La nueva Carta Magna otorgará más poderes al presidente tunecino y frena la influencia de los Hermanos Musulmanes en la región

Túnez aprueba una nueva Constitución

photo_camera Slim Abid/Tunisian Presidency via AP - El presidente tunecino Kais Saied emite su voto en un colegio electoral en Túnez, Túnez, el lunes 25 de julio de 2022

Casi un año después de que el presidente tunecino, Kais Saied, suspendiera el Parlamento y asumiera plenos poderes con el pretexto de “salvar el país”, tras las múltiples crisis que atravesaba – y sigue atravesando -, los tunecinos han aprobado el proyecto de reforma constitucional, apoyado por el propio presidente, tras la celebración de un nuevo referéndum. 

De acuerdo con los sondeos, en el referéndum habrían participado el 27,54% de los más de nueve millones de tunecinos. De esta cifra, el 92,3% de los votantes han mostrado su voto a favor del nuevo proyecto, ante la casi ausencia de votos en contra. La oposición, agrupada en una mayoría política, habría tratado de boicotear el referéndum debido a que acusan al proyecto constitucional, apoyado por Saied, de “no tener una base democrática”. 

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Según fuentes del país esta nueva Constitución no velaría por la separación de poderes y estaría marcada fuertemente por la figura de Saied, por la que muchos la han tildado como “ultrapresidencialista”. Asimismo, este proyecto se distancia de la Constitución del 2014 ya que no estipula ningún mecanismo para que el presidente pueda ser cesado. En cambio, este sí que contaría con plena capacidad para disolver las cámaras de manera discrecional.

A pesar de que el cargo del presidente continuará eligiéndose a través de las urnas, el presidente será quien dicte en qué consistirá la ley electoral que regirá las próximas elecciones legislativas programadas para el próximo 17 de diciembre. 

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Respecto a la influencia que tendrá el islam en el país, la nueva Constitución no define a Túnez como un “país musulmán”, lo que evidencia el rechazo hacia el partido Ennahda, aunque sí que lo considera como parte de la umma y atribuye al país la responsabilidad de que este consiga los “objetivos del islam”, exigiendo que el presidente profese esta religión. Aun así, el hecho de que ya no se considere necesariamente como un país musulmán marca un antes y un después en la historia del país. 

La gran mayoría de los partidos políticos han rechazado las últimas elecciones legislativas, así como el proceso de redacción de la nueva Constitución. Esta situación, marcada además por la falta de confianza en la Junta Electoral tras el reemplazo de sus miembros, han propiciado que una amplia mayoría política, a excepción de unos partidos de extrema izquierda y panárabes, se posicionen en contra del nuevo proyecto. 

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La toma de poder por parte de Saied se produjo en un contexto crítico en el país. La crisis económica, social y sanitaria, como consecuencia de la pandemia, empujaron a los tunecinos a salir a las calles a modo de protesta en medio de una sociedad ampliamente dividida. Un año después la situación económica y social continúa estando latente y no se atisba soluciones a corto plazo

Con un 70% de los votos, Kais Saied, de 64 años, fue elegido en el año 2019 como presidente de Túnez, ganando a su rival Nabil Karoui. En estos comicios el actual presidente se presentó de forma independiente con un objetivo claro: “volver a los orígenes de la revolución” para trabajar por una “sociedad de derecho”

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En sus primeras medidas este abogó por la creación de un Tribunal Constitucional, descentralizar los poderes y reemplazar las elecciones legislativas por unos comicios locales que, según el presidente, elegirían “representantes del pueblo a nivel local y luego elegirán a un representante a nivel regional que estará cargo de la representación en el Parlamento, denominado como la Asamblea de Representantes del Pueblo”. A su vez, durante los primeros meses trató de hacer frente a la corrupción política y a defender los derechos de las mujeres en un país que ha conseguido posicionarse como uno de los más avanzados en la defensa de los derechos de la mujer en la región. 

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