Las víctimas, los familiares y decenas de tunecinos piden el reconocimiento oficial de las autoridades

Túnez celebra el décimo aniversario de su revolución bajo confinamiento

photo_camera AFP/FATHI NASRI - Manifestantes tunecinos

A pesar del confinamiento impuesto en Túnez, se han reunido públicamente decenas de ciudadanos entre los que se incluyen las víctimas de la represión de la revolución en 2011 o sus familiares. Se les ha prohibido recorrer por la avenida Bourguiba, lugar simbólico de la revolución.

Se conmemora el décimo aniversario del exilio del presidente Zine El Abidine Ben Ali. Fue expulsado del poder en una revuelta popular que conllevó a levantamientos prodemocráticos, conflictos y guerra civil en la región durante el periodo que conocemos como la Primavera Árabe. 

No hubo celebraciones festivas que marcaran la revolución en Túnez debido a que el Gobierno de la nación norteafricana impuso un confinamiento de cuatro días a partir del jueves para contener el coronavirus. Las reuniones no esenciales están prohibidas como medida para frenar el aumento en los casos de COVID-19.

Los manifestantes, reaccionando al importante dispositivo de seguridad implantado en el centro de Túnez, han asegurado que “es un confinamiento político y no sanitario”. 

Los ciudadanos, junto con las víctimas y sus familiares, reclaman el reconocimiento oficial de las autoridades, específicamente mediante la publicación de la lista definitiva de muertos y heridos en el Diario Oficial. Esto daría derecho a reparación, además de afirmación moral, pues es un episodio remarcable de la historia de Túnez. 

Atalayar_Manifestaciones en Tataouine, Túnez 2

Mientras tanto, se estancaron los juicios de los funcionarios del Ministerio del Interior procesados por homicidios en 2011. Amnistía Internacional lamentó la impunidad con la que han salido y pidió a las autoridades tunecinas que brindasen garantías para los acusados de homicidio. También solicitó que se juzguen las violaciones contra los manifestantes pacíficos.

"Seguimos luchando, en sillas de ruedas y con muletas", proclama Moslem Kasdallah, de 31 años, en plena calle, quien perdió una pierna en enfrentamientos con la Policía en 2011.

Kalthoum Kannou, un magistrado excandidato presidencial en Túnez acusó a las autoridades de querer descuidar esta fecha histórica. Lamentó asimismo la ausencia de una ceremonia oficial y el cierre de la avenida Bourguiba. 

Una evaluación preliminar en 2012 reportó 338 muertos y 2.147 heridos. En octubre de 2019 el Comité Superior de Derechos Humanos publicó una lista de 129 fallecidos y 632 heridos. 

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, en un comunicado de felicitación enviado el jueves dijo que Túnez es "un ejemplo de democracia inclusiva" con derechos "constitucionalmente respetados". Mencionaba que Estados Unidos "ve a Túnez como un socio de elección".

El secretario general de la ONU, António Guterres, felicitó al pueblo tunecino y a sus líderes por el décimo aniversario, señalando "un progreso significativo en la consolidación de la democracia y la promoción del desarrollo socioeconómico" durante la última década, según dijo el portavoz de la ONU Stephane Dujarric.

“El secretario general alienta al pueblo tunecino a seguir avanzando en las reformas democráticas, construir consenso sobre las prioridades de desarrollo nacional y promover el diálogo para abordar las desigualdades que han aumentado tras la pandemia de COVID-19”, dijo Dujarric.