Egipto busca posicionarse como una potencia regional en Oriente Medio y hacer de contra peso a la influencia por parte de Turquía. Desde que estallara la Primavera Árabe el país africano se ha mantenido en un segundo plano. Egipto debía primero hacer frente a sus problemas internos antes de posicionarse de nuevo como un país determinante para la estabilidad de la región. Sin embargo, poco a poco El Cairo ha vuelto a erigirse como el mediador de Oriente Medio.
El Cairo ha acogido las negociaciones del alto el fuego entre Hamás e Israel tras su reciente enfrentamiento, además de liderar los esfuerzos por la reconstrucción en Gaza. Asimismo, en otro conflicto regional como el libio también ha mostrado su intención de erigirse como mediador. Un conflicto marcado también por la fuerte injerencia turca. El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, recibía el pasado sábado a la ministra de Asuntos Exteriores libia, Najla Mangoush, para escenificar su respaldo a la transición política en el país norteafricano.

Al-Sisi tras el encuentro reafirmó su respaldo al Gobierno de Unidad Nacional de Libia (GNU) y exigió la retirada de las tropas extranjeras del país. Las relaciones entre El Cairo y Trípoli se han visto afianzadas, en parte, por los tres memorandos de entendimiento para el desarrollo económico firmados en abril durante la visita del primer ministro egipcio, Mostafá Madbuli, junto a 11 de sus ministros a la capital libia.
De esta manera Egipto va ganado peso en la región en gran medida por su papel de “arbitro” en las diferentes disputas. Aún así, uno de los objetivos que persigue El Cairo al llevar a cabo esta política es restar peso a la influencia de Turquía. El presidente turco Recep, Tayyip Erdogan, ha colocado a su país en el centro de la mayoría de las disputas que afectan a Oriente Medio como puede ser Siria, Libia e Irak. Egipto, por el contrario, ha intentado influir a través de políticas de consenso entre los diferentes países.

Además del encuentro con representantes del Gobierno provisional de Libia, el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi ha recibido al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. El país heleno mantiene una disputa abierta con Turquía por las exploraciones en el Mediterráneo oriental, así como por la cuestión de Chipre. A pesar de que el presidente egipcio no quiso referirse de forma directa al país euroasiático subrayó su compromiso con la soberanía sobre las aguas territoriales y su voluntad de reforzar las relaciones con Grecia y desarrollar la cooperación existente en el marco del mecanismo tripartito con Chipre, para alcanzar intereses y objetivos comunes en la región del Mediterráneo oriental.
Por su parte, el primer ministro griego señaló que su país está interesado en reforzar la cooperación con El Cairo y también en desarrollar el mecanismo tripartito entre Egipto, Grecia y Chipre, que, según dijo, ha sido "exitoso y eficaz para la coordinación y la cooperación institucional regular". Ambos líderes durante su encuentro también abordaron la situación en Libia y acordaron apoyar la vía política actual, que conduzca a la celebración de elecciones antes de finales de año. Asimismo, volvieron a recalcar la importancia de la disolución de las milicias y la salida de todas las fuerzas y mercenarios extranjeros de suelo libio.

Un asunto de vital importancia para Egipto es el relacionado con la Gran Presa del Renacimiento Etíope (ERGE) y en este asunto Grecia mostró su completo apoyo hacia el país norteafricano. "Apoyamos las posiciones de Egipto con respecto a la Presa del Renacimiento", subrayó el primer ministro griego, y agregó que el problema debe resolverse por medios pacíficos ya que las aguas del Nilo son vitales para la vida. Egipto depende del Nilo para el 90% de su agua dulce y ve la presa como una amenaza potencial. El Cairo ha expresado su preocupación por la forma en que la presa puede reducir las cuotas anuales del país de 55.500 millones de metros cúbicos de agua del Nilo.
Otro de los grandes temas espinosos a tratar entre ambos líderes ha sido la situación de Chipre. Mitsotakis ya ha adelantado que es "imposible" establecer dos Estados en Chipre y ha asegurado que la solución para el conflicto en la isla reside en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Un punto de desencuentro con Turquía que insiste en la solución de dos Estados. La postura de Egipto en este conflicto se inclina hacia el lado heleno pero amparado en el marcado de Naciones Unidas. Al-Sisi recalcaba que "Egipto apoya firmemente las respectivas resoluciones de la ONU", desligándose de la iniciativa del país euroasiático.