmīyah fī al-‘Irāq wash-Shām, mediáticamente conocido como “Estado Islámico”).
Resulta complicado averiguar el verdadero nivel de vinculación entre los yihadistas tunecinos y la entidad que se hizo con el control de la Mesopotamia Superior.
Sin embargo, sí queda claro que DAESH se ha convertido en el nuevo Al Qaeda Central, y los varios actores yihadistas presentes a lo largo de todo el Magreb y el arco saheliano anhelan obtener su reconocimiento y, probablemente, un acuerdo de “afiliación” o aceptación, como el concedido a Boko Haram este mismo mes, después de que la secta nigeriana jurara lealtad al “califa” Al-Baghdadi.
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