Nuevo revés en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Arabia Saudí. La administración estadounidense del presidente Joe Biden ha transferido un “importante número” de interceptores antimisiles Patriot al reino saudí. Esta entrega respondería a una petición urgente del mismo en un momento en el que ambos países atraviesan una situación diplomática de crecientes tensiones.
Esta medida, según declaró una fuente anónima de la administración gubernamental a AP, tiene como objetivo tratar de reforzar las relaciones en línea bajo la promesa que realizó Biden de que “Estados Unidos cubrirá las espaldas de nuestros amigos de la región”. Promesa que ha generado ciertas tensiones con países como Arabia Saudí o Emiratos Árabes tras considerar que Estados Unidos ha abandonado Oriente Medio y más aún a estos dos países después de mostrar un tímido respaldo armamentístico en la guerra de Yemen. Asimismo, la anulación por parte de Biden sobre la decisión de incluir a los hutíes como un grupo terrorista ha sido otro de los principales puntos de discordia entre ambos.

Y es que, la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán e Irak después de dos décadas, sumado a la política exterior de la presidencia del demócrata parece dejar claro que esta región ya no está entre los intereses primordiales del país estadounidense. Así Biden ha centrado su mirada en la región Asia-Pacífico, una zona que ya se ha erigido como uno de los territorios claves de la geopolítica de este siglo. El poder y la influencia de una China imparable junto con las amenazas nucleares de Corea del Norte y la disputada isla de Taiwán parecen ser las nuevas prioridades de la política exterior de Estados Unidos.

Sin embargo, Oriente Medio posee uno de los principales intereses de Estados Unidos: yacimientos de petróleo. El crudo, valorado todavía más tras el cese de la compra de petróleo a Rusia después de invadir Ucrania, sigue jugando un papel determinante. Este conflicto ha influido necesariamente en el encarecimiento del crudo y es por este motivo por el que Joe Biden ha tratado de aliviar las tensiones con sus aliados árabes para conseguir un aumento en la producción petrolera a nivel mundial.

En un principio Arabia Saudí, miembro de la OPEP+ de la que también forma parte Rusia, junto con el resto de los países del bloque se negó a aumentar la cantidad. Sin embargo, el embajador de los Emiratos Árabes en Washington, Yousef Al Otaiba¸ declaró hace apenas una semana que el país emiratí quiere aumentar esta producción y animará a la OPEP+ a considerar y valorar esta oferta. Para los funcionarios estadounidenses este anuncio demuestra que el tema “se está moviendo en la dirección correcta”.

Aun así, cabe destacar que las relaciones entre Washington y Riad han sido tensas desde que Biden asumió la presidencia. El presidente se negó a hablar directamente con el príncipe heredero Mohammed Bin Salman nada más asumir la presidencia, lo que evidenciaba la frialdad de las relaciones.

Por otra parte, existe cierto acercamiento estadounidense con Irán en pro de reactivar el acuerdo nuclear, abandonado por Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump. En esta línea, Biden ha reiterado que levantará las sanciones impuestas a Teherán ejecutadas tras el creciente enriquecimiento de Uranio si este se compromete a seguir los términos del acuerdo.
Todo esto ha hecho que las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí hayan pasado momentos de idas y venidas. Sumado también a las críticas que realizó el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, a la Administración de Biden por “supuestas interferencias” en los asuntos del reino no ha facilitado la distensión entre Washington y Riad. En este sentido, el “abandono” militar y político que Estados Unidos habría realizado en la región “libera” a Arabia Saudí de ejercer obligaciones políticas con Estados Unidos.

Así, cuando Estados Unidos pidió a Arabia Saudí o a Emiratos que impusieran sanciones económicas contra Moscú tras la invasión de Ucrania estos se mostraron algo distantes. Tanto es así que Emiratos Árabes Unidos se abstuvo en la primera votación del Consejo de Seguridad para luego votar a favor de la condena.
Ahora, con la nueva entrega de los sistemas antimisiles parece que Estados Unidos trata de acercarse al país árabe, bien por tratar de cumplir su promesa de “cubrir las espaldas” bien por tejer unas relaciones que han estado resquebrajadas en un momento en el que el petróleo es un bien de primera tras el conflicto que asola Ucrania.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.