Desde EAU confían en que se culmine la operación a pesar del embargo de armas por parte de los norteamericanos

El embajador de Emiratos se muestra optimista respecto a la venta de los jets F-35 por parte de Estados Unidos

photo_camera REUTERS/EDDIE KEOGH - Imagen de avión F-35

La venta de Estados Unidos de 50 aviones F-35, 18 drones armados y demás equipos de defensa, entre los que destacaba la bomba inteligente Paveway IV de Raytheon, por un valor cercano a los 23.000 millones de dólares a Emiratos Árabes Unidos, se cerró a lo largo del último día de mandato del ya expresidente Donald Trump. Tras su salida de la Casa Blanca, la situación, como no podía ser de otra manera, ha cambiado. Aunque por el momento, la Embajada árabe muestra una cara optimista y confía en que el acuerdo se cumpla: “Hicimos todo según las reglas y lo descubrirán una vez que se complete la revisión y se procederá”. Con esa contundencia aseguraba Yousef Al Otaiba la fructificación del acuerdo entre las partes. 

Al país presidido por Jalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahayan se le prometió la oportunidad de adquirir varios ejemplares del modelo F-35 en un acuerdo paralelo cuando estableció vínculos de unión con Israel en el mes de agosto en virtud de un pacto mediado por la administración Trump. Incluso, el propio Senado estadounidense reafirmó la venta de este armamento, tumbando los intentos de bloqueo por parte de la oposición, que alegaban que la venta se estaba llevando a cabo apresuradamente y sin las garantías de que dicho equipamiento alimentara la inestabilidad que atraviesa Oriente Medio.

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Por otro lado, hace tan sólo un mes que el Departamento de Estado de Estados Unidos comunicó que el equipo de Biden había decidido detener de manera temporal la venta de armas a ciertos aliados, representados por Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí: “Es típico al inicio de una Administración revisar las ventas pendientes, para asegurarse de que lo que se está considerando sea algo que avance en nuestros objetivos estratégicos y en nuestra política exterior”, aseguraba el nuevo secretario de Estado, Antony Blinken.. Pero no es el único. Italia, dentro del caos en el que está sumido el país tras la retirada del partido del ex primer ministro, Matteo Renzi, ha bloqueado la venta a estos dos países de una asignación de 20.000 misiles valorados en 400 millones de euros. Una decisión que explicaba el ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio: “Un acto que consideramos debido, un claro mensaje de paz procedente de nuestro país. Para nosotros, el respeto de los derechos humanos es un compromiso inquebrantable”. Una decisión muy aplaudida por la Red Italiana para la Paz y el Desarme que ha calificado de “histórica” la medida y que estima en 12.700 artefactos los pedidos cancelados gracias a ella. 

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Ya en el año 2019 se criticó estos acuerdos de venta de armas debido al uso que le estaba dando Arabia Saudí en la Guerra de Yemen. Sin embargo, el “estado de emergencia” evitó que el congreso estadounidense pudiese entorpecer el trámite. Fueron tanto los demócratas como cierto sector de los republicanos los que manifestaron su desacuerdo respecto a estos pactos, a su vez señalados también por numerosas organizaciones en defensa de los Derechos Humanos. El epicentro de la mayor crisis humanitaria del mundo, situado en Yemen, seguirá siendo un quebradero de cabeza para Joe Biden, que pretende mantener y aumentar la ayuda humanitaria en todo el territorio yemení. Algo que parece poco compatible con el continuo suministro de armas a Arabia Saudí, que intenta erradicar a los hutíes, grupo chií alentado por Irán. Incluso, el ex secretario de Estado durante la presidencia de Donald Trump, Mike Pompeo designó al grupo hutí como organización terrorista días antes de abandonar su cargo, lo que originó un paquete de sanciones que imposibilitaría las ayudas humanitarias a Yemen, y que Biden pretende desbloquear.