"Según el análisis del Secretariado de las fotografías obtenidas sobre el terreno, se puede afirmar que uno de los cuatro misiles guiados antitanque tiene características consistentes con el Dehlavieh iraní", así de contundente se muestra el informe presentado por el secretario general de Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres. Sin embargo, el informe también añade que "no se puede confirmar que la transferencia de este material vulnere la resolución 2231 de 2015", en referencia al bloqueo de la compraventa de armamento que pesaba sobre Irán, y que fue levantado en octubre.
Las fotografías que demostrarían la presencia de armamento iraní antes de que se levantasen las sanciones, habrían sido aportadas por Israel en mayo, junto a la denuncia del incumplimiento de las sanciones impuestas a Irán. La respuesta por parte de Teherán no se hizo esperar. En una carta enviada a Guterres, Irán rechazaba categóricamente las acusaciones de Israel, tildándolas de injustificadas.

El hecho de que el informe no pueda demostrar la forma en la que el armamento llegó a Libia, implica que no se pueda afirmar que se incumplieran las sanciones que por entonces aún estaban vigentes sobre Irán. Es importante recordar, que también sobre Libia existe un embargo de armas desde 2011, algo que sí se ha estado incumpliendo de forma ostensible durante los últimos años, con el envío no sólo de material militar, sino de combatientes, por parte de países como Turquía.
Este tipo de informes se presentan de forma semestral, ya que el secretario general de Naciones Unidas debe responder dos veces al año ante el Consejo de Seguridad sobre el desarrollo del acuerdo nuclear de 2015 con Irán. Un acuerdo que, desde Teherán, han indicado en varias ocasiones este año que van a incumplir, dados los ataques sufridos, entre los que destacan la muerte de Qassem Soleimani y el padre del programa nuclear iraní, Mohsen Fairizadeh.

Las fotos, según Israel, habrían circulado por redes sociales en noviembre del año pasado, y pertenecerían a grupos armados vinculados al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA). No es la primera vez que las fotos y vídeos aparecidos en redes sociales dan testimonio de este tipo de injerencias en algunos conflictos. Con esa exposición pública se ha podido confirmar la presencia de mercenarios sirios enviados por Turquía, además de la presencia de material de procedencia turca en el conflicto libio.
En febrero de este mismo año, la Armada de Estados Unidos, en particular el USS Normandy, interceptó una embarcación en el Golfo que transportaba material militar. Entre el armamento, se incautaron precisamente de 150 misiles Dehlavieh, como los que han sido vistos en Libia. En este caso el destino de ese material sería, según Washington, los rebeldes hutíes de Yemen, que son apoyados militarmente por Irán. Este misil antitanque, tendría características similares a las del misil ruso Kornet, y fue probado por primera vez por Irán en unas maniobras militares durante 2015.