Irán desarrolla su propia vacuna y pone en marcha los ensayos clínicos

La vacuna desarrollada por Irán, el país más afectado por la pandemia en Oriente Medio, inició el martes la fase de ensayos clínicos, según anunció la televisión estatal. Teherán confía en tenerla lista en la primavera de 2021.
La COVID-19 ha infectado a 1,2 millones de personas en al República Islámica, de los cuales fallecieron casi 55.000. La vacuna ha sido financiada por la fundación de la Orden Ejecutiva del Imam Jomeini (EIKO), un conglomerado económico estatal cuyo presidente es directamente designado por el Líder Supremo, el ayatolá Jamenei.
La vacuna impulsada por la EIKO, bautizada como COVIRAN, ha recibido el aval del Ministerio de Sanidad iraní y cumple los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La capacidad de producción será de 1,5 millones en los próximos cuarenta días y alcanzará los doce millones de dosis mensuales el próximo semestre.
La televisión estatal retransmitió el martes imágenes de las primeras vacunaciones en las que se mostraron a tres voluntarios y contó con la presencia del ministro de Sanidad, Said Namaki, y la vicepresidenta de Ciencia y Tecnología, Sorena Sattari. La hija de Mohamad Mojber, director de la EIKO, fue la primera vacunada y le siguió dos altos funcionarios de la organización.

Según los datos ofrecidos por Mojber 60.000 iraníes se presentaron voluntarios, de los cuales 56 finalmente formarán parte del ensayo recibiendo dos dosis separadas en las próximas dos semanas. El resultado se conocerá 28 días después de la segunda inyección según dio a conocer un funcionario iraní a la cadena Iribnews.
El ministro de Sanidad aseguró que otra vacuna será aprobada “en un futuro muy cercano” para comenzar los ensayos en humanos. También anunció que prevén inmunizar a 20 millones de ciudadanos con la adquisición de 41 millones de dosis de otras vacunas, de las que 16,8 millones ya han sido compradas a través del Covax, un mecanismo creado por la OMS para facilitar el acceso a la vacuna a países menos desarrollados. Por su parte la Media Luna Roja de Irán recibirá un millón de dosis provenientes de China.
Las autoridades iraníes han criticado que las sanciones estadounidenses dificultan la compra de vacunas. Aunque los alimentos y medicamentos están exentos, los bancos internacionales tienden a rechazar las transacciones que involucran a Irán para así evitar posibles litigios.
El presidente Hasánn Rohaní mostró su enfado el sábado por la decisión de Estados Unidos de exigir que todas las transferencias de fondos iraníes destinados a la compra de vacunas contra el coronavirus pasen por bancos estadounidenses. Rohaní teme que aprovechen para confiscar ese dinero.

“Queríamos transferir los fondos del país donde está nuestro dinero” para la compra de la vacuna y “este país ha aceptado”, dijo el presidente iraní, sin nombrar al país en cuestión. “La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC), dijo que no había ningún problema”, aseguró Rohaní, aunque finalmente no fue así.
Y es que según Rohaní esto podría derivar en que la compra sea más cara y llegar tarde, algo que no pueden permitirse teniendo en cuenta que en las últimas 24 horas se han registrado 150 fallecidos, 6.272 casos nuevos y 5.087 personas en estado crítico.
El país lleva tiempo sumida en una grave crisis económica y la escasez de medicamentos es habitual. Las sanciones impuestas por la Administración Trump han agravado el deterioro del país.